#y me la quede mirando por como 10 minutos
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La puta necesito chaparmelo boludo no puedo mas
#es imposible#ni siquiera es q me hablo eh literalmente solo me acorde de el y fui directo a buscar una de las 3 (TRES!!!) fotos que tengo suyas#pq no las tengo guardadas aparte pq eso seria raro viste#y me la quede mirando por como 10 minutos#bien ahi reina nada raro en absoluto#me invente un juego llamado ser normal sobre este chabon y estoy ganando te juro (MENTIRA MENTIRA MENTIRAAA)#the tag#siento ganas de justificarme pero ni siquiera puedo tipo. su señoria en mi defensa el chabon es muy lindo y dulce e inteligente y tierno y g
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Glee «Two weeks vacations» Part II
Junio de 2041
-¿Tienes que llevar algo? -¿Algo? -Ya sabes, imágenes anteriores, los informes… -Es el 2041, ya nadie carga imágenes ni informes… -Tienes razón… pero por si acaso, hay un «flashdrive» con toda la información en el cajón de mi mesa de noche, dice «historia clínica de Blaine Anderson» -Muy apropiado…—dijo Blaine queriendo reír. -Es como lo pusieron en el hospital hace 2 años, yo no tengo nada que ver… te alistas entonces…—terminó por decir mientras abría la puerta para decir a sus hijos lo que había pasado y cuál era el plan a seguir, Blaine alzó sus pulgares y sonrió tranquilo al sentirse tan protegido, Kurt sonrió y terminó por salir, cerró la tras de él y se quedó un segundo del otro lado. -Con un demonio… —murmuró apoyándose en la puerta. -Papá… ¿crees que todos odien estos zapatos?… —preguntó Lizzie parándose frente a su papá con un par de “crocs” color verde lima me sus pies, -… -¡Papá!… -¿Como cariño?… —preguntó Kurt como volviendo en sí. -¡Estos zapatos!… —insistió apuntado y moviendo sus pies . -Considerando que son el peor invento del 2002, yo diría que sí cariño… ¿por qué? -Porque olvide empacar unas “flip flops” y no tengo nada para cuando bajemos a la playa y estos estaban en el que fue mi closet por 18 años.., -Pues ni siquiera sé como llegaron esas cosas a mi casa cariño, con eso te digo todo.. —dijo Kurt poniendo mala cara, Lizzie volvió a mirar complacida sus pies como si llevara el calzado más hermoso y cómodo del mundo— escucha… necesito pedirte algo…
-¡Ay papá!, si me los voy a quitar… estuve averiguando unas cosas y hay unas cuantas tiendas en esa playa donde vamos, creo que tú, yo y tu tarjeta de crédito podemos matar el tiempo comprando cosas… -Excelente idea cariño… escucha… el doctor que trata al «Papáblen» lo llamó porque quiere verlo hoy… -¿Qué?... ¿por qué?... —preguntó Lizzie poniendo cara de pánico. -No lo se cariño, ambos pensamos que puede ser porque tal vez también tomará vacaciones y quiere deshacerse de todos sus pacientes e irse tranquilo… -Tu no piensas eso… —rebatió la chica mirando a su Papá— estás angustiado, lo puedo sentir… —agregó mirándolo más de cerca, Lizzie podía ser un alocada la mayor parte del tiempo, pero siempre sabia cuando las cosas eran mas serias de lo que le decían, Kurt tomo un poco de aire con ganas de decirle «si, la verdad es que tengo pánico», pero se remitió a sonreír y negar lo evidente. -Por supuesto que no hija… todo esta bien… y no necesito que estés poniendo sentimientos y palabras en mi boca que no existen… —se adelantó en decir al ver que Lizzie abría la boca para rebatir aquello nuevamente— lo que sí necesito, es que te quedes aquí con tu hermano… -¿Como? -Eso, Noah esta empacando y lo que menos quiero es que se asuste o se ponga nervioso… -Pero yo quisiera ir… -Cariño, por favor… Henry viene en camino y se quedará aquí también, luego de la cita médica nos vamos a las vacaciones que planeamos… ¿de acuerdo? -... -Lizzie… -Si, si, si… ¡hola!... pero que conste que sería más útil en la oficina del doctor que aquí.. además ya ni vivo en esta casa no deberías de estar diciéndome que hacer… —Kurt quiso decir el nombre de su hija nuevamente— y ya, si hare lo que me pides… ¡doble hola!…—agrego retirándose con las manos en alto y chancleteando por el pasillo.
-¿Hace calor?… ¿o yo tengo calor?… —pregunto Blaine desabotonando su camisa a la altura del cuello, luego tomo una revista desde una de las mesas de arrimo y comenzó abanicarse con ella, llevaban 10 minutos en la consulta del Doctor Cunningham pero se sentían como 10 horas— ¿qué hora es? -¿No se supone que yo soy el que pregunta eso cada vez que estamos en una situación como esta?... ¿y no se supone también que tienes un reloj… justo aquí?... —dijo Kurt tomándole la mano derecha para enseñarle el reloj que llevaba en la muñeca, Blaine negó con la cabeza y se echó más viento— oye… quedamos en que estaríamos tranquilos y esperanzados ¿no?… —añadió descansando la cabeza en su hombro. -Lo sé, pero… -Nada de peros… —interrumpió Kurt tomándole la mano— esto es una cita urgente porque el Doctor Cunningham y la Señora Cunningham, se irán a unas vacaciones que solo el trabajo de un médico puede costear… a las islas perdidas de Maldivas por ejemplo.. -Nosotros también podemos costear algo así… -Nosotros podemos costear algo así y en primera clase para que lo sepas además… disculpa… —dijo al sentir vibrar su teléfono móvil, se apartó un poco y desbloqueo la pantalla para ver quien era— es Lizzie…—agregó abriendo la aplicación de mensajería— «que pasa, hace rato que no dicen nada»… tres emojis con la cabeza explotando— leyó procediendo a contestarle de inmediato— aun… no… nos… atienden… emoji de persona encogiéndose de hombros… listo…—dijo mientras se volvía a guardar el teléfono. -¿«Nos» atienden?... —pregunto Blaine poniendo acento en el «nos» -Por supuesto… —contestó Kurt acurrucándose en su hombro— todo lo tuyo es mío Blaine Anderson-Hummel, incluyendo las enfermedades y situaciones al límite… -Bueno saberlo… —respondió este sonriendo antes de darle un beso. -¿Señor Anderson-Hummel?... —dijo la enfermera encargada leyendo el nombre de Blaine desde un dispositivo electrónico. -¡Nosotros!…—exclamó Kurt levantándose junto a su esposo. -¿Nosotros?... —repitió la mujer como si escuchara lo increíble. .Si.. bueno es él…—añadió señalando a su esposo mientras se acercaban a ella. -¡Ah!, muy bien, el Doctor Kayson lo verá enseguida. -No… —dijo de inmediato Blaine sonriendo medio nervioso— el Doctor Cunningham es quien me atiende… -Por supuesto, lo vi en su historia, pero el Doctor Cunningham esta de vacaciones… por eso el Doctor Kayson se encargará de todos sus pacientes, por aquí… —dijo señalando un pequeño pasillo con dos puertas a cada lado. -Pero yo hablé con él… -Ah, eso pasa siempre, es una grabación… ¿no se dio cuenta? -No… —contestó Blaine casi ofendido. -¿En serio?... —agregó Kurt mirándolo de medio lado. -Era una voz muy real y ahora me siento bien estúpido porque le conteste y todo como si estuviera hablando con una persona real… -Eso pasa siempre… —repitió la enfermera haciendo un gesto de desinterés con su mano— la primera puerta por favor… —termino por decir sonriendo, Blaine lo miró ceñudo como si él dijera unas cuantas palabrotas en silencio a ella y a la grabación. -¿En serio no te diste cuenta que era un mensaje grabado?... —insistió Kurt mientras caminaban los dos pasos que faltaban para llegar a la puerta indicada -Oye… fue super real, debemos escucharlo…—dijo abriendo la puerta, el Doctor Kayson estaba sentado en su escritorio y escribía algo muy extenso y al parecer muy importante en su computadora— hola…—añadió Blaine entrando como en cámara lenta. -Señor… Anderson… ¿verdad?... —pregunto leyendo desde otro dispositivo más pequeño y portátil -Si… -Adelante… asiento por favor… mi nombre es… un momento… —dijo al mirar la cara de ambos— yo los conozco… ¿usted es cantante?, ¿verdad?... —pregunto mirando a Kurt— y usted esta en Broadway… ¿no es así?...—añadió poniendo su vista esta vez en Blaine. -En realidad es al revés, pero bueno… se agradece el reconocimiento… —respondió Kurt mientras le estrechaba la mano. -¿En serio?, ¿están seguros? -Puedo mostrarle una identificación si gusta… —agregó Blaine sentándose luego de saludar formalmente al facultativo. -No es necesario… —dijo riendo mientras rodeaba su escritorio para sentarse enfrente— estuve leyendo su historia y el Doctor Cunningham me dejó bien instruido con sus pacientes… así es que no hay problema… -¿Por que tuve que venir hoy día?… el doctor… es decir la grabación no fue muy clara... -Es porque están los resultados de sus análisis… —contestó mientras manipulaba el dispositivo más pequeño, Kurt dio un respingo y tomó la mano de su esposo, este se la apretó de vuelta con más fuerza de la socialmente indicada— y como pensamos que podían tomarse vacaciones, para ir con la incertidumbre de no saber… ¿verdad?. -Ok… -Así es que…tengo dos noticias, una buena y una mala… ¿cuál quiere oír primero?... —pregunto señalándolos con sus dedos índice como si fueran un par de pistolas, el matrimonio Anderson Hummel se miró mutuamente sin saber qué decir— lo siento, siempre quise decir eso… en fin… les diré la buena… sus análisis están perfectos… —Blaine soltó un suspiro de alivio y Kurt sintió que podía ponerse a llorar ahí mismo. -Genial… genial… —murmuró Blaine besando la mano de su esposo que aun estaba entrelazada con la suya. -Lo se… todo marcha de maravillas… le enviare la información a su correo electrónico, ¿aun tiene el «flashdrive»?... —preguntó mientras escribía un par de cosas en su computadora. -Por supuesto… —respondió Kurt aun con ganas de llorar. -Muy bien, enviaré la información en este instante, luego ustedes la guardan…—dijo teclado. -Una pregunta… —dijo Kurt levantando su dedo índice como si estuviera en la escuela. -Por supuesto, las que guste… -¿Cual es la mala noticia entonces?... —añadió sacando un pañuelo descartable desde su bolsillo. -La mala noticia es que no los veremos por aquí sino hasta 5 años más… y créanme que para algunas enfermeras y enfermeros… eso es bastante triste… —dijo echándose hacia atrás en la silla como si estuviera en su sala viendo una película o algo así. -¿Qué?... —preguntaron Blaine y Kurt al unísono. -Eso… su tratamiento funcionó tan bien que solo tendrá que venir el… —el Doctor Kayson sumó en su mente y con sus dedos— 2046 para un nuevo chequeo… mala noticia ¿no es así?… -¿Escuchaste lo que yo?… —pregunto Kurt ahora si que a punto de llorar. -Lo escuche… -¿Cuán maravilloso es esto?… —añadió abrazándolo por sobre el brazo de la silla y dejando escapar su emoción por fin. -Mucho…—dijo su esposo apartándose para quitarle las lágrimas con sus dedos— tanto como para irnos a Maine en este mismo instante… —termino por decir Blaine levantándose luego de darle un beso más que apasionado, el doctor Kayson terminó por ocultarse tras sus manos de manera divertida.
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Clases de Seducción, parte 29: Empatía
Parte 1, Parte 2, Parte 3, Parte 4, Parte 5, Parte 6, Parte 7, Parte 8, Parte 9, Parte 10, Parte 11, Parte 12, Parte 13, Parte 14, Parte 15, Parte 16, Parte 17, Parte 18, Parte 19, Parte 20, Parte 21, Parte 22, Parte 23, Parte 24, Parte 25, Parte 26; Parte 27, Parte 28.
Rubén se devolvió a su habitación y se tiró sobre la cama, con la cara hundida en la almohada.
¿Había sido muy poco razonable?, ¿acaso Felipe tenía razón y estaba actuando de forma tóxica?
No sentía que su punto de vista era descabellado, e incluso, de alguna forma se sintió orgulloso de al fin decir lo que realmente sentía, pero al pasar los minutos, y mientras más vueltas le daba a la discusión en su mente, las dudas comenzaron a surgir.
“Quizás no debí insistir en que dejara de ver a Alan”, pensó. “Igual es una actitud tóxica decirle con quién debe juntarse y con quien no”.
“Al menos va a dejar de verlo, aunque diga que no es por mi”.
Estuvo por al menos una hora recostado, pensando, hasta que por fin se levantó solamente para salir a la cocina a buscar el teléfono fijo. Marcó el celular de Catalina (ya que él no tenía saldo en su celular), y se devolvió a su cama, estirando al máximo el cable del auricular.
—¿Crees que tiene razón en lo que dice? —le preguntó Rubén a su amiga después de contarle los pormenores de la discusión.
—Sí, igual tiene algo de razón Felipe —respondió Catalina después de pensarlo unos segundos—. Está feo eso de que le digas con quienes puede o no puede juntarse…
—Pero Cata, ¡es su ex! —insistió Rubén.
—Si sé, Rube, pero aunque sea su ex, sigue siendo su amigo de la infancia, y creo que no corresponde que le exijas que no lo vea nunca más. Yo entiendo que te den celos —agregó rápidamente, al escuchar que Rubén tomaba aire para responder—. Te entiendo, y sé que te duele que le siga teniendo aprecio, a pesar de que ya no son pareja, pero no por eso tienes que ponerte así. Yo sé que es difícil, sobre todo para ti, que es tu primera relación de pareja, y con el Felipe más encima, que se nota que tiene un poco más clara la película.
—O sea, yo soy el ahueonao…
—No es eso, Rube. Mira, creo que es bueno que le hayas expresado cómo te sentías realmente, pero creo también que es necesario que se sienten a conversar con calma, y que se escuchen, porque me da la impresión, por lo que me contaste, que no lograron conversar bien, no lograste que él entendiera cómo realmente te sentías, y tú tampoco lo entendiste a él.
Rubén se quedó en silencio por varios segundos, analizando las palabras de su amiga.
—¿Crees que la cagué y ya no quiera nada conmigo? —Rubén sintió cierta preocupación, al darse cuenta que probablemente había metido la pata.
—No creo —lo tranquilizó Catalina—. Según tú, dijo que hablarían cuando estuvieras más tranquilo, ¿o no?
—Más maduro —la corrigió—, si, algo así dijo.
—¿Viste?, no te preocupes por eso, Rube. Date el tiempo de conversar con él, con calma. Que ambos se pongan en los zapatos del otro. Al final eso creo yo que es el propósito de una relación.
Rubén se quedó nuevamente en silencio, asimilando las palabras de su amiga.
—¿Crees que deba ir a su casa ahora a conversar con él? —le preguntó Rubén.
—No lo sé, eso lo decides tú. Si quieres puedes venir conmigo y Marco al museo, para que te distraigas.
—¿Ahora? —Rubén no tenía muchas ganas de salir. Sentía que la discusión lo había agotado físicamente.
—Si, ahora —respondió Catalina, con una risita.
Rubén miró la hora en el reloj despertador que tenía en el velador.
—Pero Cata, son las seis y media, ¿crees que esté abierto cuando lleguen?
—Obviamente va a estar cerrado —se rió ella—, pero según Marco él siempre va al museo a esta hora.
—Es tan mentiroso ese hueón —murmuró Rubén, riendo internamente—. Lo dijo solo para impresionarte.
Catalina soltó una carcajada.
—Lo sé. Quiero ver su cara cuando vea que está cerrado —comentó ella.
—Sácale una foto —le pidió Rubén—. ¿Y qué harán entonces?
—No sé, lo que se nos ocurra. Ven, lo pasaremos bien.
—No, no quiero tocar el violín, menos ahora —respondió simplemente Rubén.
—¿Seguro? —insistió Catalina.
—Si, vayan ustedes nomas. Eso si, me avisas cualquier cosa, ¿ya?
—Obvio, Rube —lo tranquilizó ella, sabiendo a qué se refería.
—Y oye, no hagas sufrir mucho a Marco. No te aproveches de su inocencia —bromeó Rubén.
—Eso jamás —se rió Catalina, y luego de despedirse, colgó la llamada.
Rubén se levantó nuevamente de la cama y devolvió el teléfono a la cocina, justo cuando su padre volvía a la casa, acompañado de Sebastian, quien le ayudaba a cargar una caja con herramientas.
—¿Acaso saqueaste el taller? —le preguntó Rubén en broma a su padre.
—No, solo se las pedí prestadas a mi jefe para poder hacerle unos arreglos al Aska —respondió su padre—. Me encontré con el Seba cuando venía llegando y se ofreció a ayudarme.
Rubén ya estaba saludando a su mejor amigo con un choque de puños.
—Genial —dijo Rubén con una sonrisa en el rostro—. ¿Vas a quedarte a tomar once? —le ofreció a su amigo.
—Mi viejo quería mostrarme algo del servicio ahora —contestó Sebastian.
—Porfa —insistió Rubén—, quédate.
Rubén miró a los ojos a su amigo, y éste simplemente respondió con su hermosa sonrisa.
—Solo si te sacas un partido en el Fifa —Sebastian puso sus condiciones.
—Trato hecho —aceptó Rubén.
—Muy bien muchachos, vayan a jugar mientras preparo la once —les indicó el padre de Rubén, y los dos amigos se fueron al dormitorio.
Sebastián se sentó en la mitad de la cama, con la espalda apoyada en la pared mientras Rubén encendía la consola.
—¿Qué pasó Rube?, ¿por qué tanta urgencia con que me quede? —le preguntó Sebastian.
Rubén puso el disco del videojuego en la consola, y se sentó al lado de su amigo, entregándole un joystick. Ambos estaban apoyados en la pared, lado a lado. Rubén miraba a la pantalla del televisor, pero estaba seguro que Sebastian lo estaba mirando a él.
—No sé, no quería estar solo —respondió simplemente, haciéndose el tonto.
—¿Hablaste con Felipe? —adivinó Sebastian.
Rubén simplemente asintió, mientras escogía el uniforme de su equipo. Luego fue el turno de Sebastian.
—¿Y en qué quedaron? —inquirió.
Rubén le contó toda la discusión con Felipe, sin pausar en ningún momento el juego. Sabía que no estaba concentrado al cien porciento, pero aun así, Sebastian no se aprovechaba de eso (al parecer él tampoco estaba muy enfocado en el juego).
Por alguna razón, sentía que esa era la forma menos incómoda de contarle a su amigo cualquier cosa relacionada con Felipe, casi como cuando en las películas veía que en las citas con el psicólogo el paciente se recostaba y hablaba mirando el techo. Como si hablarle a la “nada” fuera más fácil que abrir tu corazón mirando a alguien a los ojos.
—La Cata me dijo hace un rato que tenía que volver a hablar con él, pero con más calma —concluyó Rubén—, ¿qué crees tu?
—La Cata es una mina inteligente, deberías hacerle caso —respondió Sebastian.
—Si sé que es inteligente, pero quiero saber qué opinas tu —Rubén le puso pausa al juego y miró a su amigo a los ojos.
Sebastian soltó una risita nerviosa, como si la mirada de Rubén lo hubiese desnudado.
—Yo creo que deberías hacer lo que tu corazón te diga —respondió muy lentamente Sebastian, como intentando escoger cuidadosamente sus palabras.
—¿Qué se supone que significa eso? —Rubén se rió, y Sebastian se sonrojó por un momento.
—A lo que me refiero es que, debes hacer lo que sientas que te haga feliz —respondió su amigo—. ¿Sientes que eres feliz estando con Felipe?
Rubén desvió la mirada hacia sus audífonos que estaban hechos un enredo de cables sobre el velador y respondió de inmediato:
—Si —volvió a mirar a los ojos a Sebastian un segundo después de responder, y luego volvió a desviar la mirada.
Un silencio incómodo se instaló entre los dos por unos segundos.
—Entonces si —dijo finalmente Sebastian—, creo que debes hacerle caso a la Cata y hablar con él. Si estar con él realmente te hace feliz. O sino después te vas a arrepentir de haber dejado pasar esa oportunidad de arreglar las cosas.
—Tienes razón —coincidió Rubén, y volvió a darle play al juego.
Se acomodó un poco sobre la cama y apoyó su cabeza en el hombro de su amigo. Luego Sebastian apoyó la suya en la cabeza de Rubén, y siguieron jugando por largo rato hasta que la once estuvo lista.
El día lunes durante la tarde Rubén fue a la casa de Roberto para poder conversar con Felipe, ya más calmadamente.
En todo ese tiempo, no volvieron a hablar, ni por teléfono, ni por MSN, y mucho menos en persona.
Rubén estaba nervioso, pensando incluso en que Felipe no iba a querer hablar con él, y que no lo dejaría incluso entrar a la casa.
Se bajó de la micro y caminó por la vereda hasta llegar a la casa de Roberto. Gritó “Aló” para hacer notar su presencia, y el dueño de casa salió a abrirle la reja.
—Hola Rube —lo saludó Roberto, con su amabilidad característica, y le dio un fuerte abrazo—, ¿Cómo estás?
—Bien, ¿y tú? —Rubén estaba aliviado por el buen recibimiento.
—Bien, cagao de calor nomas —respondió Roberto, sacudiéndose la musculosa para ventilar su torso—. Pasa —le indicó, para que entrara a la casa.
Rubén saludó a los padres y el hermano pequeño de Roberto, que estaban sentados en el living viendo una película de Disney.
—El Pipe está en el patio, por si acaso —le informó Roberto.
Rubén se puso nervioso al escuchar a Roberto nombrar a su pololo, como si hubiera sido sorprendido en las reales intenciones de su visita, como si no fuera obvio desde el inicio.
—¿Quieres algo para tomar? —le ofreció Roberto, dirigiéndose a la cocina.
—No, gracias, voy a —Rubén hizo un gesto indicando que iría a hablar con Felipe en el patio, y Roberto entendió sin agregar nada más.
Rubén salió al patio por la puerta de la cocina, y vio a Felipe que golpeaba el saco de boxeo con fuerza. Estaba solo con un short negro y una gorra azul con la visera hacia atrás. Cuando vio que Rubén se acercaba, le dio dos golpes finales al saco, y luego tomó su polera, que estaba sobre una silla cercana, y la usó para secarse el sudor de la cara.
—¿Cómo estás, Rubén? —le preguntó con seriedad Felipe, mirándolo a los ojos.
—Bien, yo —respondió Rubén, nervioso y atropellando las palabras en su boca—, venía a conversar…
Felipe se quedó mirándolo, esperando que comenzara a hablar. Respiraba agitadamente, y con las manos apoyadas en la cintura. A Rubén le parecía intimidante su actitud.
—Estoy así porque estoy cansado —aclar�� Felipe, casi como si leyera la mente de Rubén—, no porque te quiera intimidar.
Rubén sonrió aliviado, y notó un esbozo de sonrisa en el rostro serio de Felipe.
—Quería conversar por lo del otro día —comenzó a decir Rubén, acercándose lentamente a Felipe—, quería pedirte perdón por ser tan inmaduro…
—No creo que seas inmaduro —lo interrumpió Felipe con su voz ronca, mientras tomaba su celular y una botella con agua de la mesita de terraza—. Vamos a conversar arriba —le indicó a Rubén, dejando en pausa la conversación.
Rubén le hizo caso, y lo siguió escaleras arriba, mirando atentamente su ancha espalda sudada.
—Tú me dijiste que era inmaduro, el otro día —le recordó Rubén, retomando la conversación, una vez Felipe cerró la puerta del dormitorio.
Felipe le indicó a Rubén que se sentara en su cama, mientras él acercó la silla del escritorio y se sentó en ella, frente a él.
—Si, lo sé. Y si, encuentro que fuiste inmaduro ese día —reconoció Felipe—. Lo que quiero decir, es que no creo que la inmadurez sea el problema. O sea, somos pendejos, apenas somos adultos. Yo tengo 18, tu ni siquiera eres mayor de edad aún. Somos inmaduros porque no sabemos nada de la vida.
¿Eso era una disculpa por parte de Felipe?
—¿O sea que tampoco crees que soy tóxico? —quiso aclarar Rubén, confundido.
—Eso es otra cosa, Rubén. Sí fuiste tóxico —recalcó Felipe, y Rubén bajó la mirada avergonzado—. Pero oye, creo que va de la mano con lo que dije recién —le dio un golpecito en la rodilla—. Somos pendejos, y sobre todo tu, estás recién experimentando lo que es estar en una relación de pareja. Estás recién aprendiendo lo que está bien dar y pedir de tu pareja. Y esa es una de las tantas cosas que me gustan de ti, que eres inocente en ese sentido, no estás “contaminado” por decirlo de alguna forma.
Los ojos de Rubén se le llenaron de lágrimas, y se sintió estúpido por eso. Levantó la vista, y aunque borrosa, pudo ver la sonrisa inclinada hacia la izquierda de Felipe.
—No digo que yo sea alguien tan experimentado, o algo por el estilo —aclaró Felipe—, pero sí he pasado por más cosas que tú, y quizás eso me da otra perspectiva de ver las cosas, no sé.
Felipe extendió su mano para tomar la de Rubén, y entrelazó sus dedos con los de él.
—Te ofrezco disculpas por haberte lastimado con mis actitudes —buscó la mirada de Rubén—, y por no haber sido más empático contigo. Parezco disco rayado, pidiendo perdón tan seguido, creo que no es una buena señal en una relación que está recién empezando —bromeó—. Entiendo lo mucho que te dolió toda la situación con Alan, y bueno, ya te dije que no lo volveré a ver —Rubén mantenía la mirada gacha—. A veces no me doy cuenta cuánto puede llegar a afectar a los demás mis actitudes. Y lo peor es ver que te afectan, y cómo te afectan a ti, que eres la persona que más me importa en este momento.
—Yo igual te quería pedir perdón, Felipe, por lo del otro día —dijo Rubén por fin, después de escuchar casi en completo silencio lo que decía su pololo—. No te lo voy a negar, aún siento celos cuando recuerdo todo lo que pasó con Alan, incluso ahora que lo nombraste sentí… algo. No sé qué, pero no te voy a mentir y decir que está superado —Rubén miraba a Felipe a los ojos, quien lo escuchaba atento y asentía cada par de segundos—. Quizás el hecho que me hayas dicho el otro día que ya no lo verías más me dejó algo más tranquilo, e incluso me hizo sentir algo de culpa…
—Ya te dije que no —lo interrumpió Felipe, con calma.
—Si sé. No me refería a esa culpa, sino a que quizás fui muy duro contigo.
—No fuiste duro conmigo, Rubén.
Rubén dio un suspiro.
—A lo que me refiero es que, independiente la razón, el hecho de que me hayas dicho que no lo verías más, quizás me hizo llegar a esta calma más rápido. No sé, solo estoy suponiendo, nunca había pasado por esto —Rubén bajó la mirada y notó que sus manos temblaban. Dio un largo suspiro para ordenar sus ideas en la mente, y luego continuó—. A pesar de que aún siento celos hacia él, y estaba furioso porque no me entendías ese día, creo que me equivoqué el otro día al exigirte que dejaras de verlo.
—Te entiendo, Rubén —confirmó Felipe—. El otro día igual creo que te entendí, pero me puse a la defensiva al verte tan… afectado, y por eso no llegamos a buen puerto.
—Estaba enojado —dijo Rubén, soltando un par de lágrimas.
—Me di cuenta —se rió Felipe, secándole las lágrimas de las mejillas con sus pulgares.
—No quiero excusarme en que es mi primera relación, y que hay muchas cosas que no sé, porque creo que hay cosas que sí debería saberlas…
—No, Rubén —lo interrumpió Felipe nuevamente—. Son cosas que vamos aprendiendo a medida que vamos creciendo. Ahora ya aprendiste esto, y no lo vas a volver a repetir a futuro; así como yo aprendí que no puedo pretender que mantener una amistad con mi ex no va a afectarte a ti o a nuestra relación.
Rubén asintió, sonriendo tímidamente, frente a Felipe que lo miraba serio, pero con un brillo especial en sus ojos.
—Ahora, ¿te puedo besar para sellar nuestra reconciliación? —le preguntó Felipe, sonriendo al fin, y Rubén simplemente asintió.
Felipe no esperó mayor respuesta y se abalanzó sobre Rubén para darle un largo beso apasionado, demostrando todos los días que llevaba esperando hacerlo. Rubén casi perdió el equilibrio y puso su brazo izquierdo en la espalda de Felipe, que seguía húmeda, y luego lo rodeó con ambos brazos, mientras su pololo lo acomodaba para recostarlo en la cama.
Felipe apoyó sus manos sobre la cama, a cada lado de los hombros de Rubén, y lo miró sonriendo, recorriendo con su mirada cada centímetro de su rostro, como si fuera lo más bello que había visto en su vida. Rubén le sonrió de vuelta, encantado de poder ver nuevamente de esa forma a su pololo.
—Extrañé esto —comentó Rubén.
—Yo también —coincidió Felipe—. Te extrañé.
Felipe se acercó nuevamente a besar a Rubén en los labios, pero esta vez lo hizo con aún mayor pasión que la vez anterior, y comenzó a mover su cuerpo, frotando su pelvis contra la de Rubén, quien como acto reflejo deslizó sus manos por debajo del short de Felipe, sintiendo el calor y la humedad de su cuerpo recién entrenado.
Rubén le quitó el short y la ropa interior a Felipe, y éste hizo lo mismo con Rubén, quedando ambos completamente desnudos. Acto seguido, Felipe recorrió con su boca cada centímetro del cuerpo de Rubén, y luego le hizo el amor con una mezcla exquisita de fuerza, delicadeza y pasión.
Ambos se recostaron en la cama, agotados después de largos minutos de intensidad. Se miraban frente a frente, completamente desnudos.
—¿Qué pasa si alguien entra? —le preguntó Rubén a Felipe, volteándose a mirar la puerta para asegurarse que tuviera puesto el seguro, aunque no recordaba hacia qué lado tenía que estar orientada la línea del pestillo.
—Que entren, da lo mismo —respondió con displicencia Felipe.
—Claro, como a ti no te van a ver el culo —respondió Rubén, riéndose.
—Déjalos que lo vean —insistió Felipe—. Que el mundo vea ese poto hermoso que tienes —le dijo a la vez que le daba un apretón al glúteo derecho de Rubén con su mano izquierda.
Rubén se sonrojó con las palabras de Felipe. A veces sentía que como era su pololo, era esperable que dijera esos comentarios, pero aun así, aumentaba mucho su seguridad y autoestima. Le gustaba sentirse lindo y atractivo.
—Aunque bueno, si insistes tanto —continuó Felipe, acercando su cuerpo al de Rubén, y luego lo tomó entre sus brazos para cambiar de posiciones.
Ahora Felipe le daba la espalda a la puerta, y Rubén quedó mirando la pared, siendo abrazado por Felipe.
—Que fome tener que estar preocupado de que no entre nadie a la pieza —comentó Rubén, acomodándose entre los brazos de Felipe—. No poder sentirnos cien porciento cómodos cuando lo hacemos.
—Yo me siento cómodo, ¿tu no? —Felipe frunció el ceño.
—No es eso, sabes que no me refiero a eso —Rubén acarició el brazo de su pololo.
—Igual podríamos ir a un motel algún día —ofreció Felipe.
—¿Y me dejarán entrar siendo menor de edad?
—Buen punto —Felipe se quedó pensando.
—Bueno, por ahora esto me parece bien —concluyó Rubén, volteándose para ver a Felipe a la cara—. Igual le da un toque de adrenalina el peligro a que nos pillen.
Felipe se rió.
—Bueno, cuando seamos adultos, los dos profesionales, tendremos nuestra casa para poder tirar donde queramos, sin preocuparnos que nos vaya a ver alguien.
—¿Tanto te proyectas conmigo? —Rubén se sonrojó.
—Si po, si no me sintiera cómodo proyectándome no te habría pedido pololeo —respondió con seguridad Felipe—. Aparte si no es como pareja, podemos vivir juntos como amigos.
—¿O sea seré tu Alan? —bromeó Rubén sin pensarlo, y temió que Felipe se lo tomara a mal.
—No, tonto —Felipe se rió. Rubén respiró aliviado—. Serás mi Rubén. Siempre serás mi Rubén.
—¿Y si terminas conmigo y conoces a otro Rubén?
—Serás “Rubén Primero”.
—Qué impersonal —Rubén fingió sentirse ofendido.
—Bueno, entonces serás “Rubén el guapo”.
—¿Y si el nuevo es más guapo que yo?
—Imposible —respondió hábilmente Felipe.
—¡No es imposible! —se rió Rubén—, debe haber miles de Rubén realmente hermosos.
—Lo dudo —insistió Felipe—. Aunque en ese caso, serías Rubén el simpático, o el inteligente, o el que se tapa la boca para reírse porque no sabe que su sonrisa es lo más bello que hay, o el que susurra mi nombre con tanta dulzura cuando estamos teniendo sexo que hace que me derrita…
Rubén se sonrojó con las palabras de Felipe, y éste se acercó a besarlo en los labios.
—No te conocía esa faceta tan cursi —le dijo Rubén, provocando que Felipe se sonrojara esta vez.
—Son cosas que siento, pero que normalmente no digo por lo mismo —contestó Felipe—. Roberto me dijo que fuera más expresivo contigo, que era muy frío y eso se veía feo después de lo de Alan —admitió.
Rubén se rió.
—Me gustas como eres —le dijo a Felipe, mirándolo a los ojos.
—¿Así?, ¿poco expresivo y todo? —preguntó Felipe sorprendido.
—Si —respondió de inmediato Rubén—. Así te conocí, así me conquistaste —se sonrojó al decir la última frase.
—¿Incluso después de lo que pasó en Hornitos? —Rubén pudo ver que Felipe se avergonzaba de mencionar el paseo.
—Sí, o sea, sí sentí que me dejaste de lado, pero creo que no tiene nada que ver con que seas más expresivo o no… —Rubén se dio cuenta que Felipe bajó la mirada, y hacía circulitos con el dedo índice en su pecho, como si se sintiera culpable por algo—. ¿Qué pasa?
—Es que aún me siento mal por haber dejado que te fueras solo esa noche —le dijo Felipe, arrepentido.
—Ya está, ya fue —lo tranquilizó Rubén.
—¿Y si te hubiera pasado algo? —insistió Felipe.
—Pero no me pasó nada, estoy bien —Rubén le acarició el corto cabello en la nuca para darle confort—. Ya está todo arreglado, ya estamos bien.
Ambos se quedaron recostados por un buen rato, besándose, acariciándose, disfrutando su compañía, sin necesidad de conversar mucho más, hasta que Felipe se levantó y comenzó a vestirse.
—Voy a terminar el entreno, ¿te quieres sumar? —le ofreció mientras se ponía el short.
—Paso —respondió Rubén con una risita tonta—. Dudo que tenga la fuerza para hacer algo correctamente ahora después de… bueno.
—Al parecer hago bien las cosas —Felipe se llenó de orgullo.
—Yo diría que es por la falta de actividad física de la última semana —Rubén lo trajo a tierra.
—Bueno, eso lo cambiaremos en poco tiempo —respondió Felipe con confianza.
Rubén se tuvo que ir sin bañarse, ya que la familia de Roberto seguía en la casa, y no quiso delatarse de forma tan evidente. Se despidió de Felipe con un largo beso, y luego se despidió de la familia anfitriona con un gesto de la mano a la distancia, para no acercarse mucho a ellos (sentía que tendrían la capacidad de oler que había tenido sexo con Felipe).
De todas maneras, Roberto se acercó y se despidió con un abrazo, pero no dijo mayor cosa.
Rubén se fue muy contento a su casa. Tomó la micro, y se fue todo el camino pensando en que ya se había arreglado con Felipe y que las cosas volverían a ser como antes.
Apenas llegó a su casa, tomó una ducha y luego llamó a Catalina y le contó todos los detalles de su reconciliación.
—¿Y cómo te sientes con todo eso? —le preguntó su amiga, después de escucharlo.
—Bien, estoy muy feliz —respondió él, aún entusiasmado.
—Si así te escucho —se rió Catalina—, pero me refiero a si te sientes tranquilo con cómo resolvieron todo, si sientes que él entendió tu punto de vista, y si tú entendiste los de él.
—Si, siento que nos pudimos poner en el lugar del otro —confirmó Rubén—. Me siento tranquilo y feliz por eso.
—Creo que eso es lo más importante Rube, que hayan logrado ese punto común de entendimiento —le dijo Catalina desde el otro lado de la línea—. Me alegra mucho escucharte así de feliz.
—A mi igual me alegra volver a estar bien —confirmó Rubén—. Oye, a propósito de relaciones de pareja, ¿cómo te fue el otro día con Marco?
Catalina se rió con la pregunta.
—Se me había olvidado contarte —dijo ella entre risas—. Estuvo buena la salida. Como te había dicho, era obvio que iba a estar cerrado el museo, así que nos fuimos al Pizza Pizza a comer. Me dijo que no entendía por qué habían cerrado tan temprano si siempre iba a esa hora y estaba abierto —se rió nuevamente—. Pero mientras comíamos pizza fue muy entretenido, conversamos mucho y, creo que me está cayendo bien tu amigo.
—“Cayendo bien” —repitió Rubén, burlándose—. ¿Sólo te cae bien?
—Sí, me cae bien —confirmó ella—. No diré nada más, hasta que no pase nada más.
—¿Volverás a salir con él? —quiso saber Rubén.
—Si él me invita y tengo tiempo, sí. Está garantizado que la pasaré bien —respondió Catalina, y Rubén sintió en su voz que al igual que él, estaba muy entusiasmada por la situación.
Al día siguiente, Sebastian le pidió a Rubén que lo acompañara a comprar un par de zapatillas al mall, y en la ocasión, Rubén aprovechó de contarle de su reconciliación con Felipe.
—Me alegro que te hayas reconciliado con tu pololo, Rube —le dijo Sebastian, mientras ambos caminaban a lo largo de las terrazas del centro comercial, camino al faro del puerto.
Sebastian cargaba una bolsa con las zapatillas recién compradas, mientras que Rubén cargaba una bolsa de papel con un combo de hamburguesa, bebida y papitas fritas para cada uno.
Rubén notó que el tono de voz de su amigo no coincidía exactamente con la alegría que decía sentir. No pudo evaluar su mirada porque tenía puestos los lentes de sol.
—¿Seguro? —le preguntó a modo de broma.
—Si po, o sea, no —Sebastian se rió al ser pillado en su mentira—. Me alegra verte feliz, eso es lo que me importa —le dijo mirándolo a los ojos, a través de las gafas, mientras se sentaba en una banca cercana al faro—. No me gusta que hayas perdonado a ese hueón después de lo que te hizo —Sebastian se puso serio—, pero si eso te hace feliz, realmente feliz, yo me alegro por ti.
El par de amigos se repartió la comida en la banca y comenzaron a comer.
—¿Crees que sea un estúpido por haberme reconciliado con él? —le preguntó Rubén, sintiendo algo de inseguridad.
—No creo que seas estúpido. Creo que eres un imbécil de marca mayor —respondió en broma, provocando que Rubén le diera un empujón que le hizo derramar la mitad del vaso de bebida que estaba tomando.
—Ahuenoao —le dijo Rubén, riéndose.
Sebastian sacudió las manos y luego se limpió lo que pudo con una servilleta.
—Hoy me llamaron para decirme cuándo me voy al servicio —le informó Sebastian de repente.
—¿Cuándo te vas? —Rubén sintió un vacío en el estómago, como si le acabaran de decir que se iba a morir en cinco minutos.
—En un mes, el 13 de marzo —le informó Sebastian, y Rubén por alguna razón sintió que toda la alegría que tenía hasta ese momento había desaparecido.
Había estado tan absorto en sus propios dilemas y problemas personales que no había pensado en que faltaba tan poco tiempo para que su mejor amigo se marchara. Y ahora que conocía la fecha exacta de su partida, sentía que era aún más real la situación, como si recién ahora se diera cuenta que realmente su amigo se marcharía.
—No queda nada —comentó Rubén, ya sin apetito.
—Nada casi —coincidió Sebastian, notando el cambio de humor entre ambos—. Me van a mandar a Arica —le comunicó.
—¿Qué?, ¿por qué tan lejos?, ¿por qué no acá? —preguntó Rubén sorprendido.
—Porque acá no tenían más cupos. Como siempre, el ahueonao a última hora haciendo todo —contestó Sebastian cabizbajo—. Igual mi viejo me dijo que Arica igual era más entretenido. No sé por qué, pero tendré que creerle.
Rubén recordó por enésima vez el odio que le tenía al padre de Sebastian.
—No quiero que te vayas —le dijo Rubén, poniéndose de pie para darle un abrazo a su mejor amigo.
Sebastian se puso de pie también y lo abrazó con fuerza. Temblaba de pies a cabeza y comenzó a sollozar.
—Yo tampoco me quiero ir —respondió él con la voz temblorosa.
Rubén sintió como si con ese abrazo Sebastian por fin pudo liberar todo lo que sentía, toda la angustia acumulada por meses, que él, como su mejor amigo, había sido incapaz de verla.
No lo soltó, y lo abrazó aún más fuerte, como si así evitaría que se marchara en un mes más. Los dos amigos se mantuvieron abrazados por largos minutos, bajo el resplandor dorado típico de los atardeceres de febrero.
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HITORI
Era un sábado por la mañana mirando todos mis alrededores me acorde que mi jefe ayer me dijo que le ayude con un encargo, me dijo que nos viéramos a las 10:00 en la estación Asanami, la estación que está cerca de mi casa es la Akabashi así que tendría que tomar el tren de allí el 1-4 que llegaba en veinte minutos para poder llegar a la siguiente estación que era el Asanami.
Me dispuse a ir a la estación donde quede con mi jefe me demore uno trece minutos, eran las 9:46 para ser exacto o eso creo. lo que si podía decir es que yo era de ese tipo de personas que le gustaba ser puntual. hubo exenciones en las cuales me perdí en el sendero de la vida. ¡Pero bueno ya estoy aquí¡ a ser verdad hoy cuando me desperté me sentí un poco raro , no le tome mucha importancia . Al llegar a la estación mi jefe ya estaba esperándome con una gran sonrisa, él era una persona muy alegre.
Me dijo que esperaríamos al siguiente tren, así que me senté en un banco que estaba detrás mío y me puse a observar las vías del tren me sentí algo inquieto había un silencio en la estación cuando de repente mi jefe me llamo y me dijo que el tren había sufrido un pequeño percance y que se demorara un poco más de lo previsto.. También me dijo que esperase allí ya que el iría a ver qué es lo que sucedió. Yo le dije que está bien que yo lo espero, me levante y me dirigí hacia un dispensador que estaba en el fondo, justo llegaba otro tren a la estación y mi jefe me mandaba un line diciéndome que llegaría un poco tarde así que me podía retirar….. yo procedí a comprarme una bebida cuando de repente se escuchó algunos gritos “ladrón, ladrón” me voltee y vi a alguien que salió del tren a toda prisa corrió por donde estaba yo y tuve la suerte de que tropezará conmigo, nos caímos, lo mire me miro, se levantó, dejo un bolso en el suelo y se fue corriendo, yo me levante del suelo, agarre el bolso, yo sin entender nada estaba muy confundido; cuando ella apareció una chica de estatura promedio diría uno con sesenta y cinco , tenía unos ojos color Avellano claro y su pelo era castaño claro con grisáceo, se me acerco yo me quede mirándola y ella arremetió contra mi dándome una cachetada, yo ya estaba demasiado confundido como para tratar de entender lo que estaba sucediendo. no sé qué es lo que pasaba, pero me sentía tan tranquilo sentía como mi mente se vaciaba por completo, entonces le dije….
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Precious Story: LIP×LIP — Episodio 3: Algún día, cuando suba al escenario (español)
*Punto de vista de Yuujirou*.
Profesora de baile: ¡Se ven cansados ya! Tomemos un descanso.
Yuujirou: *Jadeando* Ahh… ahh…
Yuujirou: … sí.
Profesora de baile: Yuujirou, tienes que tener un poco más de fuerza física.
» Además, el movimiento tiene que ser más limpio, quiero que sea un poco más trabajado. Trata de ser consciente para que quede bien.
Profesora de baile: Aizou, tú a veces te encuentras fuera de los tiempos, ¿no?
Aizou: ¡¿Eh?! ¡Sí, lo siento! No lo tengo en mente…
Profesora de baile: Reanudaremos en 10 minutos. Hagámoslo una vez más y tomemos un descanso luego. ¡No se olviden de hidratarse!
Profesora de baile: Bueno, desde todo, tu capacidad atlética es alta. ¡Has hecho las cosas básicas! ¡Es realmente un desafío tratar de hacer esto bien!
Aizou: Sí... tendré cuidado...
Yuujirou: (Descanso por 10 minutos… tengo que hidratarme por el momento… ¿sí?)
Aizou: …
Yuujirou: (¿Eh? ¿Por qué me está mirando así?)
Aizou: … ah~
Vi a Aizou suspiró y se movió hacia la pared en donde se encontraba. Por supuesto que no tenemos ningún tipo de conversación entre nosotros.
Yuujirou: (¿Eh? Este está suspirando)
» (Se suponía que debía hacer un debut en solitario… por qué al final fue una unidad… encima, con este tipo).
No quisiera tomarme un descanso a su lado, pero Aizou parece que quiere venir aquí igual. O eso pienso porque parece preocupado mirando su bolso que está a mi lado.
Yuujirou: “Ya veo... necesita eso. Aunque parece necesitarlo, es imposible para él porque me encuentro en el medio”.
Cogí la toalla del bolso de Aizou y se la puse en la cabeza mientras trataba de beber agua.
Yuujirou: … ¿Si quieres que te lo alcance, dímelo…?
Aizou: … No tenías que dármelo así, ¿no crees?
Yuujirou: (Reaccionó como lo esperaba… normal).
*Cambia el escenario hacia afuera, de noche*
De algún modo, entiendo los sentimientos de Aizou sobre no poder agradecerle honestamente. Tal vez es porque somos iguales.
En el camino, saliendo del ensayo, encontré a Aizou caminando frente a mí, lo sobrepasé y le mostré la lengua.
Aizou puso cara de pokan (aturdido) al principio, y luego frunció el ceño; fue divertido, parecía enfadado.
Sentí que mi cara se relajaba. Estaba un poco sorprendido de mi mismo.
Yuujirou: (... Es un tipo realmente simple. Si lo provocas, estará entusiasmado en irritarse, y querrá competir en hacerte lo mismo).
» (Me preguntó si le pasará algo así cuando subamos al escenario algún día… realmente me lo pregunto).
Pero ahora quiero hacer eso. Quiero reírme un rato, hasta que llegue a casa…
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Living with you 27 END - Jotakak Fanfic
Fanfiction
Traerle de regalo a Kakyoin cerezas había sido una buena idea.
En cuanto Jotaro saco la bolsa con cerezas de su bolsillo Kakyoin se abalanzó contra el, colgándose de su cuello, besándolo sin descanso para tirarlo sobre el sillón, donde le hizo el mejor oral de su vida, la mejor chupada de su existencia, su punto débil era la cabeza y se aprovechó completamente de eso, no creía haber nunca pegado tales gritos solamente con un oral, no creía sentirse tan perdido solamente por eso, y paso, no entendía exactamente que efecto afrodisiaco tenían las cerezas en el pelirojo pero si era el caso las traería mas seguido.
Por otra parte Kakyoin chupándosela se veía muy sexy, y más aún con semen en la cara.
Cabe decir que en cuanto lo limpio lo arrastro hacia su habitación, totalmente desesperado, podría decir que iba a obtener su venganza aunque no era realmente una venganza por que no le había hecho nada malo, todo lo contrario.
Lo primero que hizo fue tirarlo contra la cama poniéndose encima suyo, no le importaba nada, con eso ya había tenido suficiente para un buen tiempo pero tocaba darle algo a el, el miembro del pelirojo estaba duro, y sabia que deseaba que lo destrozara de la misma manera que hizo con el.
Lo puso boca abajo y sus labios se posaron el su cuello, mordiéndolo y chupando su espalda con furia a la vez que le bajaba los pantalones sin ninguna delicadeza, se paro un momento sobre su trasero, estirando la mano hasta su cajón, agarrando el lubricante, bañandose la mano con el prácticamente, lo primero que hizo fue palpar su entrada, sacándole un gemido al pelirojo que sintió el contraste de su dedo frió y húmedo contra su piel cálida.
Cuando Jotaro metió sus dedos en el pelirojo este estiro sus caderas hacía adelante, haciendo que estos se entierren mas en su interior, wow, Kakyoin estaba bastante desatado hoy, no se iba a quejar, le gustaba este cambio. Sabía que un solo dedo no era suficiente, que estaba buscando todavía roce aún cuando estaba frotando en su punto, al menos eso le decían los temblores de su cuerpo y el hecho de que no había empezado a gemir , así que metió un segundo dedo para presionar mas su punto, ok, ahí estaba.
Una sonrisa surco su rostro cuando los gemidos del pelirojo inundaron la habitación, si estaba así solamente con 2 dedos no quería imaginar con mas, adoraría ver eso.
Las caderas de Kakyoin comenzaron a moverse contra su mano incapaz de no poder soportar que no lo estuviera tocando, los dedos de Jotaro empezaron a presionar de diferentes maneras su punto, a tocar sus paredes con diferentes tonos, era hermoso escuchar como Kakyoin gemía, sus gemidos tan agudos y lindos…parecía que llorara pidiendo por mas y eso era lo que hacía en realidad.
Sus dedos presionaron aún mas fuerte contra su punto, comenzando a moverse con insistencia, presionándolo, el pelirojo se agarro de las sabanas gritando, como podía verse tan lindo? Con el trasero levantado frente suyo y con las piernas perdiendo el equilibrio, comenzó a dar toques fuertes en su punto haciendo que sus gemidos se entrecortaran, el pelirojo había perdido su razón en algún lugar por que en lo único que podía pensar era en el placer que le daban los dedos de Jotaro en aquel lugar.
Estaba caliente, el cuerpo entero le quemaba y cada vez que Jotaro lo volvía a tocar una ola de placer lo recorría entero, sabía que estaba duro como no había estado nunca antes en su vida, no solo desde que entro a su casa y lo chupo casi a la fuerza si no que ahora estaba peor por lo que Jotaro le estaba haciendo y…no se quería reprimir, quería gritar, quería expresarle a Jotaro que quería que continuara y fuera mas duro con el, sus dedos dejaron de presionarlo y tocarlo en su punto para empezar a moverse con rapidez dentro suyo, su boca se abrió para empezar a gritar otra vez, quería que fuera mas rápido y le tocara mucho mas.
El ojiazul seguía moviendo sus dedos, tocando sus paredes cada vez que entraba y salía, abriéndolos ligeramente para abrir mas su entrada, se veía muy lindo así abierto y aunque ahora no podía la próxima querría hacérselo hasta que quede mudo de tanto gritar, el interior de Kakyoin en su mano estaba caliente, y aunque estuviera húmedo por el lubricante eso no le quitaba lo seco que aumentaba la sensación de estrechez de su interior, lo veía con los ojos entreabiertos y las mejillas sonrojadas gritando y no pudo evitar querer ir por más.
Y así, abriendo ligeramente su entrada metió un tercer dedo, extrañamente sin esfuerzo, aunque hubieran estado teniendo mucho sexo últimamente era raro que entrara así, o Kakyoin estaba tan excitado que no se daba cuenta si le dolía o no, lo cual lo satisfacía bastante. Quiso ir delicado, moviendo sus dedos despacio por miedo o riesgo a lastimarlo, pero al parecer era inútil y no servía de nada por que el pelirojo había empezado a quejarse pidiendo por mas, oh, ok el ya sentía que estaba siendo bastante duro con lo anterior pero al parecer necesitaba aprender mucho mas todavía.
Abrió sus nalgas con su mano libre y empezó a mover su mano de nuevo, sin parar, el cuerpo del pelirojo parecía que colapsaría pronto, se preguntaba en que estado estaría su miembro, si se correría pronto o no ya que el quería verlo un poco mas así…Kakyoin soltó las sabanas y comenzó a pasar sus manos por su cuerpo, incapaz de soportar aquel calor que lo invadía, intentando calmar aquellas zonas.
Tener la ropa puesta era una tortura, tener su pelo encima suyo también, era una prisión de calor que lo hacía delirar, tanto así como la longitud de sus dedos o la fuerza que estos ejercían en su interior lo volvían loco, era una lástima que no pudieran llegar hasta su fondo pero se conformaba con eso, o no, por que a cada momento se sentía más y mas necesitado queriendo seguir con aquello y que se volviera más intenso.
No se sentía avergonzado por los gritos que pegaba ni por como Jotaro lo estaba mirando, al contrario, se sentía excitado sobre eso, sabía lo mucho que el moreno disfrutaba de tocarlo y oírlo gritar, además había esperado esto, desde hace tiempo quería solamente correrse con los dedos de Jotaro, cuando lo tocaba ahí era todo mucho mas intenso que cuando lo hacían incluso.
Los dedos de Jotaro presionando por momentos su punto y por otros sus paredes estaban haciendo que no le faltara mucho para correrse, las sensaciones en su bajovientre aumentaban así como su necesidad, su miembro estaba palpitando contra las sabanas y no podía soportarlo más, tenía la boca seca de tanto abrirla para gritar a pesar de que le corría saliva por la comisura de los labios, lo único que sentía eran los largos dedos del moreno en su interior tocándolo.
Hasta que en un momento llego al orgasmo con uno de los toques que le dieron sus 3 dedos, su semen mancho las sabanas y sus piernas no resistieron más haciéndolo caer sobre la cama, agotado, con el trasero aún arriba, no podía respirar y cada vez que lo podía hacer era un esfuerzo enorme, era cosa suya o cada vez que tenían sexo era mejor que la anterior? Le dolía el pecho…y el culo…pero lo había disfrutado muchísimo y eso era suficiente.
Jotaro lo miraba encantado, aún después de terminar así seguía teniendo esos gestos tan provocativos con el? Aquel grito entrecortado y tan fino…había sido hermoso, le encantaba hacerlo gritar así, se separo de el sentandose a un lado de la cama, mirandolo detalladamente, tenía el pelo desparramado por toda la cama y por toda la espalda, su piel estaba ligeramente sudorosa, haciendo que se vea brillosa con la luz de las ventanas, hermoso, no podía describirlo de otra manera.
-Las sabanas…-lo escucho susurrar con esfuerzo, aún no podía respirar bien –podías darme un descanso…
-Ni hablar, yo entre y me atacaste, me estaba defendiendo –Jojo se levantó camino al baño, iba a lavarse las manos para quitarse todo el lubricante.
-Ni que fueras caperucita roja y yo el gran lobo feroz como para sentirte atacado.
-El lobo soy yo pero aquí el feroz eras tu, que paso? –una risa burlona salió de sus labios.
-Me gustan las cerezas
…
-Ah ya veo
Kakyoin iba a visitarlo hoy a su trabajo, lastima que era solo por unos 10 minutos por que estaba llegando tarde, dijo que tenía algo que decirle…y el tenia algo que hacerle pero ya no podía por que se retraso, estaba de bastante mala hostia ahora mismo…
-Jotaro! –escucho una voz detrás suyo, al voltear la mirada se encontró a su novio con su estuche de pinturas corriendo hacia el, tenía una chaqueta de traje con unos pantalones ajustados, era el que notaba sus piernas cada vez mas lindas o Kakyoin empezó a usar tacones sin que se diera cuenta por eso se veía tan bien? –Lo siento, aquel cliente me tuvo hablando mas de lo que esperaba, perdón! –sabía que su novio no hacía mucho ejercicio pero parecía que se estaba muriendo.
-Que tanto corriste? –pregunto curioso, incluso alagado.
-Mucho…? Desde que salí de la casa…-enternecido Jotaro lo abrazo, haciéndolo sonreír.
-Te quería decir algo, Avdul, recuerdas? Esta de regreso! El era biólogo como tu pero de otra rama! –el pelirojo tenía un brillo en los ojos.
-Si, lo recuerdo, teníamos muchas materias juntos…
-Bueno, Polnareff me aviso que volvió de sus viajes y…quiere hacer una fiesta para el, solo nosotros 4 como cuando estábamos en la universidad, quería preguntarte cuando tienes un día libre o puedes tomarte uno…así…le aviso –esto le había costado decirlo, Kakyoin sabia que no se tenía que meter en el trabajo de Jotaro pero solo era una vez no? Estaba bien…
Jotaro noto esto, realmente no le entusiasmaba la idea de faltar al trabajo por una fiesta pero no le iba a hacer el feo a su novio, además un día no estaría mal, ya los recuperaría…
-El…viernes…Jolyne tiene una pijamada…creo, es un buen día para estar libre creo –la carita de felicidad que puso el pelirojo era indescriptible, además de super tierna, Jojo sonrió sin darse cuenta.
-Esta bien, le avisare, será divertido y Polnareff dijo que Avdul traía regalos…hablando de eso…-de su estuche el pelirojo saco una bolsita con un moño celeste –lo compre en un bazar para ti, dime si te gusta.
El moreno anonado tomo la bolsita, un regalo de Noriaki? Enserio? El no le había dado nada y…que pensara así en el era sumamente lindo, un calor se poso en sus mejillas y se agaro la boina para taparse el rostro.
Yare yare daze.
Cuando metió la mano en la bolsita saco un pin con forma de 2 delfines haciendo un corazón, besándose, un sentimiento raro cruzo su pecho golpeando su corazón, no solamente que ese regalo era precioso si no que…los delfines…Kakyoin había pensado en el hasta el final, era hermoso y muy tierno, casi que podría llorar. Sus ojos estaban en blanco y sus mejillas totalmente rojas, tenía la boca abierta por que no sabía que decir, se había quedado totalmente en blanco.
Le encantaba, era super lindo.
Se tiro contra el pelirojo agarrándolo de la cintura para alzarlo y darlo vueltas, estaba feliz, muy feliz, veía como este se sujetaba de sus hombros con un poco de miedo y mucha sorpresa pero el solo seguía en la suya, como era que lo quería tanto? No estaba seguro.
Cuando lo bajo Jotaro se puso el pin al instante, abrazando de nuevo al pelirojo para darle besos en la mejilla y el cuello.
-Te quiero Noriaki –le susurro contra su oreja, dejándole un besito, tenía una sonrisa enorme surcándole los labios.
Polnareff los había invitado a su casa, un lugar un poco lejos de donde ellos Vivian pero estaba muy bien acomodado, Polnareff le contaba que hace poco se había podido comprar aquella vivienda, una casa muy moderna con una piscina, Kakyoin dentro de todo apreciaba haber comprado un departamento, no le gustaba limpiar y tanto la casa de Pol como la de Jotaro requerían mucha limpieza.
Los 3 hombres se habían saludado con un fuerte y muy masculino abrazo, Avdul siempre había sido un hombre muy fornido más allá de su altura, se veía bien, Avdul se veía totalmente vivo, definitivamente había estado haciendo lo que le gusta, les había traído regalos de varios países que visito, muchos ni él tenía idea que eran pero eran cosas bastante exóticas.
-Oye Kakyoin, Jotaro vendrá? Ya es un poco tarde no? –pregunto Polnareff poniéndose unos accesorios bastante raros con la ayuda del negro.
Antes de que pudiera contestar, el teléfono de Kakyoin sonó –hablando del rey de roma…Jotaro? –contesto el teléfono, intrigado por la tardanza del moreno, el no era de llegar tarde.
-Lo siento Kakyoin, recién salgo del trabajo, hubo un problema de último momento…
-Estas bien? –pregunto preocupado, no quería otro accidente.
-Si, no era yo el del problema pero tuvimos que ayudar, de todas maneras tengo una hora y media de viaje masomenos, así que avísales a los demás, estoy en camino.
-Está bien, nos vemos –en cuanto colgó, se encontró la mirada picara del francés, estaba bastante entretenido.
-Eso no sonó como una llamada romántica, donde están los te quiero cariño o así? –el pelirojo le dio un golpe en la cabeza, haciéndolo callar.
-Jotaro dice que llegara dentro de…una hora y media o 2 horas pero que si vendrá
-En ese caso, compre unas cervezas muy raras en…no recuerdo que país, nisiquiera se en que esta escrito esto –que rayos con Avdul –me gustaría probarlas, que tal si tomamos un poco?
Kakyoin acepto dudoso, tenía problemas con el alcohol pero ni que se fuera a acostar con sus amigos o ellos se fueran a acostar con el, sabían que estaba con Jotaro.
Jotaro estaba aburrido en aquel remis mirando por la ventana, odiaba que los demás tengan problemas y el tuviera que ayudar a solucionarlos, en especial esas perras idiotas, un zumbido de su bolsillo lo saco de sus pensamientos, en su teléfono los muchachos le habían enviado una foto de ellos con…que carajo tenían en la cabeza? Que eran esas ropas de Polnareff? Y estaban haciendo poses raras…se los imaginaba con el temporizador de la cámara haciendo idioteces y una risa salió de él, aunque inspeccionando mejor la foto Avdul tenía una botella en la mano.
Una mueca disconforme se posó en su cara y marco el número del pelirojo, lo llamaría con la excusa de que estaba cerca, quería ver si estaba bien…claro…y decirle que tenga cuidado al tomar.
-Jojo? Te gusto nuestra foto? Avdul trajo un montón de cosas raras, ahora estoy usando un arco y una flecha que tienen…forma de corazón…es un poco lindo de cierta manera –la voz de Kakyoin ciertamente se escuchaba tomada y muy…alegre- ah y Avdul trajo unas cervezas buenísimas, te guardamos algunas, ósea pegan pero están muy ricas, parecen jugo –Kakyoin eso sonó patético.
-Ya veo, estoy a poco mas de media hora, ten cuidado con el alcohol.
-Si no te preocupes…ay Polnareff que es eso…-una risa descontrolada se escuchaba del otro lado de la línea, tenía envidia de no estar ahí, al parecer se perdía una gran fiesta –te esperamos –el pelirojo le corto.
Un poco incómodo Jotaro le mando un mensaje a Jean, discreto, pidiéndole que cuide del pelirojo por que no era bueno tomando, ósea no desconfiaba del chico ni de sus amigos pero…le daba cosa.
Cosa y ya.
En cuanto llego a la casa del alvino, según la foto y la dirección del gps lo recibió Polnareff…con unos cocos en el pecho y una falda de hojas? Que? A esto se refería Kakyoin?
-Jotaro linda quieres que te lleve a un tour por nuestro volcán del amor? –el moreno le puso una cara de asco, al ver esto el francés se partió el culo y se levantó la falda, tenía los pantalones arremangados debajo –enserio te creíste que?...-risas, en cuanto el francés se calmo un poco lo invito a pasar, allí en la sala estaban Avdul y Kakyoin, con cosas raras en la cabeza y todo el cuerpo, el negro tenía unas bandanas bastante extrañas y Kakyoin un montón de anillos y bufandas, estaba un poco lindo.
-Jotaro, ha pasado tiempo –Avdul se acercó a el dándole una palmada en la espada, a lo que Jotaro le respondió de la misma manera con una sonrisa, el aliento le olía bastante alcohol.
-Si, por donde estuviste? –el negro iba a contestar pero fue interrumpido por la chillona voz del francés, quién tenía una botella de cerveza en la mano.
-No! Por donde estábamos nosotros!
-Cosas asquerosas que nos paso con mujeres –respondió el pelirojo.
Ah.
Charla de borrachos.
Incoherente charla de borrachos.
El otro biólogo le empujo hasta el sofá donde estaba Kakyoin el sixpack empezado de cervezas –guardamos esas para ti si? No tengo idea de donde son pero no están nada mal.
Jojo se sentó al lado de Kakyoin, quien lo sujeto del brazo pegándose a el, le dedico una mirada y pensó…que todas aquellas bufandas y paños que le cubrían la cabeza y todos los anillos y Joyas que tenía encima se le veían muy bien…tal vez era la belleza natural del pelirojo, quien por cierto tenía la piel bastante caliente y las mejillas muy rojas.
-El que tiene la cerveza roja es el lider de la manada –le dijo Kakyoin pasándole una cerveza, a que carajo habían estado jugando?
-Ok, en mi caso…asquerosa…aquella mujer tenía…costras…de sudor…desde la espalda hasta el culo –dijo Avdul, Polnareff y Kakyoin comenzaron a reír, tal vez Jotaro con un poco de alcohol encima le podría encontrar el chiste, por que de momento era asqueroso, asi que destapo su cerveza y se puso a tomar.
Con unas 3 cervezas encima se empezó a reír, ok la gracia era pensar en como se lo aguantaban a la hora de hacerlo y el remordimiento de después, ya entendía, no era lento.
-Me vomitaron encima, en todo el pecho, fue la ultima vez que lo hice con una chica borracha –todos en la habitación rieron, las ventanas podrían explotar de la potencia de esas risas.
-Ay pero Kakyoin si nunca te veíamos con nadie…-exclamo Polnareff.
-Mis mujeres eran mayormente chicas que veía unas 5 veces…y luego me recomendaban a sus amigas –el francés le silbo, picaron, Jotaro se empezaba incomodar –cuando termine la universidad…aprendí que con compañeras del trabajo no se hace…-Avdul se rió, dándole la razón –y que soy una fiera me recomiendan chicas que conozco cualquier día a sus amigas, una vez me acerque a 2 en una piscina y terminamos en un trió –el pelirojo se estaba partiendo el culo, totalmente borracho, al igual que Polnareff que sus palabras eran oro para el.
-Kakyoin la charla es sobre cosas asquerosas, no tus perfectos ligues –dijo este entre risas
-Me arrancaron un pedazo de pelo, total, del mechoncito, no tienes idea lo mucho que GRITE
Jotaro estaba incomodo, no le apetecía saber de la ex vida heterosexual de su novio a decir verdad, pero es una molestia intentar parar a un borracho.
A eso de las 2 de la mañana Avdul y Polnareff se habían ido quedando dormidos, cosa que sorprendió a Jotaro por que los esperaba mucho mas resistentes, eso o se estaban haciendo viejos, Kakyoin seguía colgado de su brazo con una sonrisa, tomando cada tanto.
El pelirojo tomo su mano, dándole un sorpresivo beso, Jotaro no esperaba que tan borracho y dormido se le pudiera siquiera acercar pero ahí estaba, ciertamente se veía lindo…con los ojos entrecerrados y las mejillas enrojecidas, su novio era todo un bombón. Le correspondió el beso, encerrando sus mejillas en las palmas de sus manos y mordiéndole los labios ligeramente, jugando con estos los cuales tenían la particularidad de que eran super carnosos y no importaba cuando mordiera y presionara le era difícil encontrar un punto duro, suavidad pura.
Cuando los brazos del pintor se enroscaron en el cuello de Jotaro la cercanía entre ellos aumento, junto a eso su calor, podía ser el alcohol que habían tomado antes o su propia calentura pero no lo notaban, lo único que querían hacer era seguir besándose. La lengua del moreno invadió la boca del chico, forzando a que ambas lenguas bailaran una contra la otra, admitía que era un poco más brusco y ansioso que Kakyoin, pero ambos tenían una manera y un estilo diferente de hacerlo y por suerte entre los 2 se acoplaban.
Paso una de sus manos por el cabello del pelirojo, sujetando su cabeza para echarlo para atrás y meter su lengua mas profundamente en su boca, encerrando su cuerpo entre su brazo y en asiento de sofá, el calor de Kaykoin salía desde el cuello de su camisa y no pudo evitar bajar sus labios hasta su cuello, sosteniendo su cintura con la mano que había usado entes, para alivio suyo Kakyoin había echado el cuello atrás cerrando los ojos, dándole permiso, sabiendo que por su respiración lo estaba disfrutando.
Unos chupones nuevos aparecieron debajo de su oreja, marcarlo cada vez que lo hacían era una obligación para el, otra de las cosas que lo calentaba TANTO era verlo con marcas, marchas suyas que le recordaban el cómo se las había hecho, su lengua se paseó por su clavícula haciendo que el chico temblara ligeramente, su collar de hueso era otra cosa que le encantaba.
En un momento de calentura Jojo es empujado y Kakyoin se posa encima suyo, con las piernas a cada lado de las suyas, apoyando su trasero en su naciente erección, ante esto es imposible no besarle, con mucha más pasión que antes, sintiendo la piel de los costados de su boca doler por aquellos besos tan pasionales pero entre todo aquello no era que les importaba demasiado, no al menos cuando la piel de ambos estaba manchada de saliva, definitivamente todo lo que conllevaba un beso era un detalle menor, lo único que les importaba en aquellos momentos era sentirse el uno al otro y compartir sus deseos y cariños.
Jotaro lo jaloneo hasta el por la cintura, intensificando el beso, Kakyoin se había colgado de sus hombros nuevamente, jaloneándole el pelo a la vez que se hacía soporte de esto para mover su trasero contra la erección de Jotaro, cuando este inevitablemente empezó a gemir sujeto sus caderas con fuerza, indicándole con la mirada que Polnareff y Avdul estaban dormidos delante suyo, el pelirojo le miro de lo mas sensual, clavándole sus ojos violetas antes de darle un beso mucho más profundo que los demás, torturando a Jotaro aquellos milisegundos que sus labios se separaron de los suyos, se levantó y tomo su mano, indicándole con los ojos que hiciera lo mismo.
Lo llevo hasta la puerta que iba al jardín y la abrió, ahí había una piscina de un tamaño bastante moderado pero muy limpia y elegante, el pelirojo toco un interruptor en la pared y las leves y tenues luces de la piscina se prendieron, podía vislumbrar por la luz de la piscina y de la luna un brillo en sus ojos y siguiéndolo sin rechistar habían terminado en frente de la piscina, Kakyoin le dio un beso en los labios.
-Cierra los ojos un momento –obedeció, escuchando a continuación ruidos en donde estaba en pelirojo –puedes abrirlos.
En cuanto los (o lo, estaba tuerto) abrió se le paro la respiración por un momento, viendo como el pelirojo se sacaba los pantalones y se quitaba la camisa de una manera bastante…sensual…ósea si es lenta y mirándolo fijo es sensual, no importa que se esta cayendo por que esta borracho ok? Kakyoin estaba desnudo y erecto frente a la piscina mirándolo fijamente, la luz celeste y los brillos del agua hacían un juego muy interesante en su piel, haciéndolo ver bellísimo, sacándole aquel color rojo borgoña tan característico a su cabello, en cuanto salió de su ensoñación se dio cuenta de lo que estaba pasando.
-Espera Kakyoin…-antes de que pudiera terminar de formar en su mente una oración el pelirojo le había sonreído y había saltado a la piscina, haciendo un “splash” bastante sonoro, para su suerte no le salpico nada de agua y su ropa había quedado bastante lejos para no mojarse pero…que estaba haciendo?
Ósea estaba borracho pero tampoco tanto.
-Jotaro, ven –no podía pensar ni en que decir, la visión que tenía en frente lo mareaba, su piel mojada siempre era un encanto pero el color azul y el echo de que estuviera nadando lo hacía ver demasiado lindo…aparte estaba excitado…y el también…
-Vas a despertar a Avdul y Polnareff, sal –estaba intentando ser racional, pero sabía perfectamente lo que iba a pasar.
-Hay unas toallas colgadas por allí –vio en la dirección a la que los ojos del pintor señalaba, tenía razón –no pasara nada por que estemos aquí, tomar cerveza no te dio calor?
-Kakyoin, sal –intento una vez mas, no iba a ceder, y el no tenía muchos deseos de abandonar la idea del pelirojo.
-Realmente crees que se molestarían en venir a esta hora a vernos desnudos en la piscina?
-Polnareff si, no quiero que te vean desnudo
-Si quieres puedes venir y sacarme –con una sonrisa pícara el pelirojo se alejó de la orilla, fastidiando al moreno, quien se empezó a desvestir, lentamente, mucho más lento que Kakyoin, haciéndole saber que estaba deseoso de hacérselo para vengarse, el pelirojo no pudo evitar morderse los labios al verlo, la espalda tan ancha y grande de Jotaro siempre le daba escalofríos, también le encantaban sus piernas, esas piernas de nadador que tenía a pesar de no practicar aquel deporte eran de lo mas hermosas.
Al darse Jotaro la vuelta sonrió al ver que aún seguía excitado, en cuanto salto al agua no perdió tiempo y empezó a perseguir al pelirojo, quien entre risas nadaba y saltaba lo más rápido que podía para escaparse del moreno, claro que este le estaba dando su ventaja, le estaba gustando este juego, además que el agua siempre le sentaba bien, si algo se arrepentía de no tener en su casa era una piscina.
Ver los hombros mojados de su novio le encantaba pero la propia sensación del agua tocando su piel era muy placentera, se paró por un momento, disfrutando de aquello, un poco confundido Kakyoin se acercó a el abrazándolo por la espalda, sus brazos mojados alrededor suyo lo hicieron sentirse un poco más duro, extrañamente y quizá por el alcohol no sintieron el frió del agua, pero evidentemente sus cuerpos si, aunque el pintor no tardo en volverse a poner duro de nuevo en cuando abrazo a Jotaro, quien lo sintió en su espalda con un poco de gozo.
Jotaro se sumergió un poco y se dejo flotar en el agua, haciendo que el pintor tuviera que soltarse un poco y acomodarse para seguir apoyado en su hombro, el con el estómago abajo y la cabeza en su pecho, básicamente estaban dados vuelta. Mientras que Kakyoin oía los sonidos húmedos de los cuerpos de ambos chocar contra el agua Jotaro estaba con los ojos cerrados, disfrutando del momento, realmente no creía experimentar nada así por nadie nunca más, aún si el aire frió del exterior golpeaba su piel desnuda el se sentía increíblemente cómodo.
Kakyoin se acomodó al lado suyo y se le subió encima, obviamente hundiéndolo bastante pero Jotaro tenía mucha resistencia y sabía flotar bien, así que los brazos del pelirojo en su torso haciendo fuerza para llegar a sus labios no eran problema alguno, Kakyoin estaba sumamente enamorado del pelo de Jojo flotando en la piscina de aquella manera tan mágica y de sus músculos iluminados por el agua y la luz, se veía hermoso y como muestra de ello le beso, un beso suave e inocente, rozando sus labios uno contra el otro con delicadeza, mordiendo muy de vez en cuando pero solo jugando con la forma redonda de estos. Aquellos besos lo hacían reír, le gustaba tanta dulzura a decir verdad.
Jotaro se incorporó, hundiendo sus caderas para levantarlas y en cuanto estuvo a su altura lo beso, un poco más profundamente que antes, agarrando su cuello y su cintura, el pintor le respondió poniendo sus manos en su pecho, acariciando lo poco que podía tocar con delicadeza, estaba un poco atrapado a decir verdad. Entre beso y beso no se había dado cuenta que Jotaro lo empujo hasta la pared de la piscina, gimió al sentir el frió del mármol contra su piel pero no pudo pensar mucho en ello cuando una lengua volvió a invadir su boca.
Gracias a su cercanía los miembros de ambos estaban rozándose, encontrándose ante la expectativa y el deseo, comenzando a lamer sus dientes y debajo de su lengua el pintor enredó sus piernas en las caderas de Jotaro, haciéndose fuerza con sus brazos en su cuello, otro golpe contra la pared lo hizo reaccionar cuando este lo agarro por las nalgas, pegando aún mas sus bultos, el biólogo lo empezó a embestir sacándole unos gemidos bastante audibles, definitivamente con el alcohol encima no se podía controlar ni aunque lo intentara, no le daban las fuerzas y no se sentía tan consiente.
Los labios de Jotaro bajaron a su cuello, seguramente sintiendo el mal sabor del cloro en su piel pero eso no le impidió besarlo y chuparlo entero, con ambas sensaciones tan fuertes no podía soportarlo más, una de sus manos sujeto la erección de Jotaro y la coloco debajo de sus caderas.
-Sabes? Realmente nosotros somos hombres y no necesitamos condones…podemos hacerlo…-le susurro con sensualidad, hipnotizando al moreno por unos instantes, se sentía seguro estaba seguro de que no le dolería, y así fue, el biólogo le asintió y tomo su erección, abriendo un poco sus piernas y colocando su cabeza en su entrada.
Ciertamente el agua no era lubricante, y hasta hacía las cosas un poco mas duras, pero eso no le evito sujetar sus caderas y meterse de una, haciendo que el pelirojo gritara, podía jurar que todo el mundo escucho eso, no le dolía, no se sentía raro pero lo había tomado por sorpresa y…Jojo era tan grande…agradecía haber tenido suerte con su predicción de 0 dolor.
En una situación normal Jotaro no lo hubiera penetrado sin lubricante o condón y sin haberlo preparado pero tal vez estaba un poco borracho como para olvidarse, y Kakyoin no estaba gritando así que…estaban bien.
Aún con el frió del agua una ola de calor recorrió a Jotaro en cuanto miro para abajo, viendo como el miembro de Kakyoin se asomaba y como su perfecto estomago estaba humedecido e iluminado de una manera tan erótica, lo tomo de la cintura y empezó a moverse, el chico de ojos violetas se sujetaba de sus hombros y estaba contra la pared, además el agua lo hacía flotar así que estaban cómodos de sobra, de echo era bastante excitante hacerlo así, las caderas de Jotaro empezaron a moverse insistentemente, no solo estaba desesperado si no que además el agua alrededor suyo hacía que ocupara un poco mas de esfuerzo.
El rostro tan masculino de Jotaro cambiaba a cada momento, cruzando sus cejas y abriendo sus labios, podría correrse Kakyoin algún día tan solo con mirarlo? Posiblemente si por que era hermoso, Jojo bajo hasta su cuello y comenzó a morder de nuevo, intentando acallar sus gemidos pero la situación no era nada fácil, tenía que sostenerse para no soltarse así que no podía taparse la boca, cerrar la boca y callarse solo era imposible, hasta este punto todos los vecinos deberían haberlos oído, no le extrañaría que apareciera Polnareff a molestarlos.
Su cuerpo estaba más abierto y sus piernas más separadas que en otras ocasiones, el cambio de poses siempre venía bien y era una experiencia nueva, la punta del miembro del moreno en su fondo lo hacía gritar cada vez que lo penetraba con fuerza, su miembro estaba tan grueso dentro suyo…el rozamiento en sus paredes lo hacía gritar sin poder evitar agarrar su cabello para tironearlo, cosa que al parecer excito más a Jojo por que empezó a moverse aún más fuerte contra el. Los pechos húmedos de ambos chocándose al igual que sus músculos hacían que sus pieles se tocaran, dándoles aún más sensaciones que solo la de estar haciéndolo, además de el agua…
Las caderas de Jotaro chocando contra las suyas empezaban a dolerle, Jotaro no estaba teniendo ningún reparo penetrándolo y incluso con su brusquedad no dejaba de sentirse demasiado bien, no había hecho nada más que morderlo cada tanto y chuparle el cuello mientras lo penetraba cada vez más fuerte pero aun así estaba cansado, sus brazos empezaban a cansarse de sujetar al pelirojo, tal vez era la cerveza, ya lo habían hecho así incluso parados y no se sentía así. Aún con aquello el interior del pelirojo apretándolo y succionándolo era maravilloso, no se podría cansar nunca de aquello, incluso su calor era demasiado.
La humedad de tener sexo con una mujer era totalmente reemplazable, Kakyoin era mil veces mejor, y se veía mil veces mejor que cualquier mujer que hubiese conocido jamás.
Quizá era el calor, quizá era la cerveza, quizá era la adrenalina del momento , pero Kakyoin estaba por correrse, le avergonzaba mucho pensar que de los 2 el era el que menos aguantaba, sus gemidos empezaron a entrecortarse y volverse más altos y agudos, insistentes, Jotaro al sentirlo a punto de explotar contra su estómago agarro más fuerte sus caderas, sujetándolo y se empezó a mover más rápido, golpeando la espalda del pelirojo una vez más contra la pared.
El primero en acabar con un tortuoso, alto y largo gemido fue Kakyoin, sin poder evitar con eso que Jotaro se siguiera moviendo, su cuerpo estaba sufriendo espasmos de placer, tenerlo dentro suyo luego de terminar era demasiado para el, iba a romperse y no podía soportarlo más, al intentar separarse un poco Jojo lo sujeto con fuerza para seguir penetrando lolo, hasta que al cabo de pocos segundos de una placentera agonía para el pelirojo sintió el semen caliente del moreno dentro suyo.
Mientras que los brazos de Jotaro lo soltaban, pensó en que no había tenido en cuenta el hecho de que era su primera vez sin condón y no lo había disfrutado como debería, ni siquiera se había dado cuenta por culpa de su borrachera.
Dejo de pensar en aquello cuando los ojos del ojiazul se posaron sobre los suyos, le dio un beso, que Jojo profundizo aumentando el ritmo y calor de su respiración.
Y se cansó del agua, Jotaro estaba un poco cansado del agua, así que se separo de el y salió de la piscina, agarrando su ropa del suelo y una de las toallas que estaban colgadas para dirigirse a la banca que estaba en la pared al lado de la puerta de la casa, al poco rato de estar flotando tranquilamente Kakyoin salió del agua, y procedió a hacer lo mismo, mirando como Jojo terminaba de vestirse y se quedaba sentado con los ojos cerrados en la banca, descansando.
Noriaki se sentó a su lado en cuando se terminó de vestir, apoyando su cabeza que estaba rodeada por la toalla en su hombro, no quería mojar su ropa después de secarse después de todo, lo miro y evoco una sonrisa, Jojo con la luz de la luna se veía muy lindo.
-Jotaro –el moreno susurro un bufido, dándole señas de vida –no crees que la limpieza es la parte menos romántica del sexo?
Conversaciones de borrachos.
-Si, es totalmente anticlimático, hacerlo en la ducha o en el agua evita eso…-el pelirojo se rio –quieres saber mi fantasía? –al sentir al chico sobre sus hombros mirándolo prosiguió –hacerlo en uno de los acuarios de mi trabajo, rodeado de peces.
Silencio.
Que fue llenado con la risa totalmente frenética del pelirojo, quien aún cansado tuvo que taparse la boca para no hacer un escándalo.
-Enserio? No te preocupa el bienestar de tus peces? –dijo entre risas, ocultando su cabeza en su hombro.
-Definitivamente, por eso es una fantasía…pero una sola vez no estaría mal…
-Crees que nos hayan escuchado? –pregunto un poco más calmado, la respuesta era obvia.
-Claro que si, solo bebimos no nos drogamos ni nada para quedar TAN dormidos.
Días luego de aquello Kakyoin lo había alcanzado en su trabajo, tenía algo que decirle, otra vez, la última vez que una pareja suya le había dicho tenemos que hablar resulto que iba a ser padre, pero esta vez lógicamente no era el caso.
Al bajar las escaleras se encontró al pelirojo en la puerta, igual de encantador que siempre, al ponerse en frente suyo Kakyoin lo recibió con un dulce beso en la mejilla, típico de el.
-Que extraño que no pudieras esperar a que fuera a tu casa –por un momento aquello lo había asustado, creyó que era por que estaba cerca de su trabajo pero no tenía su típico estuche así que había ido expresamente por el.
-quería arreglar esto rápido, escucha se que no debería meterme y ya te lo pedí una vez pero…hace poco cumplimos 4 meses…se que no es importante y ni siquiera tenemos una fecha fija, yo lo estaba tomando como el día que…nos tocamos….y eso –de cierta manera tenía razón, aquella pelea beso no era una confesión muy profesional –el viernes Jolyne tiene un cumpleaños, yo la deje ir, se que la estamos dejando salir mucho pero quería preparar algo especial y necesitaba saber si a partir de las 5 estabas disponible para salir conmigo…tengo en mente un sitio muy especial y realmente me gustaría…celebrarlo ahí.
Lo había dejado hablar sin interrumpirlo por que no sentía que tuviera algo que decir, le parecía súper tierno de su parte pensar en cuantos meses llevaban y en…celebrarlo, Kakyoin había habado mirando al suelo todo el tiempo así que levanto su mentón con un dedo y lo beso, dándole una cálida sonrisa que el pelirojo supo interpretar como un si, estaba enamorado.
-Claro, a las 5 en donde? Tu casa? –no podía decirle que no, y podría sacrificar un poco de tiempo con sus delfines por el, no pasaba nada.
-No, pasare a buscarte a la tuya –se llevó una mano a la cara para disimular su sonrisa de tonto –tengo que planear todo, me alegra que hayas dicho que si���por otra parte te traje un almuerzo, no se si comiste pero te traje pollo frito, me costó un poco pero considero que me quedo bien –el pelirojo levanto una bolsa con un tapper dentro.
Dios lo amaba demasiado
Aquel día a las 5 de la tarde Kakyoin apareció con un traje, un maldito y muy fino traje que lo hacía ver hermoso y un peluche bajo el brazo, quizá era poco romántico y muy poco maduro por que ambos eran hombres de casi 30 pero aquel delfín era adorableeeee. Jolyne se iba directo de la escuela a aquel cumpleaños y al medio día irían a buscarla, dándoles suficiente tiempo como para recuperarse de todo aquello que planeaba hacerle.
Lo recibió con un beso, algo raro para el, usualmente lo recibía con un beso en la mejilla pero ese era un día especial, dejo en peluche en la mesita de la entrada cuando se lo entrego, correspondiendo aquel beso, imaginaba que no lo necesitarían en la noche. El pelirojo en cuanto se separó le tironeo del brazo, detrás suyo había…un coche bastante amplio, no era una limusina pero era grande, en cuanto cerro la puerta y se metió al auto este tenía sillones y un televisor con un bar en medio.
Realmente había preparado bien esto, no podía contener la sorpresa en su rostro aún con lo inexpresivo que era, lo que le causó una risita al pelirojo, seguramente se gastó un dineral y solo era el principio de la noche.
-A dónde vamos? –pregunto, el no estaba vestido tan formal pero al parecer a Kakyoin no le importaba.
-A la playa, no esta tan lejos como parece con la ruta que descubrí, y ahí seguiremos el resto del tiempo –en cuanto Kakyoin le paso un papelito al conductor este cerro la ventanilla oprimiendo un botón, ocasión que el pelirojo aprovecho para subirse en las piernas de Jotaro, mirándolo de frente –encontré un lugar muy lindo donde pasar la noche, te gustará…
Jojo le paso una mano por el pelo, desordenándoselo, no tenía caso ser el único formal de la noche no? Kakyoin agarro un control remoto que estaba detrás suyo y se dio la vuelta un momento para poner una película de fondo, no sabía cual era, no reconocía nada pero las imágenes estaban bien, no afectaban el ambiente entre ellos.
-Podemos hacerlo aquí en el auto? –pregunto curioso.
-No, quiero que nos guardemos para la noche –un escalofrió recorrió su espalda cuando sin darse cuenta los dedos de Jotaro se habían metido debajo de su traje, acariciando su cintura, aquello le hacía cosquillas –nisiquiera estas duro –dijo riéndose, su novio era un impaciente –tenemos una hora hasta la playa, aguántate, será una noche larga.
-No me retes, con solo verte puedo ponerme así en el momento que sea –rodando los ojos, Kakyoin le dio un beso, podía sentir la sonrisa traviesa de Jojo en sus labios.
Lo que había planeado Kakyoin para pasar la tarde hasta la hora de la cena era un paseo en bote, evidentemente Kakyoin había planeado bien por que no había nadie que lo manejara, y el era el único que sabía manejar una cosa así por lo tanto estarían totalmente solos, por supuesto que no era como que su privacidad importara mucho por que no lo iban a hacer en el bote pero no estaba mal, iban a ver la puesta del sol comiendo galletitas y tomando cosas ricas, de cierta manera era una actividad un tanto aburrida pero era tranquila, y ambos disfrutaban de su tranquilidad así que estaban bien, seguramente antes que mirar la puesta de sol estaría mirándolo a el todo el tiempo.
Igualmente primero habían ido a caminar por la playa, a Jojo esto se le hacía pesado así que lo llevo un poco mas adentro donde si podían apreciar algo de…vida…marina…era extraño ver a Kakyoin con los pantalones del traje en la mano pero con la parte superior del traje y un bañador, iba bien preparado, estaban los 2 mirando estrellas de mar y peces pequeñitos sentados en una roca, también había algunos otros animales cerca de ambos pero no tanto, Jojo le explicaba cada tanto alguna que otra cosa y Kakyoin realmente se mostraba interesado en sus mierdas pero para el ponerse a hablar cada vez que veía un pez era rutina.
Hablando de sus antiguos y primeros trabajos, bah, hablando de hace años atrás, Kakyoin recordó algo que lo hizo reír –recuerdas cuando había trabajado de camarero en un bar de estos donde se reúnen los oficinistas a la noche? Los invite a ustedes una vez –el moreno asintió para seguir escuchándolo –tratar con borrachos es realmente difícil, y no lo digo solo por mi ya que…
-Si sabes que tuvimos sexo en la piscina de Polnareff no? –pregunto, sin saber exactamente cuanto la amnesia de ebrio de Kakyoin le había afectado.
-Si, mi culo me lo dijo
-Tus labios no te dijeron aquel día que nos besamos? –pregunto Jotaro volteando la mirada, Kakyoin lo miro un poco impactado, ah resentimiento hermoso resentimiento, esas eran heridas difíciles de sanar, continuo para seguir por lo bueno, sabía que Jotaro era un insensible de mierda pero estas cosas no se sacan como tema de conversación cuando están celebrando un mesaniversario, Jotaro estúpido.
-El caso es que siempre había clientes que se la pasaban tocándome el culo, no a las chicas, a mi y solo a mi, creo que se habían aliado todos para molestarme, aparte de los cumplidos y demás, por suerte…recuerdas a Reimi? La chica de pelo corto que su perro siempre la venía a buscar? Bueno ella por suerte me salvaba…incluso la noche que ustedes estaban se la pasaron molestándome…luego por algún motivo lo dejaron de hacer, no sabría decir exactamente cuándo –su mente se perdió en el silencio, intentando recordar las fechas de aquella anécdota.
-Cuando les saque la mierda por la boca –susurro Jojo y el chico de ojos lo vio incrédulo –esa noche golpee a 3 tipos y los deje en el basurero, les dije que no se acercaran a ti o lo lamentarían, ellos o los demás, si te dejaron de molestar al parecer si estaban aliados o conocidos –a Kakyoin se le caía la mandíbula de lo abierta que tenía la boca, totalmente sorprendido.
-A la mañana de ese día que los invite encontramos a algunos en el basurero bastante golpeados, no les dimos importancia creyendo que fue una pelea de borrachos normal y corriente pero…pero fuiste tu? –Kakyoin no podía creer lo que escuchaba, Jotaro lo había defendido hace tanto tiempo?
-Eso era acoso, no se si lo estabas tomando como una broma o que pero a mi me hirvió la sangre cuando lo vi –mirando la cara de asombro del pelirojo respondió la pregunta que seguro se estaba formulando –en aquel tiempo todavía no sentía nada por ti ni nada por el estilo, lo hice como amigo.
-Lo se pero…-el pintor no pudo ahogar una risita, agarrando con fuerza su mano –te quiero Jotaro –una sonrisa apareció en los labios de Jojo, antes de darle un beso.
Pasado un rato fueron al bote, no tuvieron ningún problema con el tipo de la caseta de alquiler por que Jotaro se entendía bien con el sistema así que no tardaron en partir, estuvieron en mar poco menos de 2hs, comiendo y tomando las cosas que Kakyoin había preparado en el refri.
Jotaro se había puesto a hacer algo que le gustaba de sobremanera, navegar, adoraba el sonido de las olas y el motor juntos, lo hacían pensar que podía ir hasta donde el quisiera en cualquier momento, y por suerte como estaba oscureciendo no tenía por que ponerse protector solar, aparte el clima estaba muy bien, definitivamente Kakyoin planeo todo tan perfectamente…
Cuando llegaron a un punto de la playa que consideraron que las vistas se veían lindas Kakyoin se sentó en una de las sillas que estaban en la parte delantera del bote, al igual que Jotaro, era estúpido verlo con una camisa y pantalones de traje en altamar, el por su parte solo había quedado en remera y calzoncillos pero…bueno Kakyoin se vino formal. Así que aunque estuvieran incomodos se abrazaron, mirando el atardecer, aunque era algo bastante tranquilo para hacer, era muy romántico, y Jojo estaba disfrutándolo.
En especial disfrutaba ver como la luz naranja del sol se pegaba al cuerpo del pelirojo, se veía hermoso.
Y la piel y el pelo de Kakyoin estaban frios, producto de la brisa marina.
Cuando el sol se puso no tardaron en volver, no habían estado mas de…una hora y media pero había sido entretenido, seguro había pagado una millonada por aquella hora y media y después seguía una noche en un hotel, no es como si le importara por que realmente un picnic en un parque hubiera estado bien pero siempre es lindo ver los detalles y el lujo nunca esta de más.
En cuanto salieron del negocio del alquiler de botes Kakyoin se agarró del brazo de Jotaro, llevándolo hasta la parte turística alrededor de la playa, había mas gente de la que parecía caminando pese a ser época laboral, aunque claro después de todo era fin de semana.
-Al hotel al que vamos tiene un espectáculo de jazz dentro de poco, quieres comer allí o prefieres pasear un rato mas antes de comer? –le pregunto con una sonrisa encantadora, a decir verdad Kakyoin se sentía bastante seguro y conforme de si mismo el día de hoy.
-Quiero hacértelo, ahora –la falta de delicadeza de Jotaro lo dejo sin palabras, entre medio de una risa suspiro acelerando el paso, si Jotaro se lo proponía la verdad es que a el también le daban ganas…
-Comeremos en la habitación, que te gustaría?
-Aparte de comerte a ti…no se, elige tu, no tienes mal gusto para comer –bueno, Kakyoin tenía ganas de ver el espectáculo, pero esto le daba nuevas ideas y ya tenía un plan.
El camino al hotel fue extraño, el hotel parecía un lugar totalmente normal pero cuando el pelirojo pidió las llaves se notaba muchísimo que era un motel, lo que lo hacía preguntarse por que tenía restaurante y salón de espectáculos, de seguro era de estos lugares del circulo social de artistas raritos en los que Kakyoin se movía, y de cierta manera muy oculto en su corazón esperaba que no hubiera traído a nadie aquí. No podía evitar ser un idiota celoso y dudoso y eso le molestaba de cierta manera, era pleno capricho personal ser así de tonto.
Aunque se estaba reprimiendo cuando tomaron el ascensor para pararlo y atacarlo ahí mismo la espera valió la pena cuando llegaron a la habitación.
Toda la habitación era de un color azul bastante bonito, había peceras en las paredes y una cama con sabanas rosas, además estaba iluminada por unas lámparas con imitación de velas, había un proyector en el techo pasando diferentes videos haciendo un juego de luces de colores bastante lindo y…un jacuzzi a muy pocos metros de la cama. El pelirojo conforme al ver su sorpresa se dirigió al teléfono del cuarto, donde al presionar un botón se puso a hablar para que le trajeran su cena, no escucho bien que había pedido puesto que en cuanto cerro la puerta se había dispuesto a prender al jacuzzi que como bien saben al principio son bastante ruidosos.
Mientras el pelirojo terminaba con su orden y el jacuzzi se llenaba se puso a ver los peces en las peceras, peces normales, ni siquiera de agua cálida pero tampoco podía pedir que Kakyoin le construyera una sala de motel especial para el, ya todo esto era lo suficientemente perfecto, una sonrisa se escapó de sus labios al ver los peces, se sentía tonto y…enamorado, cayo en cuenta de esto cuando sintió unos brazos rodeando su pecho y un miembro erecto sobre su trasero.
-La cena estará en unos 40 minutos, la comida de motel es la mejor que puedas probar en tu vida –las caderas del pintor se movían lentamente contra su pantalón, era la primera vez que Kakyoin hacía esto y no le disgustaba.
Todavía seguían con ropa?
-Kakyoin te crees que mi vida gira en base al océano? –una risa salió de los labios del pelirojo quien al parecer podía leer mentes y metió su mano debajo de su camiseta, sujetando uno de sus pectorales, un pequeño jadeo salió de su boca.
Bastante complacido Kakyoin se separo de el no sin antes darle un mordisco en una oreja, Jotaro todavía no estaba duro pero el si y sabría que no tardaría mucho en pasarle lo mismo– en un momento vuelo –el moreno quiso agarrarlo de un brazo, pero por suerte sus reflejos lo ayudaron y dio un salto hacía atrás, dejando bastante disconforme al moreno que lo miro molesto –por aquella puerta aparecerá la comida por un cuartito separado, y no te quites nada, me gusta desnudarte –dijo antes de encerrarse en el baño.
Se miro al espejo intentando convencerse a si mismo de lo que iba a hacer.
Hace un tiempo había regañado a Jotaro por ver unos dibujos que el había echo, en aquel momento la idea no le interesaba pero ahora le daba cierta curiosidad y…no parecía mostrarse disconforme ante ello, no dijo que particularmente le gustara pero el quería intentarlo…aunque sea por su propio gusto y ego, Jotaro no es como que lo fuera a rechazar ni nada, de todas maneras era ropa que se iba a ir no?
Al menos eso pensaba mirando el conjunto de lencería que había dejado preparado el día anterior.
Se perfumo un poco y se paso una crema por el cuello y los hombros, intentando sacarse el aroma a sal, poco a poco fue sacándose la ropa hasta quedar desnudo frente al espejo, sus manos temblorosas agarraron el par de medias que había comprado, verdes? No sabía en que estaba pensando realmente, pero siempre había sido su color mas usual y…se las puso sin pensar en ello, alejando la vergüenza a un lado, se miro un par de veces mas volteando sus caderas para verse por delante y por detrás…se veía…exactamente como pensaba que se vería…también sentía un poco de pena como esperaba que le pasara.
Curiosidad satisfecha, las usaría solo por hoy.
Prosiguió con la tanga, nunca se había puesto nada así además de lo raro que se sentía frente al espejo…esa cosa lo estaba partiendo en 2, como aguantaban las mujeres? Y por que había escogido algo tan pequeño? Ah si, por que Jotaro siempre le dice que tiene buen culo y el se lo cree, además que le estaba apretando el bulto de una manera bastante exagerada.
Llevaba unos 5 minutos ahí encerrado, seguramente Jotaro se estaría preguntando que estaba haciendo, así que dejo el corset de lado, que por cierto le parecía una exageración, no sabía por qué lo había comprado, eso le pasaba por ver porno raro después de noches de insomnio por no dormir y jugar como un desgraciado, también era que le acomplejaba un poco su estómago y no se le ocurría con que taparlo.
-Jotaro –levanto un poco la voz para que el moreno lo escuchara por detrás de la puerta.
-Si? Estas bien? –que ternura, Jojo preocupándose.
-Voy a salir, quiero que cierres los ojos si? –detalle, no debería decir ojos, pero sería peor que dijera ojo, proceso de adaptación.
-Listo.
En cuanto salió se lo encontró vestido sentado en la cama, cerca suyo estaba el control que cambiaba las imágenes del proyector.
Todavía tenía oportunidad de correr al baño y cambiarse no?
O quizás no, con las piernas temblándole y con el corazón latiendo a toda velocidad se paro enfrente del moreno, agarrando su mano y llevándola a sus labios para darle un beso.
-Ábrelos –su voz sonaba ronca y a la vez aguda por la vergüenza.
En cuanto abrió los ojos se encontró al pelirojo delante suyo, con sus hermosos labios apoyados en el frente de su mano, encantador, al bajar la mirada casi se le sale el alma del cuerpo.
Nada mal, al menos eso podía pensar Jotaro, seguramente su cara se veía ridícula o Kakyoin saldría corriendo espantado pero no lo podía evitar, era toda una sorpresa, una muy agradable sorpresa, no podía ver la parte de atrás pero la experiencia le decía a Jotaro que aquello era una tanga, la manera en que su bulto estaba apretujado contra la tela y el bello de su pelvis desaparecía detrás del manto verde oscuro le causaron una erección, instantánea, demasiado fácil, si Kakyoin quería hacer las cosas rápidas algún día esa era la manera.
Con la respiración cortada y el corazón apunto de salírsele del pecho puso sus manos en las caderas de Kakyoin, quien tembló ante el frió contacto de estas, sus dedos empezaron a jugar con los costados de su ropa interior y con la piel alrededor de esta, al seguir mirando podía decir que aquellas medias le quedaban soberanamente bien, quería arrancárselas como papel a un caramelo y morderle los muslos, se había fijado poco en ellos, tal vez esto era un grito de atención.
En la necesidad de decir algo al ver que el pelirojo no dejaba de temblar hablo –sabes que esto no es por la ropa de mujer verdad? Es que….te realza, te ves bien –aquello pareció calmar al pelirojo, aunque ya de por si estaba sonrojado y ahora estaba terriblemente sonrojado al menos se había tranquilizado, seguramente estaría pensando en que ahora opinaría mal de el y todas esas burradas, Kakyoin sería muy atento y lindo pero si pensaba en esas cosas era un idiota.
Al menos eso opinaba mientras le levantaba una de las piernas y la ponía al lado de su cadera, inclinando un poco el cuerpo del pelirojo que se mantenía firme frente a el, por no agregar de que también estaba bastante excitado, lo que podía comprobar al ver el muy marcado bulto de su ropa interior, si le ponía imaginación hasta podía ver una vena, pero enserio parecía que se saldría de ahí de lo parado que estaba, tierno y adorable Kakyoin.
El pelirojo le quito la gorra y mientras le bajaba el saco se acerco para besarlo, beso que Jojo respondió con bastante mas desesperación de la que recibió en primer lugar, aquel beso lo había prendido obligándolo a quitarse su saco a riesgo de sacar sus manos de la piel del pelirojo, una lástima pero tenía que hacerlo por unos instantes, momento que Kakyoin aprovecho para subirse en sus piernas y sentarse en estas, rozando los bultos de ambos.
Jotaro bajo sus manos a sus piernas, subiendo para seguir el recorrido de la ropa interior, la cual a medida que avanzaba se iba volviendo mas pequeña, detalle que lo hizo agarrarle cada nalga con una mano, deleitado ante la sensación de su piel hundiéndose en sus dedos, no podía verlo pero sabía de sobra que si lo tenía enfrente no le iba a dar descanso alguno, seguro se veía hermoso.
Las manos de Kakyoin bajaron hasta su cintura, tironeando de su musculosa hacía arriba, estaba más desesperado de lo que aparentaba, las ansias en su entrepierna lo estaban poniendo al límite así que estaba dejando su vergüenza y pudor de lado. Al liberar su pecho de aquella prenda paseo sus manos por aquella piel tan cálida, tocando sus brazos y su espalda a gusto a la vez que movía sus caderas, haciendo que los besos que recibía del moreno se cortaran por sus gemidos, la presión de los miembros de ambos tocándose era mucho para ambos.
El ojiazul lo empujo con sus manos en su trasero hacía delante, haciendo que el choque de sus cuerpos fuera mas intenso, ambos soltaron un audible gemido de placer, ocasión que Jotaro aprovecho para meter su lengua en su boca, empezando a explorarla a fondo, sintiendo las texturas de la boca del pelirojo, no paso mucho antes de que la lengua de este se uniera y ambas empezaran a moverse una contra la otra, haciéndolos jadear y aumentar el movimiento de sus caderas.
Kakyoin bajo una mano al pantalón de Jotaro, bajando su cierre y sacando su miembro, el calor y la dureza de este lo excitaron mas haciendo que tirase a Jotaro contra la cama y se subiera encima suyo dándole la espalda, literalmente tenía su hermoso trasero delante suyo, ni siquiera le importaba que tuviera la mitad de las piernas fuera de la cama.
-Quiero…probar algo…-sabía que el pelirojo susurro algo pero no podía hacerle mucho caso, no con su trasero perfectamente marcado y separado por la prenda mirándolo fijamente, además de que aquel pequeño triangulo le daba una forma exquisita, cuando estaba apunto de volverlo a tocar algo lo desconcentro, haciéndolo gemir, era Kakyoin que lo estaba lamiendo, su boca se sentía bien…No se había dado cuenta pero estaban haciendo un 69.
La boca del chico de ojos violetas se hundió sobre el miembro del moreno quien hecho la cabeza para atrás, con la mirada aún fija en el trasero del pelirojo, su lengua se movía a lo largo de su miembro tocando sus venas con la punta de su lengua, de nuevo Kakyoin sabía perfectamente que hacer, su lengua lo rodeaba abrazándolo mientras subía y bajaba. Su mano se poso en la tanga del pelirojo bajandola hasta llegar a sus testículos, donde abrió la tela liberándolos junto con su miembro, ahora todo era el triple de sexy.
Con la respiración entrecortada producto de los gemidos que el chico le sacaba se acomodo y metio el miembro de este en su boca, sintiéndolo temblar arriba suyo, en momentos como estos agradecía que ambos fueran bastante bien dotados por que si no las cosas serían complicadas, no es como que tuviera problema con meterle dedos pero realmente prefería chuparlo.
Entre gemidos la lengua y los labios de Kakyoin se encontraban con la cabeza de su miembro en su boca, dándole sensaciones aún mas fuertes al moreno ya que después de todo era su punto debil con toda la saliva alrededor suyo, el no podía hacer mucho mas que seguir chupando, ya que no importa como se moviera siempre iba a tenerlo trabado en su boca, así que mejor disfrutarlo, entre todo su lengua comenzó a tocar dentro de su boca la cabeza de su miembro al igual que como el lo hacía, el pelirojo no era tan sensible ahí como el pero sabía que le gustaba igual y eso se reforzaba con los jadeos que se escuchaban salir de su boca.
Sus manos se pegaron a sus nalgas para sujetar sus caderas, hundiéndolo hacia el para que se metiera mas profundamente en su boca, pero todas sus intenciones y pensamientos quedaron cortados una vez mas cuando Kakyoin además de lamerlo se puso a masturbarlo, aunque sea en la base ya que todo lo demás estaba en su boca, volvió a su trabajo esta vez usando solo su lengua sosteniéndolo con su labio para que no se salga, no entendía exactamente cuando había aprendido el arte de chupar pero lo estaba dominando.
Empezaba a sentir aquella presión en su entrepierna que le decía que estaba por acabar, no tenía ganas de hacerlo aún pero todo lo había tomado desprevenido y…la vista de Kakyoin enfrente suyo era sexy, cada tanto sus dedos se hundían en sus nalgas un poco solo para disfrutar de su suavidad, además que lamerlo lo hacía excitarse cada vez mas, le daba mucho morbo cuando su boca se abría y el miembro del pelirojo se encontraba con sus labios, o como le caían hilos de saliva…
Incluso si acababa ahora estaba seguro de que no tardaría en volver a estar listo, tenía que ocuparse del pelirojo todavía, quien seguramente se iría poniendo mas y mas lindo con el pasar de la noche.
Su mente se perdió cuando se corrió en la boca del pelirojo sin ningún aviso, quien no se lo esperaba para nada y evidentemente un poco de semen se derramo encima suyo, el chico se separo un poco de encima suyo dejándolo respirar, Kakyoin seguía erecto pero al menos esta vez no se estaba tocando con su propia mano o algo, quería rendir el resto de la noche al parecer.
Sus ojos (o ojo, por que ahora era un tuerto de mierda) se cerraron, ayudándolo a tranquilizarse un poco, no había notado lo acalorado que estaba, al parecer estaba demasiado cegado de la excitación como para fijarse. Encima suyo el pelirojo comenzó a moverse, sentándose al lado suyo en la cama, no podía verlo pero sabía que lo estaba mirando, y en especial podía relajarse un poco más ahora que sus dedos estaban acariciando su rostro, los dedos de Kakyoin estaban calentitos, alguna vez había dicho que le gustaba el contraste de temperaturas?
Cuando abrió los ojos Kakyoin estaba a su lado sonriéndole, Jotaro sin ningún aviso tomo su erección moviendo su mano despacio, haciéndolo sonrojar.
-Dame 5 minutos… -susurro, luchando contra el cansancio, aunque los ojos se le iban directo a los costados de su cuerpo donde la tela de la tanga se sujetaba a sus caderas, pero le provocaba mucho masturbarlo así despacio.
-Esta bien –el pintor se recostó encima de su pecho, dándole a Jotaro la sensual visión de ver su trasero por encima de su cabeza –la comida no debería tardar en llegar.
-Te doy lo tuyo y paramos para comer un poco si? Necesito rendir toda la noche –una risita del pelirojo resonó en su pecho.
-No tienes por que, si estas cansado podemos…
-No, es una meta personal.
-Jojo –hizo un bufido, de respuesta, sin muchas ganas de hablar –te quiero –una calidez invadió su pecho en ese momento, levantando al chico con su brazo para atraerlo a el y besarlo.
También te quiero Kakyoin
Unos ruidos provenientes del baño habían despertado al pelirojo, veía desde la puerta entreabierta como las luces estaban prendidas y como Jotaro faltaba al lado suyo…
Cansado y adormilado se levanto de la cama, encontrándose una situación bastante peculiar frente al espejo del baño.
-Jojo eso es…tónico para el cabello? –el moreno que tenía una botella en la mano se dio la vuelta violentamente, a mirarlo.
-No…-respondió entre medio atónito y avergonzado mirando al suelo.
-Ay por favor esas cosas no funcionan, desde hace meses note que te estas quedando calvo
-No me estoy quedando calvo –respondió molesto, Kakyoin era realmente molesto, siendo el tan perfecto y el tan…
-Esa frente no es ni medio normal
-Cállate
-Jotaro tenemos 65, no pasa nada, solo te digo que esas cosas son un botadero de dinero por que son una mentira…no me digas que eso era lo que te ponía el pelo aceitoso –el pelirojo se acerco a humedecer una toalla y pasársela por la cabeza.
-Eso dices tu, que no tienes problemas, tardo bastante mas de lo que pensaba en empezar a caerse, incluso mi abuelo a esta edad no tenía problemas de calvicie, por que yo si? Mi padre empezó a tenerla mucho después…
-Todos son diferentes, tu por ejemplo te conservas mejor que yo, genes Joestar acaso? –pregunto con una risa poniendo la toalla en el mueble.
-Para mi sigues estando bien –una mano traviesa empezó a pasearse por el trasero del pelirojo, la voz socarrona y medio dormida del ojiazul lo hacía reir.
-Ven a dormir y no te preocupes por esas cosas –Kakyoin le dio un beso en la mejilla, quitando la mano de Jojo de ahí, al darse la vuelta este lo abrazo ocultando su nariz en su cabello, los fuertes brazos de Jotaro estaban rodeándolo.
-Te quiero –le susurro al oído, a Kakyoin le seguía causando la misma paz y calidez que cuando eran mas jóvenes.
-Yo también pero ya te pongas mas nada en el pelo, vamos a dormir
Fin
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Corazones Indomables 4
Notas del cap:
Ando demasiado ocupada con muchas cosas que ni tiempo he tenido para poder corregir errores de esta historia… una mega disculpa… pero sigo en ello, lo juro… aun tarda para ver a Rusia… aguanten XD
¡A leer!
4 - Andando un camino en solitario
Ese no había sido un verdadero adiós, se dijo México mientras seguía corriendo entre calles y callejuelas con desesperación, encontrando a lo lejos una carreta que parecía salir de la ciudad, se encamina rápidamente, estirando una de su mano, manteniendo en su mente la promesa… no era un adiós, porque sabía que algún día, el latino volvería a ellos y volverían a ser una familia otra vez, lejos del terror de ser acosado y perseguido; pero por ahora, debía de correr, para mantener a salvo a las únicas personas que le importan, para poder, vivir otro día mas
Apenas el moreno logro llegar y subir al carruaje de paja, se hunde en ella ocultando todo rastro de su presencia, cerrando sus ojos al tiempo que ruega a los dioses y a sus padres difuntos, para que sus perseguidores no puedan dar con él; para que su familia y amigos puedan sobrevivir si él se iba lejos suyo, reza para que la suerte favorezca a todos este día y puedan reencontrarse en el futuro
Sus ojos se cierran, el ya ha logrado llegar hasta el fondo del carruaje conteniendo su respiración; escucha aun como la carreta para entre la gente, escucha el ajetreo, las personas gritando y las voces de algunos mas que hablan sobre él; se hace un pequeño ovillo, cubriendo su cabeza con sus manos en una posición fetal, recordando el mismo miedo que le carcomía cuando era pequeño y veía su mundo derrumbarse, diminutas lagrimas se asomaron por sus ojos fuertemente cerrados y mientras el barbullo de la ciudad donde había vivido relativamente poco tiempo, se iba alejando y volviendo un silencio pacifico, México se pregunta ¿Qué pasara ahora? ¿Qué clase de preparativos tenia la vida para alguien como él? México indudablemente no estaba listo para vivir solo y menos lejos de su familia; sabia sobrevivir por su cuenta, pero jamás lo había hecho en realidad, porque los tenía a ellos; ahora, estaba solo, completamente solo a su propia suerte…
*Como aquella noche* se dijo bajito, abriendo un momento sus ojos, solo viendo paja alrededor de su cuerpo; soltando un suave suspiro y abrazándose a si mismo calmado su miedo y su tristeza…
México cerró sus ojos nuevamente, rogando por no ser descubierto, por vivir otro día más para poder cumplir algún día su promesa, pero ante todo, la promesa de vivir. Su mente le juega sucio, como a una mala y terrible pesadilla, se recrea una segunda vez el momento en que él y su hermano corren por los incendiados corredores en fuego, luchando por sobrevivir; solo que en esta pesadilla, México se ve solo, siendo un niño pequeño, aterrado de no saber a dónde correr; al final, termina hecho un pequeño ovillo en el medio de un pasillo, acorralado por el fuego, llamando desesperadamente por su madre, por su padre, incluso por su hermano… pero lo único que llega a él, es el fuego y una voz infantil en el medio de este, saliendo como si de un demonio se tratase, USA, ese niño que sonríe de un modo retorcido aun para aparentar 10 años, burlesco y con una cadena con grillete que parece traer adornando con listones y flores
-Tú eres mío ahora México- escucho su voz y sintió su cuerpo entero temblar en terror
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-¡Oye, chico! ¡Despierta hijo!- el latino abrió sus ojos de golpe, sentándose bruscamente en el lugar, su respiración era agitada, estaba sudando, lagrimas escurrían por sus mejillas y al tratar de reconocer donde era que estaba, solo vio la oscuridad de una noche llena de estrellas sin mucha luz mas allá de una antorcha y finalmente, a su costado, un hombre viejo de esponjosa barba blanca y piel arrugada, llamándolo preocupado; México volvió a mirar otra vez sus alrededores ahora que estaba más consciente de lo que estaba hace unos segundos, volvió la mirada a la carroza y luego al hombre que parecía calmarse junto con su agitado corazón
-Lo- lo siento señor, perdóneme- habla tartamudo, sin saber que decir exactamente; aun se siente desorientado, por otro lado, el aciano por fin suspira aliviado, alejando su mano del hombro del latino y sentándose mejor dentro de la carroza y la paja
-Dios mío, te pusiste a gritar de un momento a otro, me asustaste chico… no sabía que venias como pasajero… hahaha, de haberlo sabido hubiera ido más lento hijo- comienza a reír y bromear el anciano, México lo mira con una diminuta sonrisa apenada que lentamente va cambiando a diversión ante sus palabras, un diminuto rosa aparece en las mejillas del moreno y su mirada baja avergonzada unos momentos pero sin desprender el contacto visual con el anciano
-Lamento mucho, de corazón, por no haber avisado que había subido sin permiso, lo siento señor… pero unos tipos me estaban persiguiendo y fue la única manera que encontré para escapar… ni siquiera creo saber en qué momento me quede dormido; lo siento mucho, no quería molestarlo con mi presencia- se disculpa rápidamente, aunque es cortada su letanía al escuchar al anciano reír estridentemente al tiempo que se hacia hacia atrás y daba ligeras palmadas al hombro del adolescente que era levemente movido por la fuerza del “golpecito”; luego de que el anciano terminara su risa, con una radiante sonrisa y una mirada cálida, hace mención de importar poco el que hubiera subido sin invitación
Después de lo que parecen algunos minutos hablando animadamente entre ambos, México termina sentado al lado del anciano dentro de la carreta, la charla continua amena y divertida para ambos, riendo y siendo el latino quien a cada rato termine agradeciendo nuevamente su amabilidad por ayudarlo y no dejarlo parado a la mitad de la nada; las charlas siguieron otro rato mas para gusto de ambos, siendo, mayormente, la risa del mayor el que inundara el ambiente
-Así que eres un miembro del circo, nada mal hijo- dice entre pequeñas risas sin malicia, México sonríe emocionado, tal vez en pago pueda mostrarle algo de lo que sabe hacer, aunque puede notar que el hombre no ha parado su monologo
-Así que, imagino que tú serás uno de esos jóvenes que luego llega y roba a esa cascarrabias de Marina, la mujer de la boutique- dice al tiempo que le guiñe el ojo en complejidad, México ha dejado de reír para verlo con sorpresa, comenzando a tartamudear ligeramente nervioso
Y aunque México ya se estaba comenzando a pensar en lo peor que podría pasar en una situación así, lo único que encuentra es una risa igual de alegre y divertida como había estado escuchando del hombre desde hacía rato, sus ojos pestañearon confundido al ver al hombre reír de un modo tan jovial pese a su aspecto
-Descuida hijo, no te hare daño y no diré nada… si esa hubiera sido mi intención te hubiera descubierto desde hacía mucho tiempo atrás… a ti y a esos jovencitos- menciona como si nada, como si no fuera algo de relevancia; México se encuentra con la boca abierta, viéndolo sorprendido y, honestamente, aliviado de saber que no sería atacado ni entregado a la policía pese a sus crimines… igual, se sentía algo tonto… él creía que sus disfraces eran perfectos… no podía creer que alguien terminara descubriéndolo al final. Hay un corto silencio después de esta afirmación, en lo que México procesa la información que acaba de recibir y el anciano bebe de uno de esos sacos de piel; poco después, ofreciéndole un poco al moreno. Después de beber, lo que habían sido risas, se vuelve un pequeño silencio apenas cortado por una simple pregunta
-¿Por qué has escapado de tu hogar en el circo?- pregunto, creando al tiempo un silencio más pesado entre ambos, con México bajando la mirada dolido hacia sus manos que sujetan las ropas de su pantalón, aferrándolas con fuerza y sintiendo su cuerpo estremecerse con un chiflón de viento que los acaricia a ambos
-Tuve que escapar… para no ser atrapado por… un demente…- menciona bajito al tiempo que sus lagrimas se muestran, negándose a escapar de sus ojos y tratando de carraspear para que el nudo en su garganta no se haga más presente; mientras México mira sus piernas tratando de mantenerse fuerte ante la adversidad y su soledad, lo que encuentra es un abrazo cálido por uno de sus costados jalándolo hacia el cuerpo ajeno en un abrazo cálido y reconfortante que sorprende al moreno; haciendo ver al adulto que le regala una suave sonrisa de apoyo y reconfortante en aquel hombre de avanzada edad, siendo las palabras innecesarias al ser todo dicho entre las miradas de ambos en el medio de la oscuridad
-Descuida hijo, tu y los tuyos son muy fuertes, lograran salir de esto sin problemas, lo sé, los he visto a todos desde que llegaron; aunque lucían como pequeños cachorros asustados del mundo, nunca se amedrentaron, ninguno de ustedes; siempre supieron seguir adelante, tal vez no del modo más honesto, pero supieron vivir- el hombre se aleja un poco de México, para tomarlo desde su barbilla y hacer que la mirada de ambos colindara con un amor fraternal
-Eso ya es mucho en un mundo tan cruel como este; no temas hijo, ya verás que estarás mas que bien como siempre- menciona por fin el hombre, haciendo que las lagrimas que no habían caído del mexicano, por fin comiencen a ser derramadas al tiempo que su rostro se llena de brillos y esperanza por sus palabras; México comienza a agradecer suavemente, el hombre sonríe divertido, guiñándole el ojo y dando palmadas y un abrazo fuerte a ambos
-Bueno hijo… ¿A dónde exactamente quieres llegar en este viaje? Tal vez podría dejarte cercas de tu destino- anuncia el hombre andando una vez más con un poco más de prisa, sacando a México de sus lagrimas para verse, aunque el latino parece perdido en sus pensamientos, mirando al cielo estrellado
-No lo sé… ni siquiera eso tuve tiempo de pensar… las cosas pasaron demasiado rápido como para ponerme a pensar en eso… no tengo ni idea de a donde ir- susurra el tricolor bajando la mirada con cierta preocupación latente en su rostro y sus facciones; era cierto, ni tiempo le había dado el pensar que haría de ahora en adelante; lo único que sabía en ese momento era que tenía que escapar de USA antes de que fuera atrapado; lo demás, pasaba a segundo plano y ahora, estaba ahí, perdido sin saber que hacer o qué camino tomar… ahora se regaña mentalmente, Argentina siempre le había enseñado que debía de tener un plan para todo… aunque no tuviera tiempo para pensarlo a detenimiento
-Bueno, bueno; puedo llevarte al otro lado del mar- escucha la voz del anciano y el moreno sube la mirada notando que el hombre anciano aun continuaba conduciendo pero sonriéndole de medio lado en señal de confianza y seguridad
-Tengo un viejo amigo en un barco y bueno, ya sabrás, los nobles presumiendo en sus gigantescos barcos… mi amigo me debe un par de favores así que imagino que podría llevarte gratis hasta el otro lado del mar para que puedas sobrevivir hasta que todo se calme por aquí… ¿Crees que te pueda servir hijo?- la pregunta queda en el aire, México abre sus ojos y parece que brillan con salvación y esperanza
-Realmente es usted mi salvador señor… muchas gracias, no sé qué hacer para agradecérselo- menciona rápidamente, con una gran sonrisa honesta y pequeñas lagrimas que se asoman en sus ojos pero que se niegan a ser derramadas; a ojos de México, ese hombre parece un ángel que fue enviado para sobrevivir en su vida… aun para alguien como él, un ladrón que se gana la vida robando… por un momento, México siente la esperanza volviendo a su pecho y llenándolo de energía para ver hacia el mañana
-No hijo, en este mundo hay que ayudarnos entre nosotros… algún día alguien más necesitara de tu ayuda; me sentiré bien pagado si ayudas a alguien mas siempre. Recuerda, lo importante es ser una buena persona en este mundo ¿Hecho hijo?- pregunta el hombre con una gran sonrisa y el latino asiente frenéticamente con entusiasmo y sus energías revitalizadas
-Muchas gracias anciano, prometo hacerlo siempre que se me dé la oportunidad- jura el moreno haciendo al hombre reír con fuerza; lo que resta del viaje, México tiene permitido descansar y dormir lo que le hace falta para el nuevo amanecer…
… … …
Los días consecutivos el moreno y el anciano se permiten descansar de cuando en cuando de su camino, charlan durante el día, el hombre encuentra interesante las miles de historias que cuenta el latino como si fueran verdad; algunas leyendas, algunas historias inventadas… el moreno realmente es bueno para contar historias, a veces el aciano hace mención de que el adolescente no para de hablar como si fuera una hurraca; luego, ambos comienzan a reír con fuerza ante el comentario y el latino comienza a hacer sonidos del graznido del ave para hacer aun más ameno el momento entre ambos
El viaje para ambos es ameno, el anciano demuestra estar realmente cómodo con la compañía de alguien, ya que el solía viajar siempre solo en su trabajo, México le hace tanta compañía y risas puede; el hombre menciona tener una hija y una mujer a quienes mantiene mientras al mismo tiempo se va enterando de su fama del tricolor y de sus amigos como ladrones siendo extendida por varios lugares del país… por suerte para sus amigos, aun no podían unir cabos de que el circo donde estaban era el que llevaba a los ladrones
Aun así, el mexicano comprende rápidamente que, si ha llegado tan lejos su fama tanto como ladrones, como la del mismo circo, no era de extrañar que alguien como USA y sus hombres hubieran dado tan rápido con el… de ser así, el latino se dice entre pensamientos que tendría que comenzar de otro modo para no ser encontrado… al menos no aun…
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Llegados después de tres días en carroza, el latino se sorprende al llegar por fin a su destino; el anciano, muy amablemente le ha ayudado tal y como le había prometido, dejándolo al cuidado de otro anciano… bueno, tal vez no tan anciano, el hombre intimida al tricolor al observarlo, si bien, viejo, con barba espesa con canas, también con muchas cicatrices en sus musculosos brazos descubiertos; literalmente, antiguo pescador que hoy en día era cocinero en un barco lujoso y que, amablemente y sin problemas acepta al adolescente prometiendo cuidarlo bien mientras se encuentran en altamar
México se despide a punto de lágrimas del anciano que tan amablemente le ha ayudado en su viaje, ambos se abrazan con fuerza, el hombre promete rezar por el bienestar y la felicidad del tricolor, México agradece una y mil veces más al anciano que tan amablemente le ha ayudado
… … …
El pitido del gran barco es fuerte, México se encuentra junto a un grupo de gente a la orilla del barco despidiendo con su mano muy en alto al viejo que también le despide con la mano en alto. Para cuando la orilla de tierra ha desaparecido de sus vistas, México encuentra a su ahora nuevo salvador; el cocinero se acerca con una gentil sonrisa y, más lleno de energía que el contrario, lo lleva a la cocina para comenzar a trabajar
Debido a que el latino es un polizón, únicamente tiene permitido permanecer en la cocina para que nadie sospeche; cada cierto tiempo, el cocinero le hace avisos para que vaya ocultándose de las revisiones de los guardias, el latino obedece cuidadosamente las instrucciones. Sin embargo, México, siendo alguien que difícilmente puede mantenerse mucho tiempo tranquilo, termina haciéndose amigo de todos los que se encuentran en la cocina y, poco antes de terminar el tercer día, parece que también ha comenzado a hacerse amigo de los guardias
El cocinero observa con cierto deje de diversión que el adolescente ahora parece tener la facilidad para salir al menos por la parte de tercera clase, mirando fijamente con ligero asombro al océano mismo, como mueve sus negros cabellos y como respira hondamente el aire salado
-Esto le hubiera encantado a Bolivia- susurra para sí mismo con un poco de risa; después de todo, el deseaba mucho ver el mar… ahora, su sonrisa que había sido alegre baja lentamente a una decaída y suspiros de añoranza… mira la orilla entre el cielo y el mar y vuelve a suspirar preguntándose si todos estarán bien ahora que él se ha ido… bueno, no es como que él fuera alguien importantísimo y que sin su presencia ellos ya no podrían estar bien… sino que… es él quien se siente abandonado… toma un nuevo suspiro y vuelve la mirada unos segundos hacia el mar, encontrando la velocidad con la que va el barco; parece ir rápido, pero el latino aun alcanza a ver a lo lejos la orilla de la costa, supondrá que no irán tan rápido; aun así, con una sonrisa cansada mira unos segundos hacia una nube esponjosa que va pasando tranquilamente en su camino
*Dios mío… se que nosotros los ladrones no somos precisamente tus hijos favoritos y muchos de nosotros ni siquiera somos de tu agrado pero… por favor, te lo ruego con todo mi corazón; protege a mi familia, a todos en el circo, que nada malo les pase y que jamás sean encontrados por USA… te lo juro, no me importa demasiado que pueda pasar conmigo pero por favor, que nada le pase a mi amada familia* suplía en sus pensamientos, entrelazando sus manos y rogando con todas sus fuerzas hacia el cielo, hacia alguien que no sabe si realmente existe pero que en estos momentos es lo único a lo que tal vez se pueda aferrar
-Hijo, vamos, es hora de ganarte el pan de cada día- escucha de pronto México la voz del cocinero a lo lejos a sus espaldas, cuando el tricolor gira la mirada encuentra al mencionado hombre sonriéndole amable, el latino sonríe con más ganas y entre asentimientos se acerca casi entre pequeños saltitos para estar delante suyo y comenzar a trabajar por su estadía en ese lugar…
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-Eso va por allá hijo, en la zona de cargas- anuncia el cocinero mientras me señala un grupo de platos que ya no serian ocupados por el resto del día, yo asiento, limpiando primero el sudor de mi frente y, después de encontrar aquello que debo de guardar, dirigiéndome hacia mi nuevo trabajo. El camino no es muy largo por suerte; la caja pesa un poco así que me complica un poco el poder llegar; aunque no es algo tardado, encuentro dentro de la zona de cargas la sección donde se hacían los intercambios de vajillas y cubiertos
Tome un cansado respiro cuando por fin termine de acomodar la caja en su lugar, volví a limpiar una vez más el sudor de mi frente y suspire cansado por el viaje que se volvía algo largo; es decir, me gustaba el mar, pero no estaba tan seguro de querer seguir sintiendo mis tripas meciéndose al mismo compas del océano… una ventaja ahora era que podía ir tranquilamente por la cubierta y, gracias a mis diferentes habilidades, ir aparentando ser un camarero entregando las ordenes y ganando incluso un poco de propina que bien me seria de utilidad apenas bajara del barco y comenzara… otra vez
Me recargue solo unos segundos en el marco entre la puerta que daba de regreso hacia la cocina y el pasillo, tome un hondo respiro al tiempo que veía por lo lejos el mar azul, tome un suspiro… “comenzar otra vez” yo ya no quería volver a empezar todo de nuevo… la primera vez que tuve que hacerlo, fue después de haber pedido todo, a mis padres y a Texas; la segunda, fue esta, cuando tuve que escapar de la familia que tenia, de mi vida dentro del circo para mantenerlos a salvo… era mi único consuelo, saber que estaban a salvo ahora que yo ya no me encontraba con ellos… pero no negaría nunca esa sensación de soledad al no poder seguir a su lado, escuchando sus peleas, viendo sus risas, conviviendo con ellos como la familia que éramos…
Tomando un cansado suspiro, vuelvo mis pasos y por fin entro a la cocina; creo que prefiero tener mi mente ocupada en los trabajos que me van dando a estar libre y pensar en lo que he perdido por segunda vez. Apenas me encuentro con el cocinero, el me sonríe amable señalándole la puerta por la que he venido hace cosa de nada… ha comenzado mi hora de descanso y ahora, podía ir a probar un poco de la comida
Suspire tratando de mostrar una sonrisa y salí de la cocina. Una vez más, el cielo azul y el mar todavía mas azul me recibieron con un viento salado pero fresco; avance a paso tranquilo, no es como que estuviera en peligro en este lugar… me pasee con cuidado y lentitud por la borda, observando el mar a mis pies y sonriendo suavemente… ojala Texas hubiera podido ver esto conmigo… mis padres nos prometieron alguna vez que iríamos en barco cuando ambos fuéramos un poco mas grandes… seguro que Texas se hubiera vuelto loco viendo el azul del océano… el mas que nadie deseaba conocerlo… incluso puedo recordar que solía colgarse de algunas maderas en los establos para tratar de ser mas alto, hubo una ocasión que me pidió que me colgara de sus piernas para hacerlo crecer más rápido, pero ese día solo nos llevamos los dos un buen golpe luego de que Texas no pudiera soportar el peso de ambos
Respire hondamente, gimoteando de paso al recuerdo que ya no puedo abocar más que en mi mente… de verdad, hubiera deseado seguir con mi familia como una persona normal, pero ya no puedo… volví la mirada hacia el océano donde, a lo lejos, alcance a ver al sol, comenzar el ocaso lentamente, permitiendo que los cielos azules muy lentamente se tornen en un color naranjo apenas perceptible… es verdad… tenía que darme prisa… si ya no quería volver a reiniciar mi vida una vez más en otro lugar, tenía que matar a USA, tenía que cobrar venganza por la muerte de mi familia… aun si esto significara que yo debiera de cortar de tajo mi vida… acabaría con su vida…
-¿Tan mal va tu día cariño?- escuche a mi costado una voz femenina como divertida; pegue un brinco y gire mi mirada encontrando a una señora algo grande; supondría que si hubiera tenido hijos, estos ya deberían de estar casados y con sus propios hijos; aun así, sonreí al ver la sonrisa gentil de la mujer que portaba entre sus labios una pipa con la cual gustosa fumaba y lanzaba el humo al cielo como si fuera parte del barco mismo; me le quede viendo unos momentos, algo sorprendido de ver que, pese a su rostro amable, sus facciones, incluso el brillar de su mirada te decían sin problemas que era una mujer fuerte, de duras convicciones y de un espíritu increblantable; sin poder evitarlo, negué al tiempo que sonreía un poco divertido ante su pregunta
-Mala vida diría yo- mencioné ligeramente decaído aun cuando forzaba la sonrisa, la mujer rio muy suavemente, cosa que me pareció extraña; su risa no parecía precisamente burlona hacia mi situación, sino… divertida… casi como si quisiera que fuera una sonrisa conciliadora…
-Ya seremos dos, chico- en cuanto nos volvimos a ver, aquella mujer rio nuevamente y, ante una extraña situación, no pude evitar reír también suavemente con ella; después de eso, nos permitimos charlar un poco para hacer más agradable el viaje que llevábamos a cabo. Cuando dio una vez más la hora de regresar a la cocina para seguir con mis deberes, me despido de la risueña mujer y parto de vuelta a la cocina; la mujer antes de despedirse me desea un prospero futuro y por fin, cada quien parte por su lado, lejos…
Al llegar a la cocina, mi amigo el cocinero me mira sonriente, dando una palmada en mi hombro y regalándome un plato de comida y un poco de bebida, ambos sonreímos, yo doy gracias por su amabilidad y el, por fin comienza a hablar, sentándose delante de mí en la pequeña mesa donde se me ha permitido comer
-Hijo, mañana por fin llegaremos a tierra firme ¿Tienes pensado a donde ir después?- me pregunta después de un silencio pausado debido a que ambos nos estábamos alimentando; sin embargo, su pregunta era algo que yo ya llevaba tiempo preguntándome también… aun así, cuando nuestras miradas colindaron, sonreí suavemente, con la poca esperanza que me quedaba después de todo lo que me había pasado, pero con la determinación de seguir adelante en mi camino
-Iré a donde me lleven el viento y mis pies, señor- dije con convicción, el sonríe y asiente dándome unas palmadas amables en la cabeza, revolviendo mis cabellos de paso pero dándome un amable consuelo con ello; luego de que ambos acabáramos la comida, rápidamente nos pusimos a trabajar, ya pronto seria la hora de la cena para los de alta clase y vaya que eran pesados cuando se trataba de su comida…
Y mientras mi amigo el cocinero se encuentra trabajando en lo suyo, y yo me pongo a lavar los trastes para ser de más ayuda; mi mente se desvía de mi situación actual y me permito el lujo de al menos recordar los días llenos de alegría que pase con los muchachos en el circo y rezando en mi corazón para que a ellos les vaya mejor a que a mi… pues bueno, parece que mi camino ha sido bendecido para no pasar por penurias…
Notas finales:
… Ando… con unas pinches ganas de escribir una historia tan jodidaente cliché clicheleada que dios Xd no es como que tenga mucho en la mente XP… ando tan jodidamente dispersa que no sé ni que putas escribir porque ya me estoy distrayendo en otras pendejadas ¬¬… lamento si esto parece más relleno que nada pero bueno, es que así debía de ir esta historia
Un capitulo mas viendo solo a México y al 6º cap ya presentamos a Rusia y lo que le espera a México XD espero puedan ser pacientes porque les digo… de pronto tengo tiempo para escribir pero juro por dios que no tengo ni puta idea de que carajos escribir… no me puedo concentrar en nada ¬¬ en fin… espero actualizar pronto otras historias… esperen por ello XP
¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
¡Comenten!
¿¿Les gustaría apoyarme con alguno de estos???
Ko-fi
Patreon (No se muy bien como funciona)
#countryhuman#countryhumans#countryhumans mé#countryhumans Rusia#countryhumans USA#corazones indomables#Mis Fanfics Yaoi#Yaoi#Comedia
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Hush, Hush - Capítulo 10
Salón de Bo. Te estoy esperando.
Guardé de nuevo el teléfono celular luego de haber leído el mensaje. Supe que era Dabria muchísimo antes de leer el remitente, y suspiré de frustración. Solo había una manera de sacármela de encima, no matándola. Tendría que ir a verla.
Debía existir un motivo, aparte de que ella quería que recuperara mis alas, para que fuera tan insistente. Pensé que había cerrado todo tipo de contacto aquella última vez que nos vimos, hace ocho meses. Dabria sabía que iba tras Nora, y entendía cual era mi objetivo. Pues se llevaría una sorpresa al saber que había cambiado mis planes. Si es que se lo decía, claro.
Me puse un pantalón de cuero negro, mis botas negras y una camiseta, negra también. La mayoría de mi ropa era de color negro, lo cual era una ventaja si querías pasar desapercibido en las noches. Tomé las llaves de mi moto que reposaban en la cama, y salí de los túneles. El Delphic, como en cualquier otro día bañado por el sol, estaba completamente vacío. Me acerqué con pasos lentos a la moto, y en el trayecto observé largos segundos el arcángel.
Ahora me recordaba a Nora.
Aceleré en dirección al club de billar, pensando en qué podría querer Dabria.
Minutos luego de detenerme en el estacionamiento de Bo., estaba sentado en una mesa frente a mi ex novia. Si horas atrás me hubiesen preguntado cuál sería el momento que más quería evitar a toda costa, diría que sería este.
—Te escucho, ¿Qué quieres decirme? —le pregunté, tratando de estar calmado.
Apreté los puños bajo la mesa, tratando de no mostrar signos que denotaran que odiaba estar aquí con ella. Ya me iría luego de que dijera lo que tenía que decir.
—Es sobre Nora—dijo.
Esa oración fue suficiente para que captara completamente mi atención. Enarqué mis cejas, instándola a continuar.
—Volví a ver en su futuro.
— ¿Y?
—Nora va a morir.
Me quedé frio.
— ¿Voy a asesinarla? —pregunté.
Dabria negó con la cabeza.
—No puedo verlo.
Apreté los puños de nuevo, y la mandíbula.
—Mira de nuevo—le ordené.
Ella enarcó las cejas y se cruzo de brazos.
— ¿Qué me darás a cambio? —preguntó.
Estuve a punto de lanzármele encima.
—Te dejaré permanecer con las alas—le dije, con toda tranquilidad.
Si había algo que asustara a un ángel de la muerte, era la posibilidad de perder las alas y toda aquella visita al cielo. Tenía el poder de hacerlo, por supuesto, ya que se suponía que Dabria no debería estar aquí, y los arcángeles no podían defender a aquellos que habían roto las reglas.
Dabria apretó los labios en una clara muestra que decía que me creía capaz de unirla a los caídos y cerró los ojos.
Lo más paciente que pude, esperé las palabras de ella. Gemía, hacia muecas y apretaba los puños mientras observaba. Muy lentamente, los efectos fueron pasando y ella abrió los ojos. La fulminé con la mirada mientras se limitaba a observarme, sin decir nada.
— ¿Y bien? —pregunté, dejando salir el aire por entre los dientes.
—Vas a salvarla. Regresarás conmigo—dijo, con una sonrisa.
Resoplé.
—Si la salvo, no será por ti, créeme.
— ¿Por quién sino, entonces? —Preguntó, muy interesada en saber.
Me quede en silencio, estirando mis piernas y cruzando los brazos detrás de mi cabeza. Sonreí al ver lo exasperada que comenzaba a ponerse Dabria al darse cuenta.
—No estarás haciéndolo por Nora, ¿Verdad? Es una humana.
— ¿Qué pasa con eso?
—No son compatibles.
— ¿Es tu opinión? Vaya, no recuerdo habértela pedido.
Entonces su mirada se tornó oscura, y supe que otra visión llegaba a ella. Fue cuestión de segundos, pero lo noté. Luego de eso, me miraba con una sonrisa, sin decir absolutamente nada.
—Va a morir. Ahora.
Me levanté de un saltó, tomándola por el cuello y acercándola a mí. Ahora si estaba mostrando mí enojo.
— ¿Dónde está? —demandé saber.
Volvió a sonreír.
—No dejaré que estén juntos, Patch. Lo sabes.
Apreté el agarre en su cuello. Si las miradas mataran, lo más probable es que estuviera sin vida ya.
— ¿Dónde. Está?
—Victoria's Secrets.
La solté y salí corriendo de allí. Subí a la moto con el corazón repentinamente acelerado. Era extraño como las cosas cambiaban de un momento a otro. Días atrás, estaba sediento de la sangre de esta chica, y ahora corría lo más rápido que podía solo para salvarla. Era la primera persona en todo el jodido mundo que me hacía cambiar de opinión. Aceleré la Ducati en dirección al centro comercial y fijé mi vista en las calles.
Pasé varias veces frente a la tienda donde se encontraban. A la primera, vi a Nora y a Vee mirando ropa interior; tuve que alejar mis ojos de allí para tratar de evitar imaginar a Nora semidesnuda. A la segunda, Nora le entregaba a Vee su chamarra. Y a la tercera, se encontraba Nora sola. Se le veía preocupada, y detuve la moto a escasos metros de ella. No lo notó. ¿Dónde se había metido Vee? Abrí completamente mis sentidos, y la localicé. Mi cuerpo se tensó y comencé a correr hacia un callejón oscuro que se encontraba a unos cuantos pasos.
A primera vista, la persona que se encontraba en el suelo podría pasar por Nora, con su chamarra puesta, ya que la oscuridad no ayudaba mucho. Un tipo vestido completamente de negro la golpeaba con furia, como si deseara acabar con ella. Se me heló la sangre y corrí aún más rápido en su dirección. Me arrojé sobre él, quitándolo de encima de ella. Por unos segundos, nos sumergimos en una pelea carnal; cada golpe resonaba con fuerza. Pude sentir a alguien caminar hacia nosotros, así que nos detuvimos. Él salió corriendo antes de poder descubrir de quien se trataba, y no conocía su mente. Maldije. Me arrodillé frente a Vee, pensando en si me la llevaba conmigo, o la dejaba aquí. Después de todo, Nora estaba con ella Los pasos seguían acercándose, esta vez con más velocidad, así que me levante. Vee me miró por entre las rendijas que ahora eran sus ojos. Y me fui de allí.
Más tarde escuché a Nora llamar a una ambulancia, y a personas acercándose para ayudar. Yo me mezcle entre ellos, hasta llegar a mi moto. Subí a ella, y aceleré al Delphic.
Estuvieron a punto de matar a Nora de nuevo, si es que hubiese sido ella la que saliera de la tienda. Apreté los puños y la mandíbula.
Me estaba cansando de perseguir a un fantasma.
Encontraría al responsable de todo esto, y le daría la muerte más dolorosa que jamás habría podido imaginar.
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Maki nunca seguiste con el cómic de mis y fray cuando coña le pedirá matrimonio a mist >:'v
OK lo continuare pero en forma escrita para no olvidarme mas UnU
…………
En el anterior quedo en la que Black queria hacer algo con Zack,Zack es estupida y no entendia, asi que Black lo llevo a su cuarto , empesaron a darse besitos, caricias hasta que Zack se sentia satisfecho con eso…
Zack: ok ok jejee ya esta….
Black: todavia no 7u7…
Zack: eh???
Black: Te dije que queria hacer algo diferente contigo
Zack: crei que querias esto O_O
Black: nop, esto ya es comun entre nosotros 2… pero esto de seguro te encantara
*y de ahi es cuando Black comienza a toquetearlo mas y terminar haciendolo pero eso es otra historia, ya que esto se trata de compromiso de Fray y Mist >:v*…..
*Mientras con Fray , el fue a la plaza lo cual estaria esperando a Mist de que volviera, sentado en una banca cerca del rio*
*pasaron 20 minutos y Mist no aparecia*
Fray:……. :c
Fray: tal vez no venga, pero el me dijo que si vendria… le enviare un mensaje mas:
“Mist ya estas por aca??”
*al mandar el mensaje vio que Mist no estaba conectado*
Fray:…. mm… que hago me quedo o me voy?Pero… la sorpresa que le quiero dar? osea todo esto lo hice por el…. *se queda pensando*
Fray: ok 10 min mas, y si no aparece entonces me ire…
*Fray con su cel comienza a llamar a Black *
*mientras tanto en el otro lado*
*se escucha un sonido de vibrador*
Black:…… m??
Zack: apaga eso….zZZ *lo dice cansado*
Black: quien molesta?? *lo ve* ahj es Fray….
Black: Hola?
Fray:Hola que estas haciendo?
Black: COMO QUE QUE ESTOY HACIENDO?? VOS QUE ESTAS HACIENDO HABLANDO CONMIGO???? NO ES QUE TENDRÍAS QUE ESTAR CON MIST?
Fray: si…pero es que todavia no llego aun
Black: enserio?? pero le dijiste bien en donde quedarian?
Fray: si , antes le mande un mensaje y me dijo que si iria asi que solo le espero
Black: pero tanto tiempo, no le llamaste de nuevo?
Fray: lo hice pero no responde
*del otro lado*
Zack:..ahj… Black…..no hables tan fuerte……-_-
Fray: uh??
Black: vos dormi!
Fray: uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuy 7w7 que esta pasando ahi eh? empezaron a jugar sin mi?? jajajajaa
Fray: wow para!!! al fin te lo cojiste??!! enserio?? O_O!!!!
Black: eso no te importa >:////C
Fray: xD!!!!!
*En la plaza, de lejos alguien se hacerca, Fray escucha unos pasos, voltea y ve que es Mist corriendo todo agitado*
Fray: Black te tengo que colgar ya vino!!
Black: ok bueno
Fray: toy nervioso
Black: vos tranquis, el te ama yo se que te aceptara
Fray: *inhala* esta bien…. lo hare chau * cuelga*
Mist: Fray!!!
Fray: Mist!!!
Mist: lo siento por llegar tarde!!! es que tenia problemas en mi casa de que no encontraban el control de la tele y me quede ayudar a buscar y…
Fray: shhh…. sentate *señala su asiento dando pequeños golpes*, te ves muy cansado
Mist: se nota? jejee…. lo se….*se sienta al lado de Fray* y que queres hacer?
Fray: estas seguro que queres caminar?
Mist: claro! solo tengo sed….
Fray: te traire algo de tomar, a ver.. *mira para buscar puestos de bebidas* alla hay una vieja que vende jugos, te comprare uno
Mist: oh no te molestes , yo tengo algo de dinero asi que..
Fray: NOPE! yo invito UuU (tengo que actuar re caballeroso asi funcionara mas esto)
*asi que cuando Fray fue a comprar el jugo para Mist, lo pago con su money y se hacerco a Mist, se lo dio y Mist todo ruborizado le dijo “Gracias” con una sonrisa que paralizo de ternura y sonrojo a Fray, entonces pasaron un par de minutos mientras ellos hablaban y reian*
Fray: Mist que te parece si vamos a los botes? sera divertido
Mist: a los botes?? si claro!! a mi me encantan!!
*Entonces fueron al bote , pagaron los boletos y se subieron, al principio al subirse Fray se mojo los pies por pisar mal y Mist se rio, Fray fue el que manejaba el bote, Mist solo se quedaba sentado mirando el paisaje*
Fray: (estas muy cerca de decirle … solo tengo que ir a un lugar en la que estemos nosotros 2 solos, ya que aca hay muchas personas y no quiero que me vean)
Mist: mira Fray! *señala una familia de patos* son tan lindos!!
*Fray lo miro y vio que en ese sector donde habian patos no habian tantas pesonas*
Fray: ese sera el lugar perfecto!!
Mist: que?
Fray: (carajo lo dije en voz alta)
Mist: que pasa? jejee te ves muy nervioso y colorado, acaso estas cansado? si queres yo manejare el bote, no quiero que te canses
Fray: NO NO!! ESTOY BIEN JAJAJAJAA MIRAME ESTOY DISFRUTANDO ESTO!! JAJAJAJAJ (O_O)
*asi que Fray se dirigio hacia el sector de patos, y Mist vio que habian muchos nidos en la parte del suelo, y vio que habia una pequeña cascada, luego unos pequeños patos se hacercaban a ellos pidiendo comida*
Mist: awwww son tan chiquitos que ternura!!! *saca una pequeña galleta que tenia en su bolsillo y se los da, y los patos lo comian hasta que luego se acercaron otros patos pero mas grandes *
Mist: te imaginas fray?
Fray: q..que? *algo nervioso*
Mist: como seria tener una familia, osea siempre estan juntos tienen su propia casa y tienes hijos que cuidan y protegen…
Fray: am….(ok ya es la hora!! AHORA O NUNCA) *mete su mano en el bolsillo para sacar el anillo*
Mist: le dare mi ultima galleta que tenia guardada para mas tarde *lo lanza*
Fray: Mist… em.. yo….
Mist: jejeje mira se estan peliando los patitos bebes por la comida xD es gracioso
Fray: yo…. em….(porque es tan dificil!!????aj)
Fray:*inhala* Mist quiero decirte algo!
Mist: uh? *voltea directo a Fray* que pasa?
Fray: O////O!!!! em….bueno… ya sabes…. por la razon que te invite hoy al parque
Mist: es divertido !!! deberiamos ir mas seguido asi :3!!!
Fray: si…bueno… queria estar a solas contigo, quiero decirte algo muy importante
Mist: uh?? pero podrias decirmelo mientras estabamos sentados antes xD
Fray: pero esto es diferente…. y no queria que la gente me viera porque me daria cosa…
Mist: que cosa? MMMMM……..oh!!!! espera…. hay Fray!!! jajajaja queres hacerlo en privado conmigo jajajajaa por eso elegiste los botes no? JA cochinote! ademas los patitos nos mirarian :3
Fray: eso no… aj es dificil decirlo pero….
Mist: solo dilo no tengas pena de mi , ya te conozco muy bien xD
Fray:MUY BIEN ENTONCES….. *IHNALA PROFUNDAMENTE*
@liasnivy que dira Mist que si o no? :)
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Musa - Johnny (NCT)
-Ambos parecen pareja- El comentario nos había tomado tan desprevenidos que Johnny y yo explotamos en risa, tanto que me apoye en su hombro mientras aún reía.
-Estas loco- Mark me miro incrédulo y negó con la cabeza.
-Bro, olvida eso jaja- Johnny aun no paraba de reír mientras le decía eso a Mark, yo aun trataba de relajarme, porque por alguna extraña razón mis mejillas se sonrojaron mientras aún no terminaba de reír.
No es que no tomara enserio a Johnny, pero, vamos, eramos amigos hace años y hasta me había visto en pijama con mi pelo sin lavar por tres días, si alguna vez hubiera existido una oportunidad, esta murió hace tiempo.
Salimos del restaurante y nos despedimos de Mark, el solo accedió a acompañarnos porque quería fotos para su Instagram, y con Johnny nos volvía locos la fotografía, por lo cual era una oportunidad para aumentar nuestra experiencia y así entre ambos apoyarnos en lo que necesitábamos. Era mi compañero, mi amigo y principal confidente, literalmente llevábamos todas las vacaciones viéndonos todos los días, y yo aun no comprendía el como no se había cansado de mi.
-Quedate quieta- me giré aun sorbiendo de mi bebida y sonreí al ver el flash saliendo de su cámara, empecé a moverme lentamente para que pudiera captar diferentes poses.-Me encantan, estas saldrán preciosas...
Sonreí y camine, Johnny me alcanzo y me ofreció su brazo para apoyarme, era tarde y las luces de la calle se habían encendido, mi casa no quedaba lejos y la de él tampoco, por lo cual irnos a pie no era una tontería.
-Papá me presto el auto, podremos ir a la playa por el día - Johnny dijo mientras miraba su celular, yo asentí con fuerza, quería ir alla pero no tenia aun licencia de conducir.
-Cargare ambas baterías y llévare ropa para modelar- Johnny me miro y sonrío.
-Llevare la análoga también, quiero probarla allá - me solté de su brazo y asentí.
-Genial, ¿mañana me pasas a buscar?
-Si, a las 7, duermete temprano - hice un puchero y el sonrío.- Nada de K-Dramas o me pondré celoso.
-No puedes ganarle a Lee Jong Suk - le saque la lengua y rei- Prometo estar a la hora John. Bye.
Entre a casa y fui a mi habitación, debía preparar mi bolso, seria genial ir a un lugar nuevo para poder sacar fotos y experimentar con diferentes luces.
Luego de ordenar todo mi madre llego a mi habitación, le conté el plan y dijo que haría comida para ambos ya que nos podría dar hambre en medio del camino, me pregunto como había salido todo hoy y le mostré las fotos que había tomado, ella sonrío al ver a Mark tan grande.
-Johnny se ve muy lindo en esta- yo asentí ante el comentario.
-Si ¿verdad? , a él no le gusto, pero no sabe que aun lo conservo- reí maliciosamente y mire a mi mamá que se había quedado callada.
-Hija, ¿estas segura que no te gusta?
-¿Que? ¿porque todos me hacen esa pregunta?- Negué con la cabeza mientras escondía mi rostro entre mi pelo mirando las fotos de mi cámara.
-Tu madre te conoce pequeña, pero no te presionare, sola caeras.- ahora ella reía maliciosamente.
Pase toda la noche viendo las fotos, y en eso alguien respondió mi historia de Instagram, la cual era una de Johnny mostrándole las fotos a Mark.
"Amiga, me preocupas, el 90% de tus historias sale Johnny"
Fruncí el ceño y me negué a contestarle a mi amiga, la cual me había abandonado por irse de vacaciones a otro estado. Pero en eso revise las historias de Johnny, las cuales al igual que las mías, aparecía yo el 90% de ellas... por eso la gente pensaba que eramos pareja.
Reí y bloquee el teléfono, tenia que dormir o Johnny no me esperaría mañana.
Desperté temprano, como nunca, me sentía emocionada por este pequeño viaje, tanto que faltaban 15 minutos y ya estaba abajo esperando que Johnny tocara la bocina, por mientras vagaba por Twitter a ver si encontraba nuevos memes por compartir, Johnny los amaba así que guarde varios para mostrárselo mas tarde.
En eso sentí el bocinazo y salí con mi bolso, al subir al auto el me ofreció un café.
-Awww Gracias - Bebi y era justo mi favorito- Mmm, maravilloso.
-¿Yo? lose - reí y besé su mejilla rápidamente antes de partir.
Puse la playlist mientras el manejaba, le conté de varias historias que vi en la red incluso que pasaba en el último capítulo de mi serie, hasta que me quede dormida en un momento mirando por la ventana. Desperté al sentir como el auto se frenaba, abrí los ojos y ya estábamos frente al mar.
Baje emocionada y espere solo que Johnny cerrara el auto para tomarlo de la mano y correr hacia la orilla. De hecho no lo solté incluso cuando ya mis pies tocaron el agua, pero en un momento el viento hizo que temblara levemente, me acerqué mas a Johnny y él como entendiendo mi señal me abrazo por la espalda, quedándonos allí, mirando como las olas rompían antes de que llegaran a nuestros pies.
-Mamá envío comida- dije levantando la mirada el sonrío.
-Suena genial, tu mamá siempre cocina maravilloso.
Fuimos por la orilla sacando fotos y probando la nueva cámara de Johnny, a veces me quedaba mirándolo a través del lente de mi cámara, notaba como poco a poco mi cámara se enamoraba del rostro de mi mejor amigo, mis manos no paraban de capturar sus rasgos y la memoria de mi cámara se agotaba poco a poco. Me aleje un momento para poder calmar mi corazón que por alguna razón empezó a latir mas fuerte, tanto que me costaba respirar y la cabeza no me paraba de dar vueltas al estar cerca de él.
Empecé a sacar fotos a unos surfistas del lugar, los cuales también accedieron a posar para mi, lo que provocó que me riera bastante tiempo por lo simpático que me resultaban, pero cuando ya se tenían que ir volví donde estaba Johnny.
Me senté a su lado en un banco y me mostró algunas fotos que saco por el otro extremo de la playa, eran bastante buenas, de hecho había una mía con el pelo revuelto por el viento y sonriendole.
-Esta es mi favorita de todas - dijo orgulloso, yo reí y golpee ligeramente su hombro.
-Debes tener miles de fotos de mi ya a esta altura- negué con la cabeza y el sonrío, saco su teléfono y abrió la galería, me mostró que tenia una carpeta llena de fotos mías, el rio y yo me sonroje.
-Dios Johnny... que vergüenza - reí y el solo se encogió de hombros.
-Como no podría tenerte acá, al fin y al cabo eres mi musa- bloqueo su teléfono y vi como en el fondo nos tenía a ambos.
Solo apoye mi cabeza en su hombro como respuesta, el tomo mi mano libre y la entrelazo con la suya, eso solo hizo que mi corazón empezara a latir mas rápido, pero no quería romper el contacto, porque... me sentía extrañamente feliz.
Seguimos un rato mas sacando fotos hasta que nos dio calor y solo pensaba en entrar en el mar.
-¿Entras conmigo?- dije mientras deslizaba mis shorts por mis piernas.
-Aun no, estaré jugando con la cámara un rato- asentí y amarre mi cabello con una liga, saque mi polera y se la lance en el rostro.
-No me tomes fotos asi- saque la lengua y camine hacia la orilla, el agua estaba bastante templada y poco a poco empecé a avanzar hasta ya tenerla a la altura de la cintura.
Me quede observando el fondo marino y lo transparente que estaba el agua, vi un cangrejo pasar y un alga siendo llevada por la corriente, en eso me giré y vi como Johnny se sacaba su polera y la lanzaba en la arena, al parecer había decidido venir conmigo.
Me hundi completamente en el agua y sentí como el frío de sus aguas me abrazaba quitándome cualquier rastro de calor provocado por el sol y por... por ¿Johnny?.
Recordé como su mano había estado junto con la mía, las veces que me abrazaba o simplemente me miraba... ¿realmente me gustaba?.
Salí a la superficie ya por falta de aire y vi como él ya estaba a solo centímetros de mi, sonreí y le lance un poco de agua, provocando que se estremeciera por el frío.
-Basta... Que tengo la piel de gallina- Johnny reía mientras me mostraba su brazo.
-Mientras mas te resistas mas difícil será despues- Le volví a salpicar agua y el respondió lanzándome mas agua, me escondí bajo el mar hasta que parara, pero en eso vi como también se sumergió y tomo mi brazo para sacarme a la superficie.
-Oye- rei.
-Oh no, no te escapas de esta- tiro de mi, me abrazo y nos sumergimos juntos otra vez, no paraba de reír en mi mente, era un niño cuando se trataba de estos juegos tontos.
Cuando salimos seguí riendo, sus manos en mi cintura descubierta hacían que mi piel se sintiera caliente ante su tacto, estaba sintiendo ya cosas tan fuertes por él que dudaba que esto se haya generado por solo un día... ¿Me había gustado Johnny desde antes y nunca lo había notado?.
Jugamos en el agua hasta que nos dio hambre, en ese momento al volver al auto después de secarnos revise mi teléfono y mi amiga me había llamado mas de 10 veces... debía ser una emergencia.
-Comprare algo para tomar, llámala... o se preocupara- me guiño un ojo y cruzo la calle.
Marco solo una vez y la voz aguda de mi amiga contesto al otro lado.
-QUE ESTE A MILES DE KILÓMETROS NO JUSTIFICA EL QUE NO ME CONTESTES.
Reí, siempre era dramática cuando se trataba de nuestra relación.
- Lo siento, estaba bañándome en la playa y deje el celular en el auto.
-Dejame adivinar, ¿tus planes tienen el nombre de Johnny no? - no respondí y ella suspiro. - Dios, dime por favor que ya se besaron o algo.
-¿Que? No... no, ¿Porque haría algo así? - me sonroje y mire hacia la otra calle donde Johnny hacia fila para comprar en un negocio.
-Vamos chica, es obvio que te gusta, deberías aceptarlo - dude y ella lo noto - Oye... llevas saliendo con el literalmente todo el verano y es él quien SIEMPRE te invita... hasta te etiqueta en sus historias con corazones, ¿¡QUE MAS SEÑALES QUIERES!?
- Creo... creo que de verdad me gusta...- Quite la vista del frente y mire mis rodillas.- Pero... debería decirle...yo...
-Ya, compre el de fresa para ti y el de cereza para mi- di un salto al escuchar la voz de Johnny abriendo la puerta del auto.
- Te... te llamo luego ¿si? - Colgué y lo mire.
-Estas roja... ¿tienes calor? - acerco su mano y yo la evite riendo.
-No, no.... es mi amiga, me hizo reír por una tontería.
Mi teléfono vibró y vi un mensaje.
"Vamos tigre, tu puedes... si vuelvo y no son novios te haré la ley del hielo"
-Aish....
-¿No te gusto el de fresa? si quieres te doy el mio... - negué con la cabeza y le sonreí.
-Esta perfecto, gracias.
Cuando ya el sol se estaba poniendo nos sentamos por ultima vez en la playa para ver el atardecer, el miraba hacia el mar y yo lo miraba a él, compartíamos un audífono con una canción sonando de fondo, quería tomar su mano pero me contenía apretando las mías contra mi cuerpo, ¿porque todo se me revelaba ahora?
-Debemos volver pronto - derrepente sus ojos se encontraron con los míos y pestañee rápido, asentí y mire al mar tratando de ocultar lo rojo que debía estar mi rostro. -¿Estas bien? Siento que has estado mas lejos de mi en todo el día... - Johnny hizo un puchero.
-Yo... eh, solo tengo muchas cosas en la cabeza... y...
-¿Te sentiste incomoda cuando tome tu mano? - la pregunta me tomo por sorpresa y negué rápidamente.
-No, no... eso no es... no es exactamente lo que... Aish yo... -Respire profundamente, tome sus mejillas y junte sus labios con los míos.
Cuando procese lo que había hecho me separe de él con pánico, él me tomo de los hombros y evito que saliera corriendo.
-¿Me acabas de besar? - sonrío y se rió, divertido por la situación.
-Yo, solo... solo olvida esto. - tape mis mejillas con mis manos.
-¿Estas loca? como quieres que olvide eso... - de solo un movimiento puso sus manos sobre las mías y volvió a besarme.
Dios mio de mi vida, ¿estaba realmente besando a Johnny?... y... oh Dios sus labios saben tan bien... sus manos se sienten tan firmes ahora en mi cintura... podría derretirme en ti ahora mismo...
El audífono aun transmitía sonido, el que estaba ignorando, porque estaba completamente perdida entre todo lo que significaba Johnny.
-Me gustas- susurro aun tocando mis labios con los suyos. - Y tenia miedo que todo lo que hiciera antes te alejara de mi...
-Johnny... tu también me gustas... y solo hiciste que confirmará lo que sentía por ti... así que creo que no hiciste nada malo - reí y escondí mi rostro en su cuello, el me abrazo y acaricio mi cabeza.
-¿Esto significa que Mark tenia razón? - reí y lo mire.
-No le demos la razón - Saque la lengua y el río.
♥️☁️🌙️
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Tropiezos en New York.
Es la primera vez que comparto mis escritos en algún lugar. Espero que lo disfruten. Es largo y voy a tratar de ir subiendo los capítulos siguientes lo antes posible.
CAPITULO 1
El ensordecedor sonido de la primera alarma de las 5 am me despertó como si un trueno me hubiera alcanzado en un sueño. Era viernes, por fin, la semana llegaba a su fin y podía tomarme el fin de semana para descansar un poco. Sacar la cabeza de esa oficina, de los títulos, de sonreír como si tuviera parálisis facial y de todo lo que pasaba en el mundo, era en lo único que podía pensar los viernes por la mañana.
Me levante de la cama instantáneamente de un salto, era mi truco para que la gravedad no me aprese y llegue a tiempo al trabajo. Ya me había quedado dormida varias veces y mi error fue pensar que mis jefes neoyorquinos serían como mis anteriores porteños. Error, me llamaron al despacho del jefe y me dijeron que como “recién llegada”, llegar tarde, no era una idea que podía siquiera pasárseme por la cabeza. Bueno, se imaginaran las maravillas que tuve que hacer para dejar de ser prisionera de mi pereza argentina.
Me dirigí al baño y tome una ducha tibia de 10 minutos, me lo podía permitir, tenía que estar en el canal a las 8:30. Como era habitual, encendí el televisor y tomé mi computadora para hacer mis búsquedas diarias. Encendí la cafetera y me senté con la bata de baño aún puesta frente al televisor. Tecleé un par de palabras claves para seguirle el hilo a algunas noticias importantes mientras bebía mi café. Es gracioso como a veces creemos que odiamos algo cuando en realidad estamos en nuestra zona de confort. Mi trabajo era lo más importante para mí, de esa forma, no tenía por qué preocuparme de los detalles de mi vida personal.
Cuando terminé de ponerme al día con lo que estaba pasando en el mundo y de alguno que otro dato de color para aliviar las malas noticias a la audiencia, comencé a alistarme. Me quité el tallón de la cabeza, peine mi cabello cuidadosamente, debido al estrés diario+ y a las pocas horas de sueño, perdía mucho a diario. Tomé el secador y deje el viento cálido golpeé contra mi cuello, mi cara y mi melena. Cuando quedó completamente seco, seguí con el maquillaje. Diariamente me lo hacía yo misma, no es que tuviera nada personal en contra de las maquilladoras del canal, simplemente conocía mi cara mejor que nadie y sabía qué era lo que me sentaba bien y qué no.
Desde el baño pude escuchar que mi teléfono sonaba, eran las 6:00 am y sólo una persona podía llamarme a esa hora. Era mi amiga Laura, nos habíamos conocido hace dos años, cuando apenas había llegado a New York. Era una chica realmente simpática, de ese tipo de personas que resplandecen al entrar en un lugar, la auténtica alma de la fiesta. Laura era modelo y escribía para una revista digital sobre moda y como toda modelo en New York, tenía una agenda muy social. El hecho de que ambas mantengamos una amistad tan unida se debía a que a ella era muy respetuosa con mí tiempo. Ambas trabajamos mucho pero teníamos ideas de descanso muy distintas. Laura amaba salir de fiesta o a un after office después de un arduo día de trabajo, mientras yo, por otra parte, necesitaba ir a casa, darme un baño, ver alguna serie o película y morir en la cama. Después de muchos de sus intentos por sacarme de mi casa llegamos a un acuerdo. El trato era que las noches de los viernes debía acceder a hacer cualquier cosa que ella proponga.
“Tengo que sacarte de esta cueva “J” o tus niveles de palidez cambiaran de zombi a trasparencia inhumana. Además, muchas películas románticas no hacen bien al bienestar mental y menos cuando no haces ni un mínimo esfuerzo por salir de este departamento y conocer gente.”
Sus argumentos me parecieron válidos, llevaba una vida muy recluida pero, a fin de cuentas, estaba cómoda. ¿Lo estaba? Bueno, eso era lo que yo creía. Con el correr de las noches de viernes fui sintiéndome más y más cómoda con la idea de salir a tomar un poco de aire. Además encontré una razón para la cual vestir toda esa ropa que compraba tan desesperadamente por Internet y luego terminaba en la parte alta de mi armario totalmente fuera de mi vista.
- “¿Estas despierta?”
_ “No, Jane está dormida, soy su gemela malvada. ¿Con quién tengo el placer de hablar?”
- Alguien no durmió lo suficiente por lo visto. Te llamo para saber si ya conseguiste tu disfraz para la fiesta de hoy. Lo hiciste ¿no?
Mierda, me había olvidado completamente del plan de Laura para esta noche. Íbamos a ir a una fiesta en el Hotel Plaza con temática de los 80´s y según Laura, la gente más interesante y poderosa de New York asistiría. No podía solamente ir sin disfraz, iba a parecer taciturna y mala onda. Además quería esforzarme en mi disfraz, amaba la temática, “80´s Fiebre” decía la tarjeta. Sólo eso fue necesario para que comience a buscar opciones de disfraz un mes antes. Pero como mi vida era un torbellino de eventos desafortunados y lagunas mentales, me olvidé por completo del disfraz y a última hora. “Muy bien Jane, siempre triunfando”.
_ “Emmmm, sí. Ya lo tengo. Sólo tengo que pasar por el salón antes de ir a tu departamento. Este cabello necesita acción… realmente, lo tengo a la miseria”.
- “Ok, pero no tarde tanto. Tenemos que llegar temprano para encontrar un buen lugar cerca del bar y dar una entrada impactante”.
Podía imaginar a Laura mirando a lo lejos y luego darle un guiño al espejo mientras que pronunciaba esa frase.
_ HA HA HA. Muy bien niña impacto, estaré en tu departamento para las 22.
- Geniaaaaaaaaal. Te amo a pesar de que me digas esas cosas. Hoy es nuestra noche amiga, te quiero igual a Cindy Crawdford.
_ Espero no defraudarte, yo también. Nos vemos. La esclavitud del capitalismo me espera.
- Chauuuuu.
Ok, no tengo por qué entrar en pánico. Hay una tienda de artículos vintage a dos calles de mi departamento. Sólo tengo que salir del trabajo, pasar por ahí, encontrar algo “impactante”, volver a casa, alistarme, ir al salón y luego ir al departamento de Laura. Todo en dos horas y media. Dios, mantén la calma, respira, después de todo. ¿Quién dijo que la vida de las veinteañeras económicamente independientes, con trabajos consumidores de vida y amigas inusualmente entusiastas sería fácil?
Volví al baño, terminé mi maquillaje y corrí a vestirme con lo más presentablemente cómodo que encontré en el closet. Busqué un abrigo, eran finales de octubre pero la llegada del invierno se sentía en el viento mañanero camino al trabajo. Ésta era una de las actividades que más me gustaban de mi vida en la gran manzana. Caminar mientras que con la vista recorría el escenario a mí alrededor. La mismísima vida me rodeada desde las primeras horas de la mañana. Ese murmullo que se mezcla con las bocinas de los autos y las pisadas de miles de personas sobre el concreto. Dios, eso era vida. Este día en particular, no pude disfrutar de mi ritual como habitualmente hacía. Había algo que me tenía inquieta, algo un poco desconocido, raro en mí. Seguro tiene que ver con la sopa que comí ayer en la noche, sabía que estaba vencida, o quizá son los nervios respecto a las dos maratones que me esperaban. La laboral y la que más me desconcertaba, la social.
Llegué al trabajo y todo se desenvolvía de forma natural. Todo el mundo ocupando su puesto, corriendo de un lado a otro alistando todo para salir al aire. Yo, como productora, me dirigí a la sala de producción y ultimé detalles respecto a algunos contenidos que teníamos que retocar antes de salir en cámara. Todo iba bien hasta que Victor vino con una noticia que me retorció el estómago, como si no fuera suficiente el nudo que ya estaba ahí. Nuestra conductora, Amber Silla, no pudo llegar a trabajar debido a un inconveniente referido a una inyección de colágeno que salió mal.
_ “Victor, le dije que ya no podíamos soportar su falta de profesionalismo y que el colágeno no le hacía falta”.
- Jane, ya sé. Pero insiste en que la perdones por hoy pero no puede salir así en cámara. “De ninguna forma, antes muerta y desempleada” y estoy citándola.
_ “¿Tan mal está?”
Victor me mostró una selfie que Amber le había enviado para que creamos en su excusa. Por el Dios de las cirugías estéticas mal hechas, eso sí que estaba horrible. Traté de ocultar mi cara de horror y dije:
_ Dile que voy a hablar con Mark para que solucionen esta situación. Que lo lamento pero no puedo seguir saliendo al aire y conducir un noticiero matutino mientras lo produzco. Que decida si quiere o no este trabajo. Estoy segura de que muchas periodistas matarían por ocupar su lugar.
- Hablando de eso ¿por qué no tomas tu su trabajo? Digo, eres inteligente, linda y muy responsable con tu trabajo. Además la química entre Alexander y vos se puede ver desde la Luna.
_ Gracias Victor, pero estar frente a la cámara no es realmente lo mío. Lo hago porque los de arriba creyeron que era una buena idea meter a una modelo de ropa interior a trabajar como conductora de un programa matutino. Y Amber piensa que la palabra responsabilidad es hebrea.
- ¿Ves? Sos graciosa, serías mil veces mejor que Amber. Además, que quede en nosotros, aquí todos piensan que sos mucho más hermosa que Amber, incluso el mismísimo Alexander.
No pude evitar ruborizarme con la idea de que Alexander creyera que era más linda que Amber. No me mal entiendan, no tengo nada en contra de Amber, salvo el hecho de que soy una persona muy perfeccionista a la que le gusta la organización en el trabajo y ella no entiende qué viene a hacer a este establecimiento.
Quede mirando a un punto fijo como tonta mientras que Victor me miraba expectante, como esperando algo hasta que me di cuenta y dije:
_ “Gracias Victor, en serio, pero tenemos un programa que iniciar y ni siquiera estoy lista. Habla con todos y diles sobre los cambios de planes, iré al camarín y me pondré decente para salir en cámara. Te quiero al pie del cañón ahí atrás, por favor”.
- No te preocupes, ni siquiera tienes que pedirlo. Corre!
Así como terminé de hablar con Victor, corrí al camarín para que las chicas se hagan cargo de mi cadavérico semblante y me elijan algo del repertorio de Amber que no me haga parecer un fenómeno de circo. Dato curioso para ustedes. ¿Sabían que el maquillaje en televisión es super exagerado? Esto se debe a que las luces del estudio te hacen ver más muerto de lo normal si no tienes una buena capa de maquillaje encima.
Salí del camarín y corrí al piso donde me esperaba mi apuesto compañero del día de hoy y de muchos otros. Esto sucedía cada vez que Amber tenía uno de sus “días” como acostumbrábamos decirle. En otras palabras, cuando se escapaba de la ciudad para ir a pasar la semana con algún modelo italiano a quién conocía en su otro trabajo.
Pasemos a Alexander, Dios sabe lo mucho que fantaseé con el cuándo apenas comencé a trabajar en el canal. Era un hombre de 30 y pico. Muy juvenil, sin dejar de ser respetuoso y serio con su trabajo. Trabajar con él era un verdadero placer debido a su predisposición con la producción, es decir, conmigo. Pero a pesar de todas esas veces en las que insinuaba interés en almorzar conmigo o en ir por una cerveza después del trabajo, había algo en mi cabeza neurótica que me decía que estaba mal. Además, él y Amber habían tenido algo que terminó mal, y con mal me refiero a MUY mal. Ella casi lo abofetea en cámara. Ese día casi terminé en emergencias por pre infarto y porque durante el corte después de LA ESCENA, ella comenzó a arrojarle cosas y yo traté de intervenir. Lección: nunca intenten detener a una mujer decidida. “Sin querer”, terminé con un ojo morado que se debió a un codazo de Amber mal direccionado a mi cara. Pero eso era historia antigua, ya no me interesaba Alexander. ¿No?
Llegué al piso y ahí estaba él, vestido de traje gris con una corbata bordó y camisa blanca. Su cabello peinado hacia atrás y sus ojos centellantes más azules que nunca. Cuando se percató de mi llegada, dirigió una traviesa mirada hacia mí y dijo:
- Miren qué traen los 17 grados de sensación térmica. Pensé que Amber venía hoy. ¿Cómo estás?
_ Agradece al Dr. Melton y a su ineficaz inyección de colágeno. Bien, algo acelerada. Debe ser porque se termina la semana.
Dije mientras tomaba el lugar a su izquierda y me sentaba para que me coloquen el micrófono.
- Me enteré de que irás a la fiesta en el Plaza. Es algo por lo que estar ansiosa o “acelerada”, como le dices tú.
¿Qué? ¿Cómo supo que iba a estar ahí? Ogh, Laura. ¿No puede cerrar la boca y dejar de insistir con que salga con Alexander? Claramente, los hecho indican que no. Lo miré con expresión de sorpresa y dije:
_ Sí, de hecho es nuestro plan de viernes. Va a estar muy buena. La temática es la fiebre de los 80´s.
- “Sí, lo escuché. Voy a ir con algunos amigos y espero que aceptes bailar “Take my breath away” conmigo”. Hizo una pausa y luego concluyó “Espero que lo de la fiebre sea solo una expresión porque espero verte el lunes a mi lado nuevamente”.
Quedé petrificada. ¿Qué acaba de decir? No lo puedo creer, el mismísimo Alexander O´Connor, de quién estuve profundamente obsesionada por casi un año y a quien le debo 3 de mis kilos de más, me invitó a bailar una de los lentos más icónicos de los 80´s con él. En ese momento una magnífica idea rozo mi mente, debía ir como Kelly McGillis en Top Gun. Sería patético y desesperado pero ¿qué más da? Valdría la pena por Alexander y como si el karma me premiara por todo lo bueno que hice en mi vida o mejor dicho, por todo lo malo que no hice, Victor me habló por el auricular alertándome que en 5 salíamos al aire. Miré a Alexander con una sonrisa y dije:
_ ¿Salvada por la campana? Nos vemos ahí.
3…2…1… AIRE!
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Glee «The most ridiculous fight ever by the way»
Julio de 2022
-Creo que no hay nada para hacer una cena decente… —dijo Blaine mientras abría de manera alternada el refrigerador y los muebles donde se guardaban los alimentos, -Creo y eso no es posible… —corrigió su esposo mientras se sentaba a la mesa de la cocina para revisar su teléfono. -Te lo digo… aquí solo hay vegetales, las cosas de desayuno y algunos bebestibles…—insistió mostrando el interior del refrigerador y aquí…—añadió abriendo de par en par las puertas de los gabinetes más altos—solo hay cosas enlatadas… -Hay huevos y vegetales, puedes hacer una frittata… —respondió Kurt mientras comenzaba a leer sus mensajes, Blaine hizo un gesto de desgano como si no fuera eso lo que quería comer. -En realidad estoy pensando en algo más contundente… —respondió simulando con sus manos un plato efectivamente más contundente. -Hay una caja de pasta ahí, y creo que son las favoritas de Henry… haz eso… -¿No comimos eso ayer?… -Con un demonio… —murmuró acercándose el teléfono para ver mejor lo que acababa de leer. -Ok, puedo hacer eso no hay problema… —se apresuro a decir Blaine tomando la caja de pastas deshidratadas.
-No… no es eso… es… -¿Qué pasó?... -El editor, dice que hay unas cuantas escenas que necesitan ser revisadas… —explicó mientras movía la pantalla para seguir leyendo— «hay inconsistencias y redundancia en algunas palabras y línea de tiempo»… con un demonio… —repitió tomándose la cabeza. -Kurt, tranquilo, bien sabes que esas correcciones son posibles cuando envías los guiones al editor… te ha pasado antes un par de veces… —dijo Blaine disponiendo una pequeña escalera frente al fregadero, se subió al primer peldaño y comenzó a revisar los productos enlatados. -Gracias Blaine, tus opiniones siempre son super oportunas… —contesto su esposo arrepintiéndose de inmediato. Blaine hizo una mueca y prefiero guardar silencio para no seguir escalando en una discusión innecesaria— ire a buscar el computador…—agregó levantándose— ¿viste donde lo deje? -En el dormitorio de Lizzie, porque si recuerdo bien, dijiste que era el único lugar con un enchufe disponible ayer en la tarde…¿qué es esto?... —pregunto enseñando una lata cuadrada y roja con escritura oriental en uno de de sus lados. -Creo que son champiñones… no recuerdo cuando los compre… ya sabes, esas compras compulsivas que van quedando atrás en los muebles… ¿por que mejor no pides algo?, terminarás descubriendo algo del año que nos mudamos aquí… o lo que es peor, desordenando todo… -No lo sé… —dijo Blaine bajándose de la escalera de un salto y volviendo al gesto de desagrado— ¿no te ha pasado que tienes ganas de comer algo y no sabes que es?... -La verdad es que no… —respondió Kurt comenzando a perder la paciencia— ¿es eso lo que te pasa? -La verdad es que sí… —contestó soltando una risa y mirando a su alrededor mientras se desordenaba el cabello, Kurt blanqueo los ojos y miro la hora en su teléfono móvil— ya sé lo que haré… —añadió dando un aplauso, su esposo dio un respingo de sorpresa— iré a comprar algunas cosas… -¿Qué? -Eso… ¿te parece? ——pregunto mientras desarmaba la pequeña escalera y la dejaba a un costado del lavavajillas. -Blaine… -No tardaré… -Es lo que dices ahora, ¿pero me escuchaste difamar a mi editor?... tengo que corregir la obra ahora… -Por supuesto que te escuche… —dijo dándole un beso al pasar por su lado— pero iré a la MA que está en Lexington Ave… no son más de 10 minutos… -Aunque fueran 2… te necesito aquí, tengo que corregir esas escenas y me sería imposible si tengo un niño de cuatro años y a una bebe… -¿Molestando?... —dijo Blaine terminando la frase por su esposo. -Suena horrible… -Pero es la verdad… y no te preocupes… voy vuelvo… Lizzie esta durmiendo… —dijo señalando el «baby monitor»— y me puedo llevar a Henry si gustas… —añadió abriendo el cajón donde se guardaban las bolsas para la compra. -No con este calor… además esta entretenido con su libro y ahí es donde quiero que se quede… al menos hasta que termine de corregir lo que hay que corregir… ¿por que mejor no ordenas lago?, tenemos 362 menús diferentes en ese cajón, seguro y si los lees… -No tardaré… —interrumpió Blaine dando su argumento por enésima vez, al parecer, realmente no tenía idea que quería comer y la «MA News and Convenience» tenía la respuesta. -Bien… haz lo que quieras… como siempre… —dijo Kurt dándose media vuelta. -¿Qué? -Me escuchaste… -Por supuesto que te escuche… es solo que no lo puedo creer… ¿qué se supone y significa eso? -Nada… -Creo y no es nada… pareciera que… -¿Qué? -Que quieres crear una pelea de nada, y la pelea más ridícula de la historia por cierto… solo voy a la tienda , gran cosa… -Voy a buscar mi computadora… —agregó dando dos pasos hacia la escalera de servicio. -Kurt… -Escucha… —respondió retrocediendo lo avanzado— te dije como 50 veces que necesito que estés aquí, que esto es importante para mi… -Se que es importante, pero solo estaré fiera 10 minutos, 15 como máximo… no me estoy yendo a la India dejándote solo… solo quiero cocinar algo… no estoy pidiendo mucho… -Por supuesto que no… así como no pides mucho cuando te encierras en el estudio por horas y yo me encargo de todo… y sin avisar a propósito —dijo Kurt sintiendo una rabia repentina que ni sabía si iba a poder controlar. -Eso se llama inspiración y no puedo controlarla… -¿Y crees que yo no tengo ataques de inspiración?.. ¿qué tal si tuviera unos ahora? -Son cosas diferentes y lo sabes.. .¿Por qué? -Porque sí, porque lo tuyo se soluciona con un computador, yo tengo que tomar mi guitarra, conectar aparatos… ¡Kurt!…—exclamó Blaine como si mencionar el nombre de su esposo lo hiciera darse cuenta lo irracional que era explicar todo eso.—¿qué quiere que haga?... —pregunto luego de un par de segundos -Quiero que te quedes… que ordenes algo y que te quedes aquí por si es que alguno de NUESTROS hijos necesita algo… —respondió cruzándose de brazos y poniendo especial énfasis cuando mencionaba lo de «nuestros» -Bien… —respondió Blaine dejando la bolsa de compra y su billetera sobre unos de lo muebles, acto seguido procedió a adoptar la misma posición de su esposo con respecto a sus brazos -¡Bien!… —repitió Kurt comenzando a subir la escalera— ¿sabes que?... —dijo devolviendo— mejor ve… -¿Qué? -Eso, ve donde tenías planeado, no quiero que uses esto para exigirme cosas después… -Kurt… -Y ya deja de decir mi nombre, es bastante molesto cuando estoy enojado contigo.. —termino por decir abriendo sus manos mientras subía los peldaños esta vez sin mirar atrás. -
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Estaba entrando al colegio cuando tropecé con un chico, era super guapo y se notaba a simple vista que era muy popular, lo contrario a mi eso era muy obvio, solo por el simple hecho de como iba vestido, ropa de marca y en combinacion hasta con el pelo, yo en cambio parecia ropa herededa de mi hermano mayor sin gracia ni color; se puede decir que fue amor a primera vista.
Intente seguirlo para ver a donde iba y poderlo ver un poco más; se da cuenta de que iba atrás suyo y me pregunta:
-x: que estas buscando? Te puedo ayudar?.
-m: ohh! Perdón? Aahh!! Sii!! Cierto!! Estoy buscando la dirección pensé en seguirte para ver si la encontraba pero se ve que no! Ja ja ja (Trate de no verme tan obvio y nervioso o con alguna otra intención).
-x: aahh!! Bueno!! Pues vas bien, sólo tienes que doblar en el próximo pasillo.
-m: aahh!! Bueno! Gracias!! Adiós!!
-x: adiós!! Y suerte!! Aahh!! En que año estas?.
-m: estoy en tercero! Por?.
-x: aahh! Bien, porque estoy, va estamos buscando desde el club de basquet jugadores nuevos ya que los de 5to se irán este año y necesitamos adaptarmos a los nuevos jugadores pronto.
-m: ohh!! Ya veo!! Pero no soy bueno en los deportes, así que no creo que eso esa posible! Lo siento!.
-x: ahh!! no te preocupes, sólo estoy haciendo el aviso nada más, no te estoy obligando ni nada!!.
-m: aahh! Bueno!! Adiós!!.
-x: adiós!! Nos vemos!!
Llegue a la dirección, presenté los papeles y luego me llevaron a mi aula.
Me presentaron ante todos los del curso y el profesor de turno me indica que me siente en el banco que estaba vacío. Era casi uno de los últimos y mi compañero de asiento tenía una cara de matón que mejor ni mirarlo; sólo le digo Hola pero ni siquiera me mira. El día termina tranquilo, muchos me saludaron y vinieron a mi banco a preguntarme de donde era; no pude responder nada porque mi compañero los espanto enseguida.
Estuve toda la semana buscándolo pero mi suerte estaba a punto de cambiar, en eso veo mucha gente en la cancha de básquet y me dirijo a la tribuna para mirar el partido, entre mi pensé hoy lo tengo que ver si o si!!. Veo un lugar en donde no hay mucha gente alrededor, es como si hubieran dejado un hueco a propósito, me siento y el partido estaba en el primer cuarto, miro a todos los chicos de los 2 equipos y en uno estaba él, justo en ese momento estaban bailando las porristas; quede boquiabierto un segundo, luego apoye mi cara sobre mis manos, mis brazos en mis piernas y suspire largo y tendido; no me di cuenta que en unas sillas mas hacía mi derecha estaba alguien, que soltó una leve carcajada, me di vuelta y cuando gire estaba el matón de mi compañero, no pude decirle nada y me levanté enseguida para irme.
-v: eeyy!! No te vallas; perdón!! pero no quise reirme de ti o molestarte!!
Casi ve mi cara de espanto pero solté una leve sonrisa y me presenté, soy Marcos, estoy bien aunque me sorprendí de que alguien me escuchara; mi cara se puso roja como un tomate en segundos;
-v: ya sé!! soy Víctor, no te preocupes, a cualquiera le pasaría lo mismo, de hecho a mi una ves me paso algo parecido o peor diría.
-m: mmm después recuerdo que me presente en el aula, vuelvo a sonreír y pregunto, puedo saber que pasó?
-v: estaba mirando a mi crush y me quedé embobado mirándola, sonrei como un tonto y solté "eres hermosa", cuando reacione lo tenia a un paso frente de mi, quede espantado y salí corriendo. Soltó una leve sonrisa y siguió con su juego.
-m: ay! No que vergüenza por favor! Y luego que pasó?
-v: ahh! Ya see!, no necesitas repertirlo. Nada, no hizo nada; siguió como si no hubiera pasado, es más estamos en una misma clase y ni siquiera me mira. Exactamente no existo para el.
-m: auch! Eso duele!!.
Seguimos hablando unos segundos más, tocó el timbre y nos fuimos juntos al aula.
Durante esa semana intente recorrer toda la escuela para conocerla mejor, me fijé en las clases extracurriculares, y que deportes había o algo más de mi interes; sentía que no era bueno en si para ningún deporte, hasta que veo que había una clase de taekwondo, entró para ver que onda y de que se trataba, aunque sólo lo había escuchado de nombre. Justo estaban practicando, pateando bolsas, saltando, y otras cosas más que no entendía bien.
En un momento veo a alguien corriendo hacia mi, era Víctor...
-v: eeyy!! que haces aquí? Te piensas unir al club?
-m: eehh!! Noo, no no sólo estoy mirando los alrededores y me llamo la atención nada más
-v: ahh! Pensé que te gustaban las artes marciales
- m: no, en realidad no soy bueno en nada, va en ningún deporte mejor dicho.
-v: ahh!!
-m: bueno me voy! Nos vemos! ( saludo sacudiendo la mano) y sigo camino.
-v: oohh! Adiós entonces.
Sigo mi recorrido y me encuentro con más deportes como básquet, fútbol, tenis y los que puedas imaginarte, pero no todo estaba perdido, cuando de repente siguieron los clubes de pintura, lectura y escritura, mis favoritos o con los que en realidad me siento más a gustó. Entre un rato al de lectura, quede atónito con la cantidad de libros que había para leer, algunas de mis sagas favoritas estaban ahí; me salte unas clases y me quedé leyendo hasta que perdí la noción del tiempo. De repente suena el timbre y me doy cuenta de que todos se están yendo; dejó todo en su lugar y salgo corriendo hacia el aula.
En el camino me topo con él (mi crush) que pasa sin mirarme y hablando por celular, me desánimo un poco pero dentro de mi pienso: "que esperabas que se detuviera y te saludara" idiota.
Agarro mis cosas y salgo a toda prisa.
Otro día comienza, desayuno y saludo a mis padres; nuestra relación es la típica mientras hagas mis cosas y no sea nada malo está todo bien, igual nunca hice nada como para que se preocuparan, porque en general siempre estoy sólo y no tengo amigos. Los saludo y me voy al colegio, me pongo mis auriculares y voy caminando tranquilo ya que la escuela quedaba a 6 cuadras de casa; me faltaban 2 cuadras cuando lo veo a él (mi crush) salía de una casa, hago más lento mi caminar para ir atrás y mirar aunque sea su espalda; de repente se para alguien en bicicleta al lado mío y me pego tal susto que casi le pego.
-m: aayy!! Eras tú, casi me muero de un infarto.
-v: larga una carcajada, Jajaja me mató tu cara de susto y siguió riéndose un rato.
-m: bueno!! para!! Ya estuvo bien la broma.
Seguimos riendo porque después me tente yo mismo de su risa que no me di cuenta que llegamos a la escuela. Entramos, lo acompañe a dejar su bicicleta y luego nos fuimos al aula.
Estuve 4 horas enteras en esa aula que quería salir de ahí enseguida; cuando terminó la hora de clase me escapo enseguida para la sala de lectura y me pongo enseguida a leer una de mis sagas favoritas, justo encontré el último libro de la primera edición, que no la tenía en mis manos aunque si la había leído por internet; pero no tenía el libro físicamente y todos saben que si no lo tocas y sientis el olor que tienen los libros, es como si no lo hubieras terminado de leer. Se siente que la historia está incompleta.
Me perdí leyendo de nuevo, y como no hacerlo si el lugar está todo ambientado para que te quedes horas y horas, hay cómodos sillones para poder estar ahí sin siquiera moverte un segundo.
Suena mi celular y es un mensaje de mamá diciendo que hoy saldrían y regresarían tarde, que tenía comida en la heladera y que no llegará tarde a casa. -respondo ok y tranquila que voy a volver a horario, mamá.
Miro el reloj y casi era hora de ir casa, le pregunto a la encargada del salón si se podían llevar los libros y me dice que si, me los podía llevar una semana y sólo necesitaba llenar una ficha, llene todos los datos y me lleve el libro a casa.
Caminaba escuchando música y pensando en que podía retomar mis días de escritor, aunque sólo escribía para mi mismo y nadie sabía de eso, en ocaciones publicaba algo en una página para escritores novatos y si las obras eran buenas o prometedoras podías participar para que tu novela fuera publicada como libro; al parecer ningunas de las mías fueron realmente buenas o tuve mucha mala suerte en el sorteo, creo que eso tambien fue por lo cual dejé de escribir y tambien porque no tenia ninguna idea y nada salia, hasta que un día ya ni me acordé de hacerlo.
Surgieron algunos temas para hacer referencia pero ninguno me satisfacía en realidad. Llegó a casa, caliento la comida porque tenía mucha hambre, luego me baño y después sigo leyendo el libro que traje hasta que me quedé dormido.
Despierto, el día se ve lindo, un sol calido y resplandeciente ilumina mi habitación, miro la hora y todavía faltan 10 minutos para que suene la alarma, me doy vuelta en la cama y hago pereza hasta que suene, aunque la desactivó antes; me levanto, me cambio y bajo a desayunar, saludo a mis padres y les pregunto como les fue anoche y responden que todo bien, la pasaron muy bien, como no lo hacían en mucho tiempo, "me alegro" respondo, terminó de desayunar y me despido de ellos. Salgo para la escuela, cuando estoy a 2 cuadras de casa pasa Víctor en su bicicleta a toda velocidad, que a su vez mira hacia atrás al verme y frena de golpe, yo iba acomodandome los auriculares para que el camino fuera más ameno y no tan aburrido.
-m: ohh!! Hola! Como estas? Le pregunto cuando se acerca.
-v: Hola! Todo bien y tu?, vives por aca?
-m: todo bien! Sii a 2 cuadras de aquí!
-v: ahh!! Bien! Vivimos prácticamente cerca, yo vivo cerca del supermercado, en la esquina en realidad.
-m: naa! En serio! Yo vivo a la vuelta, mitad de cuadra, en realidad hace 2 meses que nos mudamos.
-v: aahh! Me parecía raro porque nunca te había visto por acá.
-m: igual no creo que me hubieras visto de todos modos.
-v: por?
-m: no suelo salir de casa, excepto para ir a la escuela y como no tengo amigos tampoco salgo. Me río un poco para que no se note mi soledad.
-v: aaah! No me digas que sos de esos que les gusta leer todo el día y esas cosas raras. (Lo dice en forma burlona).
-m: aayy perdón por no ser lo que esperabas y ser un ratón de laboratorio o lo que sea ( en tono sarcástico).
-v: eehh! Perdón! No quise hacerte sentir mal, perdón no me vuelvo a burlar de ti.
-m: mm ok!
Seguimos caminado y hablando de cosas, hasta que se me paso el mal humor que había causado; llegamos al colegio y lo acompañó a dejar la bicicleta y nos vamos a clase. Antes de entrar vuelve en si y me da su teléfono;
-v: anota tu número allí, podemos venir todos los días a la escuela juntos, si quieres?
-m: eehh! Aahh! Ok!! no hay problema, anotó mi número y luego le devuelvo el celular.
-v: aahh!! Buenísimo!!. Vamos adentro!!
-m: bueno!.
Entró al aula y trato de no emocionarme por tener mi primer amigo, trato de concentrarme en la clase aunque es un poco difícil. Intento no mirarlo aunque me encontró un par de veces haciendolo y solo se rió.
Las clases siguieron normales y luego salimos un rato al patio por temas de protocolo y además el director tenía algo que informar.
Nos acomodamos en fila y por los determinados grados de los cursos. 1ero, 2do, 3ro y así sucesivamente. Entro a relojear para los costados esperando ver a alguien y no logró verlo. A veces pienso en darme por vencido y buscar a alguien más antes de que sea demasiado tarde y salga lastimado porque él nisiquiera sabe que existo.
Del otro lado de la fila veo una mano que se agita, era una chica, quedé casi boquiabierto pensando es a mi?
-chica: vuelve a mover su mano y dice con una mueca sii a ti!!
-m: para estar seguro pregunto tocandome a mi?.
-chica: ella vuelve a confirmar Sii a ti!!
Viene él director y da su discurso de buena conducta,
-chica: ella hace una seña diciendo después seguimos.
-m: le respondo ok!! Con la mano. Aunque quedo pensativo que querra de mi.
Habla de lo orgulloso que esta de su institución y sus alumnos por ganar en un torneo de basquet, hizo pasar a los del equipo y ahi estaba él, todo hermoso y con una sonrisa brillante, habló él también de lo orgulloso que estaba de su equipo y que le gustaría ganar el nacional de basquet; todos eufóricos aplaudieron y gritaron "Campeones, campeones", así por un rato; hasta que el director nos hizo callar y anunció que se venían concursos por parte de la modalidad artística y que todo el que quisiera podía participar, era para escribir una novela, historia o cuento para poder presentarlo después en la feria del libro de la ciudad.
Me gustó la idea pero tenía que pensar bien que quería escribir, tenía que ser algo genial. Después de terminar de hablar todos los requisitos, nos dieron un receso de 15 minutos para que pudiéramos pensar y anotarnos en una plantilla los que quisieramos inscribirnos. En eso se me acerca Víctor y me pregunta si me interesa eso.
-m: eehh! Sii, en realidad solía escribir en una página donde si tu historia era realmente buena podían hacer un libro.
-v: guau! Impresionante.
-m: mmm!! Sii pero ninguna de mis obras ganó.
-v: Uuhh! Que pena!, tienes algo que puedas mostrarme, me gustaria leer algo que allas escrito.
-m: mmm! Sii justo tengo un cuaderno que llevo siempre conmigo por si surge alguna idea o algo, toma!! Tengo un par de historias cortas ahí.
-v: ooohh!! Buenísimo!! Lo leeré en casa para estar más tranquilo, te lo regresó cuando lo acabé, está bien?.
-m: Sii! No te preocupes, ahora mismo no estoy en nada, así que no hay problema y si me surge alguna idea, tengo otros anotadores.
-v: que bueno!!
Luego se va y se me acerca la chica.
-chica: Hola! Soy Victoria!! Pero me dicen vico y soy la encargada de los talleres de artística.
-m: aahh!! Hola!! Soy Marcos!! Mucho gusto; así que bien!!
-victoria: Sii! Te vi un par de veces en la biblioteca leyendo y me di cuenta de que no te había visto antes y no pertenecias a ningun club, puedo saber porque?.
-m: eehh!! Noo, es que en realidad me incorporé recién y todavía no lo pensé bien, me gusta leer y escribir pero todavía no lo decido.
-vico: oohh!! Buenisimo!! Veo que mi ojo no me fallo, sabia que tenías algo bueno. En realidad me gustaría que estuvieras en uno de nuestros clubes, si quieres puedes venir y te puedo mostrar todas las cosas que hacemos, quieres?.
-m: ohh!! Sii!! Me encantaría!!
-vico: ok!! Este es mi número y también te paso mi email por cualquier cosa.
-m: bueno! Luego te mando un mensaje asi te queda mi número.
-vico: bueno!! Adiós!! Me saluda con su mano.
-m: respondo de la misma manera.
Entramos al aula, llega el profesor a dar su materia, empieza hablando de que nos gustaría estudiar y que a esta altura debíamos tener una orientación hacia lo que realmente nos íbamos a dedicar cuando seamos adultos; la mayoría tenía pensado algo pero nada definitivo, cuando llegará fin de año creo que ya tendrían una respuesta dijo la mayoría. Yo en cambio no tenía la más mínima idea de que estudiar o a que podría dedicarme, me gustaba la rama de la artística pero no estaba seguro de si a mis padres les podría gustar, ya que en la familia de mi padre todos estaban relacionados con la medicina o abogacía y él es médico cirujano, lo mismo pasa con mi mamá que es abogada y en su familia hay abogados y contadores. Tengo una decisión muy difícil, ya que no hay nadie que allá estudiado algo de artística o destacado en algo como eso, siempre fueron las matemáticas y ese estilo.
Terminan las clases, junto todas mis cosas y salimos juntos con Víctor . Hablamos todo el camino de lo que nos gustaba. Me dijo que intentará escribir algo y solo asenti con la cabeza pero no tenía nada decidido.
Teníamos un mes para terminar nuestra historia y presentarla ante la jefa de artística, intente pensar esa noche en algo pero no salió, así que guarde todo, me bañe, comí algo y me fui a dormir; mañana sería otro día y pensaría bien que iba a hacer.
Todo iba bien hasta que en medio de la noche tuve un sueño extraño, apareció Víctor recostado al lado mío, en mi cama y mientras me abrazaba, me dijo "porque no escribes sobre nuestra historia de amor", de como nos conocimos y terminamos juntos; y cuando intento besarme me desperté alterado; prendí la luz y mire por toda la pieza esperando que estuviera en algún lugar. Obvio que no iba a estar, después de que mi corazón se calmara; porque estaba a mil, me pude volver a dormir aunque no soñé nada.
Me levanto muy incómodo o con una sensación rara en mi, aunque trato de no pensar en eso. Desayuno y recibo un mensaje de Víctor diciendo que me espera afuera; saludo a mis padres y me voy rapido. Nos saludamos y no vamos caminando, hoy no trajo su bicicleta.
-m: ohh! Y tu bici?.
-v: la deje en casa, así vamos los dos caminando, es más cómodo! O prefieres que te lleve en mi bici? Jaja
-m: aahh! Noo! Esta bien! (Trate de que no se viera mi cara colorada pero no por vergüenza sino porque recorde el sueño). Noo Noo Noo prefiero caminar.
-v: jaja!! ok!! .
Como lo hacíamos últimamente, seguimos hablando de nuestros gustos y me cuenta que leyó mi cuaderno.
-v: en serio tienes que escribir algo para el concurso!!, que tal si retomas algunas de estas historias que tienes aquí?.
-m: anoche estuve pensando en que podía escribir o si se me ocurriría algún tema para relacionarlo, pero nada!!.
Me tuve que ir a dormir porque mi cabeza iba a hacer corto circuito.
-v: Uuhh! Tan mal está la cosa?; pero debes tener algún tema que es tu favorito o no?.
-m: en realidad me gustan escribir novelas románticas, es como que me salen más fácil, puedo encontrar un hilo enseguida o hacerlo bastante dramático, pero todavía no lo decido.
-v: aahh! Bueno igual todavía hay un poco de tiempo y si eres bueno la puedes terminar en un día sólo, no es así?.
-m: eehh!! Sii! Dependiendo siempre de mi inspiración en ese momento.
Estábamos por pasar en frente de la casa de mi crush y empiezo a mirar por los alrededores para ver si salía o andaba por ahí y Víctor se da cuenta. Sale él pero con su novia.
-v: te gusta ella! cierto?
-m: eehh! Quien? No se de que hablas? Y trato de hacerme el distraído.
-v: por como estas mirando te gusta ella!! Además el día del suspiro la estabas mirando cuando bailaban, dime que no es cierto?.
-m: eehh!! Noooo!! Noo! Nooo! Nada que ver ( trato de mirar para otro lado y justo sale y quedó embobado).
-v: Sii!! Es cierto!! No puedes negarlo con esa cara; se llama Estefanía , es de Escorpio, tiene 17 años, le gusta el básquet o mejor dicho el capitán del equipo!! Me miro fijó a los ojos, tu no tienes chance. Perdón por decirlo así!
-m: Sii! Es verdad, me gusta (lo digo con mi cara toda colorada y apenado, esperando que no se de cuenta de que en realidad me gusta él).
-v: no te preocupes!! Estamos los dos iguales, a mi también me gusta, pero como ya te dije no existimos para gente como ellos.
-m: mmm!! Ja ja ja, trato de reír para no llorar jajaja
Desde ese momento nos consolamos mutuamente porque sabíamos que no teníamos ninguna chance.
Pasé todas las tardes en el club de artística con Victoria. Me ayudó mucho con la historia que pensaba presentar en el concurso. El mes paso volando y nos fuimos acercando más, escribí una historia de amor relacionando todo lo que pasó durante ese mes juntos.
Así llegó el día de presentar la historia, Víctor no pudo leerla porque justo la termine al final y además quería que fuera sorpresa.
La historia trataba de dos amigos que se enamoraban de la misma chica, pero ella estaba enamorada de otro, su amistad se ve afectada pero por poco tiempo. Pero a la vez empeze otra historia sobre nosotros dos, haciendo referencia al sueño, aunque no se la mostre obvio, la subí a la página donde solía subir mis historias, con el paso del tiempo juntos empeze a sentirme bien al lado de Víctor; aunque sabía que a él le interesaba alguien más, pero a mi corazón no le importó volverlo importante.
Llega la hora de presentar la historia, aunque fue realmente buena para muchos, no fue suficiente para ganar, aunque sabía que iba a pasar eso no me decepcionó mucho. Víctor vino enseguida a mi y me abrazo muy fuerte.
-v: estuvo genial!! Una lástima que no ganarás.
-m: jaja exajeras!! Bueno por lo menos sigo teniendo la misma mano que tenía antes, porque todas mis obras salían en el mismo lugar.
-v: aahh pero mira que bien!! Bueno por lo menos no perdiste el toque. Que te parece si vamos a comer algo para festejar? Sii!! Di que Sii!!.
-m: Sii! Esta bien!!.
En eso también se acerca vico.
-vico: Hola campeón!! Estuvo genial la verdad esperaba con ansias el final.
En ese momento los presentó a los dos.
-m: él Víctor y ella es Victoria. No había dado cuenta tienen el mismo nombre.
-v: aahh!! Tocaya!! Como estás?.
-vico: Hola!! Todo bien!!. Bueno me voy, nos vemos en el club, adiós!.
-v: eehh!! Quien es? Ya encontraste a alguien más, que bueno!!.
-m: eehh!! Noo nada que ver, no es lo que te imaginas, es la encargada del club de artística y me ayudó con la historia, nada más.
-v: aahh!! Vamoooss... dale dime!! No seas así!!.
-m: Noo en serio no pasa nada!!.
-v: bueno si tu lo dices, que te parece si salimos a festejar este pequeño triunfó!! Eehh!! Que piensas?.
-m: eehh!! Sii me parece bien!
-v: ok! Luego te mando un mensaje a que hora te paso a buscar.
-m: ok!! Hablamos!!.
Después de ese día ajetreado por el concurso llegó a casa, hoy no habían llegado mis padres todavía así que les mando un mensaje que iba a salir a comer con un amigo; les parece bien pero siempre diciendo "no llegues tan tarde". Lo intentaré pero no prometo nada!!.
Estaba revisando la página y la historia fue fantástica porque tenía buenas críticas y muchos me gusta; estaba realmente felíz y esperaba poder contarle a Víctor sobre esto pero no estaba seguro. Me recoste en mi cama y se me vino a la mente el abrazo de él; por primera vez me sentí raro, felíz, emocionado, asustado, un conjunto de emociones que no sabía cómo explicar; en ese momento suena el celular, es Víctor y me dice que me pasa a buscar en 1 hora; me levanto rápido de la cama y me meto al baño enseguida, busco algo elegante pero tranquilo, estoy nervioso buscando un peinado pero me quedo con el mismo de siempre para no levantar sospechas tampoco, me pongo perfume y me quedo esperando a que venga.
Espere tanto que me quedé dormido, me despierto cuando vienen mis padres y me llaman, me pregunta que pasó que no saliste; les digo que mi amigo se le complicó y al final me dormí. Miro mi celular pero no hay nada, intento llamarlo pero me salta el contestador. Después de varias llamadas me atienden y pregunto quien habla; perdón por molestarle pero la persona dueño del celular tuvo un accidente y está internado en el hospital urbano. Quedé un momento pensativo y luego les dije a mis padres que saldría, mi amigo tuvo un accidente me tengo que ir.
Salí desesperado, una cataratas de lágrimas corren por mi cara, pero trato de calmarme antes de entrar al hospital. Llegó y pregunto en recepción donde está el paciente Víctor Carreras, me dicen que en unos minutos lo puedo ver pero que está todo bien, no fue nada grave.
Después de 20 minutos entró a la habitación, lo veo acostado y todo lastimado, mi corazón sintió un dolor feo al verlo así; me senté al lado de su cama y tome su mano.
Al otro día me despierta tocandote la cabeza.
-v: despiertaaa!! Dormilón!!.
abro mis ojos y lo veo con una sonrisa de oreja a oreja, enseguida me pongo de pie y le pregunto un montón de cosas al mismo tiempo.
-m: que pasó? Te duele? Te lastimaste mucho? Que pasó?.
-v: tranquilo, respira primero y ahora te contesto; fui a comprar algo y un auto se despista y me choca pero no fue tan fuerte el golpe porque quedé agarrado del auto y después rodé por la calle y me raspe la cara.
-m: aauuchh!! Duele? Y le tocó donde tiene lastimado.
-v: aahh!! Sii!! No toques ahí!! Me grita y me agarra la mano pero la suelta enseguida.
Sigo como si nada y después empezamos a bromear.
Por suerte sólo eran heridas leves, me quedé con él toda la noche hasta el otro día, avisé en mi casa que lo acompañaría hasta su casa porque sus padres estaban de viaje y no había nadie que lo acompañara. Vino el médico, lo reviso y le dio el alta, le dijo que por unos días tratará de no pisar y dejara descansar un poco el pié, lo lleve en sillas de ruedas hasta el taxi y en su casa tuve que cargarlo a upa; se sintió un poco avergonzado pero dije algunas bromas y se le paso. Lo acomodo en su cama y casi me caigo arriba de él, nos miramos unos segundos a los ojos y me levanto rápido.
-m: es mucho peso para alguien tan pequeño como yo!! Jaja no tengo ni una gota de músculos por ningún lado!! Jaja
-v: no necesitas músculos, así estas bien!!
-m: quieres tomar algo o comer? Puedo hacerte algo? Que dices?
-v: Sii!! Tengo mucha hambre!! Fíjate en la heladera debe haber algo de comida que dejó mi mamá hecha, calienta un poco y traeme eso, tú también sirvete algo.
Me dirigí a la cocina y había un menú variado, le caliento un poco de sopa de verduras y después unas empanadas de jamón y queso. Primero le pregunto si le gusta y me dice que si, sólo que a la sopa le saque las verduras y deje el caldo.
-m: que sentido tiene tomar sopa de verduras si le sacas todas las verduras.
-v: nooo meee gustaaaan laaas verduuuraaas!! A su ves su cara dice lo mismo.
-m: ok! Ok! Esta bien!!.
Traje todo a la pieza en una bandeja y seguimos hablando de cosas; husmeo toda su habitación y hay muchos trofeos de taekwondo.
-m: cuándo los ganaste te acuerdas?
-v: esos son de hace 3 años más o menos en el último torneo internacional que participe y los demás son de cuando era más pequeño.
-m: guau! Eres fascinante! Ojalá tuviera algún premio por hacer algo bien en mi vida; pero bueno me tengo que conformar con lo que hay! Ja ja.
-v: no te desesperes! En algún momento ganarás algún premio con tu novela.
-m: mmm lo dudo pero tampoco es que me preocupo tanto. Levanto mis hombros como para que no se notará tanto mi decepción.
-v: me voy a dormir un rato, vete a tu casa que estoy bien! Cualquier cosa te llamo quieres?.
-m: mmm no lo creó, no me parece conveniente dejarte sólo, no puedes hacer ningún esfuerzo, ni apoyar el pié y ademas no hay nadie más que yo para cuidarte, es un no y me quedo aquí!!
-v: no no no! Vete que no hay problema!.
-m: voy a bañarme y cambiarme, luego regresó para hacerte la cena; no me digas más nada!. Me llevo la llave así puedo volver a entrar, adiós!.
-v: adiós! Has lo que quieras!.
Llegó a casa y le cuento a mis padres lo que pasó y les avisó que me voy a quedar a dormir en casa de mi amigo, porque no hay nadie que lo cuide y no puede moverse de la cama. Mi mamá me prepara un poco de comida para llevar y yo me preparo mi bolso y mi mochila para terminar las cosas de la escuela y llevo mi cuaderno por si surge alguna historia interesante.
Regresó después de haberme ido tres horas y él seguía durmiendo. Me pongo a revisar mi teléfono, juego un rato y luego suena su teléfono. Intenté, trate de no contestar y de no mirar quien llamaba; pero era tan insistente esa persona que tuve que hacerlo.
-m: Hola!
- : Hola! Víctor! Como estas? Por fin me atiendes!
-m: perdón! Pero no soy Víctor, soy un amigo de la escuela, él ahora está durmiendo, si quieres dejarle dicho algo yo después le avisó que lo llamaste!.
- : eehh! No no no! Esta bien! Cualquier cosa lo llamo más tarde.
-m: ohh! Esta bien! Como guste, hasta luego!.
-: adiós!.
Seguí con mis cosas, después de unos minutos se despierta.
-m: como te sientes? Te duele algo?.
-v: mmm no estoy bien! (Contesta con voz de dormido y bostezar al mismo tiempo).
-m: quieres tomar algo caliente o comer algo?.
-v: tengo ganas de un té!! Me lo harías por favor!!.
-m: Sii señor!! Enseguida marcha un café!!
-v: quierooo téeeee!! Jajaja.
-m: por eso un té! Yo que dije?.
-v: dijiste café!.
-m: mmm no escuchaste mal dije té!.
-v: bueno! Lo que sea, traeme el té! Por favor!.
-m: enseguida!!
Preparó todo en la bandeja y además sacó un poco de torta que me dio mi mamá, la llevo a la pieza y justo está por levantarse. Enseguida le gritó...
-m: eeyy! Espera que haces?.
-v: voy a al baño, no ves?.
-m: el doctor dijo que no puedes pisar y es lo que vas a hacer!!.
-v: aagghhss!! Esta bien!! Llévame al baño!!
-m: de acuerdo!! Mira para otro lado!!
-m: oohh! Sii!!.Perdón!!
Hace sus cosas y luego regresamos a tomar el té.
-v: mmm que rica está la torta!! La hizo tu mamá?.
-m: mmm Sii! Casi siempre hace cosas dulces, es como un pasatiempo para ella.
-v: mmm que bien!! Y de que trabajan tus padres?.
-m: mi papá es médico y mi mamá es abogada. Y los tuyos?
-v: oohh!! Que bien!! Mi papá es biólogo por eso le toca viajar mucho porque estudias cosas y mi mamá en un tiempo fue profesora y ahora hace de secretaria de mi papá por eso van juntos.
-m: guau!! Biólogo suena interesante!!
-v: cuando era chico me fascinaba pero ahora es muy aburrido, no se.
-m: oohh! Entiendo!!
A medida que hablamos más, me siento a gusto con él aunque no insinuó nada y creo que él tampoco sospecha nada.
Estuvimos juntos por 2 semanas más hasta que su pié sano por completo, íbamos a clases y después hacíamos prácticamente todo juntos.
En ocaciónes me acompañó al club de artística pero se quedaba dormido enseguida, se notaba que se aburría mucho; pero cuando le pregunté si quería hacer otra cosa que me lo dijera pero no quería hacer nada. Sólo se quedaba ahí en los sillones a dormir.
Lo acompañe al doctor para ver que le decía y tuvo que usar una bota ortopédica por 15 días más y después tendría que controlarse devuelta.
Ya después de eso se fue a hacer otras cosas así me dejaba tranquilo dijo él con Victoria, intente negar que no había nada pero justo un día, de esos cuando me acompañaba, me vio cuando ella me dio un beso en el cachete pero dijo que se hizo el dormido para no molestarnos.
Resulta que todo fue un malentendido, ella sólo me pedía consejos para poder declararse a un chico y un incentivo fue que me diera un beso para practicar y después hacerlo con él. Así que después de que se recuperó estuvo evitandome todo el tiempo y sus mensajes eran cortantes. Mi corazón sufría pero no podía decírselo, los dos éramos hombres y no sabía que hacer, sólo quería tenerlo a mi lado aunque sea como amigo.
Un día me cansé de que me evitará todo el tiempo, ya no íbamos juntos a ningún lado.
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"Mis cartas son mi posición más secreta. Las escribo cuando me gusta tanto alguien que no se que mas hacer".- Lara Jean
Al igual que Lara Jean a veces cuando me comienza a gustar alguien y no se que más hacer busco la manera de sacarlo. Lo que hacia Lara Jean me inspiró a hacer algo parecido pero en lugar de solo cartas le puse mi toque e hice ilustraciones sobre momentos que recuerdo sobre aquella persona.
Parte 2
13 de Nov: "Ojalá seas tú"
Después de varios días sin ninguna novedad y con el fin de semestre por delante mi mente había dejado el tema poquito a un lado aunque aún así aún sentía la ilusión de que sucediera algo con JL. El 13 de noviembre ya iba tarde a mi clase de inglés así que decidí nuevamente no entrar y preferí ir a comer una riquisima "queca". Así lo hice y me senté a comer en una de las mesas de las jardineras. Me sentí muy a gusto disfrutando mi comida y mi mente me sugirió pensamiento sobre él; ¿qué estará haciendo?, ¿Tal vez este en clases? mi mente por lo general esta en ese "mood". Termine y me dirigí hacia el edificio de computadoras. Justo cuando voy pasando por las cajas me acorde de aquel 30 de Oct en donde él comento por WA que estaba solo sentado frente a las cajas. En ese momento se me ocurrió voltear hacia ahí y justo él se encontraba ahí sentado solo. Me volteé de inmediato y seguí caminando al parecer él no me vio (eso quiero pensar). Me quede sorprendida justo en ese momento en que lo pensé apareció frente a mi. Entre al edificio para usar una compu pero todas estaban llenas, tenia que esperar. Así que se me ocurrió hacer algo que no había hecho hace mucho tiempo y eso es "espiarlo". Vamos no me digan que ustedes no lo han hecho? Claro qué sí, debo decir que cuando lo hice me sentí avergonzada como si fuera una niña pero es parte de las cosas que nunca hice y no me arrepiento de poderlas hacer ahora. Así que decidí ir por la parte de atrás para verlo desde las jardineras y de espaldas. Era casi imposible que me viera ¿por que razón voltearía hacia atrás? Bueno me senté en el suelo y en ese momento al verlo desde lejos pensé en tantas cosas como; ¿por qué está solo?, ¿no tiene amigos?, "tenemos cosas muy en común". Era nostálgico que al mismo tiempo que me encontraba sola comiendo en otra parte de la escuela el hacia lo mismo desde otro punto fue bonito. Hacía tanto tiempo que no me gustaba alguien de este tipo y esta bien. :) No sabia que tanto quedarme ahí aún me sentía avergonzada. En eso unas chicas que iban pasando frente a mi me bloquearon la vista y justo cuando se fueron JL estaba volteando hacia mi. ¡Dios! ¡qué vergüenza! de inmediato volteé la mirada hacia abajo y me sonroje, a guarde unos minutos y volví a voltear (ya no me veía). Que patética pensé y después decidí irme de inmediato. No podía con el bochornoso momento.
21 de Nov: "Termino sin siquiera haber comenzado"
Llegamos a la última semana oficial de clases. Aquel jueves estaba tan llena de emociones por muchas razones. Desde aquel último día que dibuje sobre él ya sentía que me tenia que preparar para decir adiós. El semestre concluía y casi no había indicios de que esta historia pidiera ir más haya. Estaba en el proceso de admitir que si sucedería algo entre él y yo sería sin forzar nada así que por ese día solo me prepare para disfrutar su presencia por si acaso era la última vez de este año. Aquella noche llegue al estacionamiento temprano aún no decían nada sobre la salida pero la camioneta estaba ahí así que decidí esperar. Minutos después note su presencia me prepare tan bien que ya no sentí nerviosismo a pesar de que nuevamente eramos solo los dos en ese momento. Noté que él se puso a un costado de mi pero como a dos metros. Una parte de mi estaba triste de que ya no hubiera más tiempo :c. Al pasar 10 min sucedió algo que creí que no pasaría y mucho menos me lo esperaba esa noche. ¡JL me hablo por primera vez! Que fiesta emocional tenia en ese momento, deje de presionar y fluyo wow. Aunque fueron solo algunas palabras yo esta muy feliz! Se dirigió a mi para informarme que nos esperarían en la salida. Aún así fue muy lindo porque él lo público por WA y en lugar de esperar a que lo viera se animo a hablarme. Solo puedo recordar su carita viéndome a los ojos, escuchando su dulce voz y sin poder creer que estaba sucediendo.
En ese momento me encontraba viendo la hermosa y romántica luna de noviembre escuchando de fondo "Me and Michael" cuando de reojo note que se estaba acercando a mi, no sabia cual sería el motivo de la conversación pero estaba lista. Después de eso él se fue y yo también caminando atrás de él, muy eufórica y sin parar de sonreír, aunque en ese momento no lo pensé sí que le pude haber seguido la conversación. Fue muy satisfactorio saber que a pesar del bochornoso momento de la última vez él no se molesto cualquier otro me hubiera tratado de intensa pero al parecer lo dejo pasar. CX
Me alegro muchísimo que aquel último día haya acontecido pero eso no fue todo porque al llegar al transporte la situación conspiró tan casualmente para que me fuera frente a él. Hace un mes que no sucedía estaba nerviosa ahora sí. Semanas antes me daba muchísima pena tener contacto visual con él, es que no podía, pero esa noche era un momento ideal y casual hacerlo. El recorrido paso normal aunque realmente sentía su mirada, sentía que en la mayor parte del tiempo me estaba mirando. Lo volteé a ver por primera vez y tenia los ojos cerrados. Pensé;Dios es bellísimo, es imposible no voltearlo a ver. Y después volteé una segunda vez de forma casual y sorpresa sus ojos estaban abiertos mirándome. Entre poquito en pánico cx, ese día hizo mi noche! Así termino aquel día.
...
Lamento informar que aquí llego esta historia. :(
La última vez que nos vimos el 27 de Nov él se mostró muy indiferente. Además de que oficialmente ya no nos veremos más y quizás el próximo año tampoco será así. Fue lindo compartir esto aquí. Gracias a todos por leer y ver mis dibujos. XOXO @icoviandy
Parte 1: http://icoviandy.tumblr.com/post/179746687661/mis-cartas-son-mi-posición-más-secreta-las
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Ser o no ser
Bueno si ese es el nombre de mi "amiguis" que varias veces mencione en el pasado bueno tengo que contarles que estamos conociéndonos mejor se podría decir porque no estamos en una relación y en realidad por culpa mía pero bueno les contaré el origen de ello.
Todo se remonta a un 7 de enero del 2019 día en el cual nuestra heladería favorita lanzó un 2x1 pero además día en el cual cumplía 2 meses con el que fuese hasta unos días después mi pareja; pero bueno el asunto es que decidí ir con mi amigo a comprar helados y pues resumiendo un poco fuimos hasta aya a comprar los helados ,los comimos en el patio de comidas y como aún sobraba tiempo fuimos a un parque aledaño y pues estuvimos hechados en el ,creo que fue un lugar muy bueno ,placentero ,estratégico ,clave y bastante privado y pues estuvimos conversando y adivinando nombres como casi siempre y en eso llego un vendedor de rosas y cartas( ya escritas) y pues como no somos pareja el primero vio las cartas ,pero esta vez compro una ,según yo por presión ,pero al parecer en parte si la quiso comprar porque me la dio ,y yo le dije: que haré yo con esto? ,a lo que me responde: nose guárdalo por lo menos ,no voy a gastar para botarla y para que recuerdes este día ,en fin luego fuimos al paradero y estuvimos ahí abrazados como de costumbre acto seguido tomamos un colectivo y pues estuvimos conversando y el como ya era costumbre desde hace un tiempo ;intentaba lograr besarme , bueno como ya mencione estaba en una relación ,pero bueno ,no lo culpo ,el no lo sabia ,pero hay algo que resaltar este día el parecía que se había prometido lograrlo puesto que estaba siendo cariñoso ,caballeroso y todo ,para suerte suya al estar en el colectivo no tenia a donde escapar así que lo mas probable era que lo lograse con o sin voluntad mía ,al darme cuenta de ello me arme de valor para decirle que estaba comprometida ,entonces justo cuando estábamos a milímetros de distancia,puesto que estábamos abrazados y mirándonos fijamente ,me di el tiempo mirando hacia abajo para pensar cono decirle ,así que lo logre le dije: tu tienes tus tres novias seguro a lo que el reacciona mirando hacia un costado como recordando o con culpa pero responde no tengo a lo que le respondo con un: y si ye dijera que yo si y que hoy cumplimos dos meses ;con lo cual yo esperaba que el pensara y se alejara ,me parece recordar que sí miró hacia un costado y lo pensó ;pero lo acepto yo dije: pero eso se puede arreglar con el fin que no se sienta mal ,ni culpable ,pero bueno seamos realistas ahora que lo pienso yo también quería que pasé y pues paso lo que tuvo que pasar el me tomo por el cuello con todas sus fuerzas y me beso fue un beso cálido ,largo ,perfecto ,de esos que te hacen pensar en una bella noche estrellada y pues así fue como había "sacado los pies del plato" y bueno luego de ello ,el se veía calmado ,descansado ,con la mirada de como si se hubiese drogado ,se veía satisfecho ,dichoso pero mas que todo y la palabra que encierra todo esto me parece que es Satisfecho ,como si ya hubiese logrado todo lo que ambicionaba o deseaba en ese momento en su vida ,pero bueno sigamos con los hechos luego de eso me dijo te quiero y agrego un "ahora si era necesario"
Bueno ciertamente no recuerdo mucho pero según leo lo que le conté a mi mejor amigo ese día ,estuvimos pensativos ,abrazados pero pensativos ,y en eso el me propuso estar con el ,a lo que yo no respondo ,o respondo quedándome en el mas perpetuo silencio ,claro que el silencio solo se manifestaba al exterior pero por dentro tenia mil pensamientos ,enunciados ,proposiciones entre otros ,al cabo de unos minutos de incomodo silencio el acabaría con ello con un ,¿tengo que sobreentender que es un si? hasta para mi y mi ligera atracción por el me pareció que estuvo obligándome ,claro que yo no tenía en cuenta que prácticamente seria la primera vez que se lo dijese a alguien pero bueno yo no podía decirle que sí pues porque como ya mencione tenia pareja y es mas ese mismo día cumplíamos dos meses de feliz relación y estable relación o eso creí ,en fin arremeti con un ¿para que formalizar? La verdad que yo la cago cuando formalizó ,mejor estamos así ,porque enserio que no quisiera pero así soy (por su puesto hacia referencia a mi actual relación considerando que esta ,estaría llegando a su fin ,gracias a mi ineptitud e ineficiencia para mantener una relación estable en base a fidelidad y confianza)en fin a lo que el respondió diciendo que normal porque el quería formalizar por mi (claro que yo considero que lo dijo como mecanismo de defensa para ocultar que quería tener un lazo sólido conmigo) pero bueno luego agrego que el era celoso y yo lo sabia (como para disuadirme de la idea de que solo quiere estar en una relación conmigo por que me quiere) sinceramente no recuerdo demasiado de aquel día .Pero lo mas relevante para nuestra relación aún amical pasaría días después me parece que un día 11 o 10 de enero donde su mamá me llamaría al celular , procediendo a darle mi celular para que contestase ,pero para mala suerte mía su mamá colgaría y el vería un mensaje de el que fuese hasta días posteriores mi pareja sentimental refiriéndose a mi persona como amor ,y pues mi amigo al ver eso solo procederá a permaneces callado todo el camino hasta el paradero ,asumo que pensando y analizando lo que había visto ,yo le preguntaba que le pasaba a lo que el respondía con un típico y viejo confiable nada y no seria hasta llegar al paradero que me diria: tu sabes porque estoy así ,la verdad pues si sabia ,tendría que ser muy despistada para no haberme dado cuenta ,pero igual le respondí que no sabia ,entonces el me confrontaria contándome lo que vio en el celular y comportándose a mi parecer lo mas comprensivo posible procederia a pedirme explicaciones a lo que yo respondería con un nose ,a lo que el reaccionaria intentando darle sentido a su mensaje ,diciendo que de seguro se webeo o simplemente lo dijo ,en fin el solo se dio su explicación prácticamente ,pero yo agregaría a su conclusión un "pero de todas formas tu sabes que yo tengo pareja" o algo similar a lo que el reaccionaria solo permaneciendo callado y pensativo mirando el suelo pero al cabo de un rato me diría ,¿me estas loqueando cierto? A lo que me parece yo no le respondí y el solo me abrazó esperando un si te mentí y te quiero ,pero a mi me hizo sentir mal y culpable el abrazo así que solo me quede quieta pero luego iríamos caminando y el de nuevo agregaría a sus argumentos para formalizar ,que no quería que lo cague práctica mente puesto que me dijo ,yo podía hacer cualquier cosa con cualquiera y excusarme con un "pero si no somos nada".
No recuerdo si el mismo día ,me parece que al día siguiente iríamos caminando hasta muy lejos ,y yo le diría que no podíamos seguir como estábamos puesto que después de el primer beso no parariamos con nuestro cariño espontáneo y efusivo pero yo reflexionaria y le diría eso ,haciendo mención que le estaba haciendo daño y además el quería exclusividad cosa que según yo no quería ,pero el me diría que no importaria si mi cariño no era exclusivo para el claro que seria raro que como me comportáce con el me comportace con otros ,pero que lo aceptaría porque le gustaba como estaban yendo las cosas hasta ese día y que así era feliz(claro que ahora que recuerdo yo le preguntaba ¿orque quería la exclusividad? porque esperaba una respuesta mas concreta y que me hiciese inclinar hacia un nosotros ) pero no fue así ,pero no podía aguantar verlo con su rostro triste y con el seño fruncido ,así que acabaría por mentirle diciéndole que hace unos días ya le había terminado a mi pareja entonces seguiríamos como hace unos días y aso estaríamos hasta ahora ,pero que haría con mi pareja ,pues nos encontraríamos un 12 de enero recién para celebrar nuestros dos meses entonces el me regalaría una pulsera y a mi me apetecería besarle (en los dos meses no nos habremos besado mas de 10 veces) y buenos ese día nos besamos 3 veces creo pero fue en el primer beso que vería su rostro ,con una mirada perdida ,con una sonrisa ,con una felicidad ,con una satisfacción ,solo había visto esas expresiones en películas y percibí esa expresión como el rostro de una persona realmente enamorada y como podía continuar la relación con alguien que realmente me quería ,como podía estar con el mientras andaba besándome con otro ,no podía hacerle eso ,no después de ver esa expresión ,esa expresión seria la razón por la que al día siguiente le enviase un mensaje pidiendo un tiempo y el procederá a decirme que me quería y que me esperaría ,eso me haría sentir mas culpable ,pero lo peor pasaría en unos días cuando el me pediría explicaciones y me preguntaría ¿que paso?¿que hizo mal? Y pues no podía dejarlo con esa duda así que terminaría por decirle la verdad aunque no completa ,le diría que lo quiero pero no como el se lo merecía ,no con la misma intensidad con la que el me quería ,que no se merecía a alguien como yo ,que necesitaba a alguien que lo quisiese con la misma intensidad básicamente y así daríamos por terminada la relación por mutuo acuerdo y así podría tener mi conciencia tranquila y dar el 100% de mi con el que fuese mi amiguis hasta hace unas semanas.
Vía:pensamientosdeunjoven
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Tus Ojos Brillan Diferente - Capítulo 10
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Capítulo 10: "¿Cenizas?"
"Era lunes otra vez, me sentí agotado de solo recordar que tenía que enfrentarme a ese grupo que me molestaba, los días se volvían más agotadores. No compartía todas mis clases con Frank, y aquellas que no compartía era donde más me molestaban, desgraciadamente era algo a lo que ya estaba acostumbrado. Cuando mis padres dijeron que nos mudaríamos a Madrid, sentí alivio de por fin dejar esa escuela donde simplemente no podía hacer ni un amigo. Al llegar a Madrid todo se sintió diferente, gracias a que conocí a Frank y Alex, tiempo después llegó Samuel. Dándole un poco de alegría a mis días, sin embargo, ayer deje mis cosas en mi lugar y ellos llenaron de maldiciones mi libreta de ciencias. Esa libreta la encontró Samuel y me pregunto qué había pasado, yo no quería contarle todo eso, pero él pudo descifrarlo.
Entré al salón de clases, era temprano como siempre, nunca podía evitar que mi padre me llevara a esa hora, y era peor porque la primera clase no la compartía con Alex o Frank. Los vi entrar seguidos de un par de chicas que tomaron los lugares del frente, mis manos comenzaron a temblar, un problema normal en mi cuando no podía controlar mis emociones, las sostuve con fuerza y ellos se sentaron al fondo del salón. No me dijeron ni una palabra, ni siquiera me miraron, fue como si no existiera para ellos.
--¿Todo estuvo bien hoy? –me preguntó poniendo una pajilla en mi jugo y entregándomelo, lo mire con curiosidad
--Supongo –dije buscando descubrir un poco más, tenía ligeras sospechas de porque me habían dejado en paz, bajé la mirada para ver como sus manos se convertían en puños sobre la mesa, entonces lo descubrí --¿fuiste tú verdad? –lo miré a los ojos, esquivo mi mirada y bebió de su caja de jugo, yo seguí intimidándolo, notando como él había sido el causante de esa diferencia –gracias –dije tocando su mano, haciendo que sus dedos se cruzaran con los míos, estaba consciente de que no había nadie alrededor, estábamos solos
--Me alegra que funcionara –confesó con una sonrisa de tranquilidad
--¿Qué fue lo que les dijiste?
--Un par de cosas, y luego los intimide con mis amigos
--¿Juan?
Asintió y bajo la mirada a nuestras manos jugueteando –voy a protegerte siempre Guille, no voy a dejar que te hagan daño otra vez –me miro a los ojos y ajusto más nuestro agarre –lo prometo –pude sentir su sinceridad, estaba seguro de que lo haría, él cumpliría esa promesa."
...
Mis lágrimas comenzaron a fluir todavía más, estaba en un taxi camino al hospital donde trabajaba Santiago, no podría soportar estar en la oficina de esta forma --¿se encuentra bien? –pregunto la conductora, me acerco una caja con pañuelos y agradecí, trate de controlar más mi llanto, yo mismo me desconocía en ese momento. Baje del auto agradeciéndole otra vez la atención, me quede de piedra al ver el enorme edificio frente a mí, tenía que encontrar valor para cuestionarlo. Lo pensé todo el camino, había tomado el taxi sin pensar, pero era lo mejor, tenía que enfrentarlo sí o sí. Samuel pudo decirme que era mentira al final, sin embargo, sus ojos fueron sinceros desde el inicio, él no estaba mintiéndome.
--¿Dónde puedo encontrar al doctor Santiago Montenegro? –pregunte en la recepción de donde estaba la zona de cardiología, más de un par de veces había pasado por allí, conocía el lugar
--Está en consulta, ¿tiene cita?
--No, solo dígale que Guillermo Díaz lo busca, que es importante –la enfermera accedió y me quede sentado en una orilla de las bancas, deje mi cabeza caer entre mis manos y analice de nuevo mi situación. Una parte de mí se negaba a que eso fuese verdad, pero al recordar ese día, al recordar días anteriores, él siempre tenía cosas que me hacían dudar. Que desgraciadamente hasta ese momento han llegado a ser obvias en mi mente.
Levante la mirada, ya podía sentir mis ojos llorosos, me levante y camine hasta uno de los pasillos que mantenían la vista a los ventanales enormes, me recargue en el tubo de metal y mire todo ese paisaje. Mientras más pasaban los minutos, más perdía el control, más desesperado me sentía --¿Guille? –escuche su voz cerca, se quedó de pie tratando de ver que me sucedía --¿qué pasa? –note su mirada fija en mis ojos, los cuales debían estar rojos por el llanto, me maldije por un segundo
--La noche que te golpearon, ¿Dónde estuviste? –pregunte con seguridad... su expresión me decía más de lo que yo quería aceptar
--Te dije que estuve en cirugía
--¿No en un bar? ¿Con otro hombre?
--¿De dónde sacas esto? –comenzó a sentirse nervioso
--Si yo le pregunto a esa enfermera de allí, ¿ella me confirmara lo que dices? –suspiro frustrado, y bajo la mirada. Era verdad. Lo que Samuel me había dicho era cierto, me di la vuelta y caminé rumbo a los elevadores, aunque para él mi idea era ir con esa enfermera y cuestionarla, por lo que se paró frente a mí, deteniéndome
--No hagas esto –sostuvo mi brazo con discreción
Me solté de su toque con brusquedad --¿acaso creíste que lo iba a hacer? –dije con molestia, sentí los temblores comenzar a aparecer, cerré los ojos para contenerme y seguí mi camino a la salida, sin él detrás de mí.
...
Regresé a casa, había dejado el trabajo sin siquiera avisar, la batería del móvil había muerto en algún momento, al entrar sentí más frió de lo normal. La oscuridad me acogió de inmediato, sin encender alguna luz, solo me recosté en el sofá del salón, dejé que la poca luz de la luna me cubriera. Sentí mis lágrimas fluir de inmediato, era como si no pudieran parar, comencé a sollozar más y más fuerte, no podía controlarme. Estaba siendo demasiado para mí, era el hombre con él que había compartido años de mi vida, con quien llegué a tener una idea de matrimonio, de tener una familia. Le había dado demasiado como para ser pagado así, y lo que me destrozaba todavía más era saber que yo había caído otra vez, que había dejado que me usaran de esa forma.
Al siguiente día desperté temblando de frío, estaba cogiendo un resfriado, por supuesto que lo estaría luego de quedarme a dormir allí, sin siquiera un abrigo encima. Me levante con cuidado y prácticamente arrastre mis pies hacia la cocina, serví un poco de agua caliente y me prepare un té, conecte el móvil en el salón y regrese a tirarme en el sofá. No tenía energía para nada en absoluto, sin embargo, me moví con dificultad para llegar al piso de arriba, quería ducharme. Deje que el agua tibia me cubriera, en cuestión de segundos sentí más tranquilidad, salí y tome un par de medicinas para prevenir enfermarme todavía más. Al entrar al closet pude ver todas sus cosas, tomé lo primero que vi y me vestí, mi cuerpo todavía me pedía descanso. Ignore aquello, desconecte mi móvil y salí de la casa, iría al trabajo sin importarme lo sucedido, durante el trayecto pensé en que lo mejor sería pedirle que sacara sus cosas sin mi presencia, así que le envié un mensaje.
"Tienes todo el día para empacar tus cosas."
--¿Puedo saber por qué no me contestabas? –reclamó Eduardo apenas me senté frente al escritorio
--Estoy resfriado –use como excusa, él solo se alejó en broma, pero yo no podía reírme siquiera
--Mantendremos una distancia –aclaró, le respondí con una media sonrisa.
El día se volvió sumamente pesado, en especial para mí, claro. Anna dejo una bolsa con medicinas para mí, cada caja tenía indicaciones, sabía cómo cuidarme. Continúe trabajando aún durante el almuerzo, incluso la mayoría estaba yéndose de la oficina, pero insistí en quedarme, quería llegar agotado a casa y solo dormir de nuevo. Debido a lo exhausto que estaba tire por accidente un bote de lápices, al agacharme a recogerlos note ese anillo brillante, el cual seguía haciendo presión en mi dedo. Lo miré por última vez y me lo quité, lo deje caer en el bote de basura y me levante para irme a casa.
...
Los siguientes días pasaron así, ni una sola vez me encontré a Samuel o a Santiago, la única relación con el primero era por medio de Carlos y de correos electrónicos. Yo seguí yendo al trabajo, aunque luciera como un mismísimo zombie, simplemente no podía dejarme caer, no otra vez. Los chicos ya sospechaban algo, sin embargo, no preguntaron en ningún momento, estaban dándome tiempo, además de que era muy obvio que yo ya no portaba el anillo plateado.
Mi casa seguía recibiéndome con ese frió terrible, era lunes otra vez, habían pasado dos semanas ya, decidí organizar por fin mi casa, luego de los huecos que dejo Santiago al irse. Subí las escaleras decidiendo que cuadros mantendría, quité solo un par, luego fui directamente al closet de mí habitación el cual... lucía más vacío. Él se había ido, ahora quedaba todavía más claro. Me quede sentado en la cama, tan solo mirando a mi alrededor, donde todo se sentía solo y frío. Un sobre descansaba en la parte de arriba de unos estantes en el closet, apenas me percataba de eso. Era una carta de Santiago:
"Creo que ni siquiera merezco dejarte esta carta, lo sé.
Lamento que las cosas terminaran así, eres una persona maravillosa Guillermo, quise aferrarme a ti por ello, sin embargo, mis acciones tendrían consecuencias. Sé que te lastime, créeme que me arrepiento, no eres una persona con la que se deba jugar. Espero de todo corazón que encuentres a alguien que de verdad merezca estar a tu lado, necesitas a alguien así contigo.
Quizá algún día nos volvamos a ver, cuando nuestras vidas estén en otros caminos.
Cuídate."
Suspire dejando la carta en el sobre otra vez, desconocía demasiado de Santiago, así como él de mí. Con solo semanas de conocernos yo lo acepte en mi vida, a pesar del temor que sentía, yo lo deje entrar, y por supuesto que él tenía muchas cosas que yo nunca sabría. Mis amigos lo conocían mejor, él tenía rumores extraños que decidí ignorar en su momento, los cuales ahora entendía con claridad. Y esa falta de confianza en algún momento iba a explotar, justo como lo hizo, simplemente no podía detestarlo, ambos nos habíamos lanzado a esa relación, durante un par de años.
Sin duda leer aquella carta me había ayudado, no me sentía triste, eso me daba un final. Tome el sobre y lo deje en una caja al fondo de mi closet, y sin mirar atrás continúe con los arreglos en mi casa.
...
Esa mañana recibí una vídeo llamada de mi hermana, donde de inmediato supo que me pasaba algo, sin negarme le dije que había dejado todo con Santiago. Ella sorprendentemente se había llevado bien con él, a diferencia de mis amigos, gran parte era porque ella estudiaba medicina mientras él ya era médico, entonces tenían mucho de qué hablar. Suspiro sorprendida, y se molestó, pero no me dijo mucho, tan solo que esperaba verme bien y que no me afectara. También me dio la noticia de que llegaría el próximo fin de semana y que se quedaría hasta inicios del siguiente año, ya que estudiaba en Barcelona, imagine que mis padres harían algo para recibirla, siempre lo hacían, y esta vez tenía mucho tiempo sin visitar, desde las festividades de diciembre, era lo que recordaba. Se despidió pidiéndome que me cuidara, la verdad lucía preocupada, lo cual me incomodo, no me gustaba molestar a las personas, así que le prometí que estaría bien.
Decidí que era tiempo de contarles a mis amigos lo sucedido, así que les dije todo mientras almorzábamos, a mí ya no me afectaba tanto pensar en ello, de verdad que había conseguido dejarlo atrás. Sin embargo, ellos no se lo tomaron bien, por supuesto, maldijeron demasiado y aseguraron que jamás me dejarían iniciar una relación si no sabían todo del tipo. Me reí con ellos un rato, ya que seguían empeñados en hacerme sentir mejor, salimos a comprar ropa y eligieron un conjunto muy atrevido para mí, yo tardé en darme cuenta lo que planeaban.
--Dicen que es uno de los mejores bares de la zona –le contaba Eduardo a Anna mientras manejaba, yo estaba cual niño pequeño en el asiento de detrás. Suspire mirando por la ventana, no estaba con el mejor ánimo para ir de fiesta, pero muy dentro sí que quería salir por lo menos una noche. Mire una vez más mi outfit, la camiseta roja me quedaba ligeramente grande, por lo que mis clavículas resaltaban, el pantalón negro me quedaba más ajustado de lo que yo solía utilizar y el blazer negro me quedaba bastante bien.
El lugar nos recibió con música electrónica, la pista de baile era muy visible y con luces increíbles, caminamos hacia la barra, me di cuenta de que tenía años sin pisar un bar gay, debido a mis amigos heterosexuales y a que me había atado a una relación.
Eduardo y Anna de inmediato buscaron los lugares, yo me quede de pie, mirando a todos bailar, me pasaron un vaso con jugo --¿Qué es? –le pregunte a Anna
--Jugo con un poco de vodka, te mantendrá bien –confié en ella y lo probé, sabía bastante bueno. Mire como ambos estaban divirtiéndose, nunca había visto a Eduardo bailar y nunca había visto lo atractiva que podía ser Anna para otras mujeres. Los miraba con diversión hasta que sentí una presencia muy cerca de mí, un hombre alto, de ojos azules, cabello negro y de buen cuerpo me miraba con atrevimiento, lo evité, sin embargo, hizo que nuestros hombros se rozaran.
--¿Vienes solo? –comenzó de forma atrevida, seguí ignorándolo, entonces llegó un tipo casi de mi estatura y lo miro con seriedad, tomo mi mano y me sonrió, era más apuesto que el que estaba tratando de ligar conmigo, o al menos era más mi tipo
--¿Tarde mucho, amor? –lo mire con gracia, estaba ayudándome. Negué con la cabeza y permití que tomara con fuerza mi mano, el otro tipo solo se alejó mirándole mal, el segundo me soltó y estiro la misma mano para saludarme formalmente –Fernando, ¿tú eres? --sostuve su mano y aprecie el buen cuerpo que tenía, y sobre todo la vista que su camisa casualmente abierta me otorgaba
--Guillermo –dije correspondiendo la sonrisa
--Me gusta tu nombre --a mi me gustaba su sonrisa tan espontanea
--Gracias, ah, también por lo del tipo –me gire en la barra y tome de mi bebida, sentí ligeros nervios ya que tenía años sin ligar con alguien, quizá había perdido el toque
--Cuéntame algo de ti como compensación
Se giró a mirarme, provocando que yo también dejara de mirar la pista --regresé a la soltería hace unas semanas –confesé mirándolo con atención
--¿O sea que buscas regresar al juego? –dijo con una sonrisa atrevida, asentí, me gustaba su actitud -- ¿ves algo que te guste?
--Si --comente mirandolo con una sonrisa perversa, él la entendió de inmediato
--Oh --correspondió dándome toda su atención, e incluso acercándose un poco más a mi -- creo que todavía es temprano como para que salgamos de aquí
Miré el reloj de mi muñeca y asentí –yo también lo creo, pero... –no termine de decir la frase cuando otro hombre se acercó a su oído y le murmuro algo
--¿Me estas jodiendo? –se quejó con una expresión de sorpresa, giro a mirarme mientras yo bebía de golpe lo que quedaba de mi bebida –creo que debo de irme –se alejó entre las personas, mientras el otro hombre lo llevaba de los hombros, yo me quede sin que decir. Eso había sido sumamente extraño, parecía que estaba interesado, incluso yo me estaba interesando mucho más, joder, que casi me lo llevo a mi casa... quizá no era mi noche, pensé.
Pasaron tres vasos de ese jugo tan bueno en mis manos, un par de chicos se acercaron y desaparecieron casi de la misma forma, algo había conmigo, probablemente era la ropa, o mi cara. Eduardo y Anna me veían a momentos, estaban demasiado entusiasmados en la pista, al grado de que ya habían hecho amigos, y a mí ya nadie se me acercaba. Sentí ganas de ir al baño, termine mi cuarto vaso y me despegue de la barra, antes de esto pregunte donde estaban los servicios, al fondo y a la derecha me dijeron. Me sentí un poco mareado, sin embargo, no estaba tan lejos del pasillo que me mencionaron, en cuanto llegué allí noté como ese pasillo era largo, y no estaba tan poblado, había gente fumando debido a que por allí había una salida de emergencia, el humo ni siquiera me hizo ruido. Camine con cautela, por mi mareo y por las parejas comiéndose a besos en la oscuridad, mire como el pasillo estaba decorado con cuadros muy modernos, había uno que otro letrero de neón, que ayudaban a dar iluminación, todo muy urbano.
Logre hacer mis necesidades sin problemas, aunque me sentía más y más mareado --no debiste vestirte así –escuche detrás mío, yo estaba lavando mis manos, mire al espejo que estaba rayado y pintado, Samuel estaba mirándome, ¿Samuel? –no sabes lo irresistible que te ves –se acercó lentamente, yo no le respondía nada, era como si me hubiesen quitado el habla --¿por qué estás aquí? –susurro mucho más cerca, gire para verlo de frente, coloco una pierna entre las mías y provoco que me llenara con su aroma de inmediato, el cual esta vez se mezclaba con alcohol y humo de cigarro. Me parecía todavía más embriagante gracias a mi estado –tus ojos... --con una mano toco mi mejilla, y me miró fijamente, yo correspondí la mirada–tus ojos brillan diferente –musito con un toque de tristeza, o al menos eso me pareció --¿por qué? –continúo examinando mi mirada, hasta que dejo su frente descansar en la mía, cerro sus ojos y se quedó quieto, yo hice lo mismo. Estábamos tan cerca, más de lo que hace unas semanas, ahora podía sentir su respiración, casi oía su palpitar agitado, probablemente el alcohol nos tenía con los sentidos así de despiertos. Se alejó un poco, miro mis labios con deseo, y perdió el control, algo que por el momento casi le rogaba que hiciera. Por fin estaba besándome, adopto un ritmo tímido que lentamente me hacía participar en el beso, se despegaba unos segundos solo para regresar con más deseo. Yo no me moví ni un momento, ambas manos se ajustaron en mi rostro, me acariciaba con suavidad a la vez que seguía disfrutando de mis labios y yo de los suyos, honestamente yo me sentía en el paraíso. Irremediablemente mis manos se ajustaron en su cintura, él pegó más su cuerpo a mí, por lo que me recargue por completo en los lavabos, estábamos peligrosamente cerca, y no me importaba ni un poco que alguien entrara. Ahora sus manos bajaron hasta mi cuello y su lengua irrumpió entre mis labios, provocando que lo deseara todavía más, me separe de sus labios solo para recuperar aire, me miro a los ojos y regreso a besarme con más pasión e intensidad, incluso solté un gemido al sentir como su entrepierna se juntaba con la mía. Estábamos yendo muy lejos, lo sabía, pero poco me importaba al sentir sus dedos mezclarse en mi cabello, al sentir su corazón tan cerca del mío, al sentir lo que quería decirme, inevitablemente nos separamos de nuevo, estaba vez manteniendo una mirada más duradera –no es un error, no es un error esta vez –susurro mientras me abrazaba con fuerza, mis brazos correspondieron sin detenerse, nos quedamos así unos minutos que se sintieron segundos, miles de emociones se apoderaban de mi, no entendía nada, pero sentí una lagrima caer por mi mejilla y luego pude escuchar un sollozo de su parte, él también estaba llorando.
...
"--¿Estás seguro de que estaremos bien? –pregunto apenas cerré la puerta de la casa
--Que si, que se han ido por el fin de semana –era viernes y mis padres me habían dejado en casa solo, bueno, aunque ya sabían que los chicos pasaríamos la noche juntos, íbamos a jugar videojuegos toda la noche. Alex incluso consiguió películas de terror, que eran clasificación para adultos, todo estaba planeado. Salvo que los planes serían para la noche del sábado, siendo Frank y Alex los más rebeldes, ambos irían a una fiesta y llegarían hasta muy tarde a mi casa. Por lo que esa noche solo éramos los dos.
--Es más extraño cuando no nos escondemos –dijo sentándose incómodamente en el sofá, y tenía razón, cuando nos besábamos en nuestras habitaciones había un toque mayor de adrenalina, debido a que alguien podía llegar –quizá si encendemos la televisión –sonreí e hice eso, me acerque más a él y jale de su camiseta con toda la intención posible –chiqui... --fingió inocencia para luego lanzarse sobre mí, sus labios encontraron los míos con rapidez, su cuerpo ya se había ajustado al mío de forma perfecta, pase mis manos por su espalda y lo acerque más a mí. Estar así con él era lo que más me hacía feliz, ser capaz de sentir los latidos de su corazón contra mí, casi se había convertido en una necesidad." ��
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